Una importante adhesión comunitaria se verificó en el marco de los operativos solidarios "Por nuestra gente, todo" desarrollados en las comunidades de Lucio Mansilla, Banco Payaguá y zonas aledañas.
La importante adhesión comunitaria que se verificó en el marco de sendos operativos solidarios "Por nuestra gente, todo" que se desarrollaron en la comunidades de Lucio Mansilla, Banco Payaguá y que alcanzó a familias de la región, incluso de la isla Guayacantÿ, hizo realmente perceptible la "inclusión social" que se establece como objetivo central de esta y otras acciones de gobierno.
Justamente y en lo que hace a algunos números sobre las atenciones brindadas, en materia de prestaciones médicas, ascendieron globalmente a más de medio millar, en lo odontológico a 470 (113 prótesis dentales), mientras que los anteojos entregados ascendieron a 298 y se dio respuesta a más de medio millar de recetas prescribiendo medicamentos, los que se distribuyeron gratuitamente.
Entre las especialidades médicas que más demandas tuvieron se destacan la de clínica médica (120), pediatría (105), oftalmológica (299). Respecto a los trámites sin cargo de DNI fueron 120.
También en la ocasión se entregaron útiles y materiales escolares como apoyo a la labor educativa de establecimientos del lugar. Entre manuales, libros, láminas, cuadernos y los kits escolares, se contabilizaron en unos 3500 los elementos aportados.
Asimismo, entre indumentarias y elementos deportivos, ascendieron a casi dos centenares de juegos de indumentarias deportivas y casi similar número de balones para diferentes disciplinas, como aporte oficial lo aportado al desarrollo de actividades deportivas.
Población isleña
La población de la isla Guayacantÿ, que a lo largo de su rica y no menos sacrificada historia, representa todo un símbolo de la fe y férrea decisión de formoseños "dispuestos a no dejarse vencer por las adversidades". Es que esta pequeña porción de territorio situada al sur provincial ha pasado por no pocas vicisitudes a lo largo de su existencia, sobre todo sufriendo los embates de las inundaciones, y cuando parecía que otros sucesos más modernos harían que la misma quede totalmente despoblada, apareció el PAIPPA e hizo "renacer" las esperanzas de los lugareños.
Lo relatado por el maestro Ramón Alberto López, director de la Escuela 239 "Mercedes de San Martín" de la isla -en el marco del operativo "Por nuestra gente, todo" en Banco Payagua-, refleja lo antes afirmado.
En principio marcó el alto valor que para los lugareños implica la inaugurada Escuela 203 y el playón polideportivo, dado que "permite a todos los que habitan en la zona, como los isleños, la oportunidad de continuar sus estudios ya que en el flamante establecimiento funciona el ciclo básico rural. Es la mejor prueba de igualdad de oportunidades y de fortalecer el desarrollo de la gente en su propia tierra, evitando así el desarraigo de antes donde nuestros jóvenes debían emigrar, dejando campos abandonados".
Ubicó geográficamente a la isla Guayacantÿ, situada a la margen izquierda del riacho Payaguá, a unos siete kilómetros de la localidad homónima, al sur provincial, señalando que la Escuela 239 nació en el año 1970 aproximadamente, aclarando que no tienen precisión dado que las inundaciones que han castigado a la zona en varias oportunidades también se llevaron los archivos del establecimiento.
"Nació por inquietud de los padres que tenían hijos en edad escolar, quienes levantaron un ranchito y contrataron una maestra del Paraguay en ese entonces", recordó, aludiendo a que con posterioridad se logró que la escuela se incorpore al sistema educativo provincial, en una época donde la mayoría de los establecimientos educativos dependían de Nación, por lo que comenzó a funcionar con el número 39.
Tras subrayar que la zona tuvo siempre un alto potencial agrícola, lo que permitió que la población se incrementara rápidamente, tal es así que el poco tiempo la escuela subió de categoría dado que alcanzó a tener más de cien alumnos y también hubo más maestros.
Advirtió que las inundaciones ha sido "el flagelo" que más castigó a la isla, como en 1966, luego en 1983 que hizo que toda la producción quedara bajo el agua. "La gente salió con sus cosas al costado de la ruta, cerca de la entrada de Yatay donde se establecieron y no volvieron, muchas de las cuales luego se radicaron definitivamente en Mojón de Fierro", recordó el docente.
Indicó que "estos duros castigos de la naturaleza" hizo que la gente se fuera desilusionada, aunque también hubieron los que se quedaron produciendo ya que tenían un mercado seguro que era Pilar (Paraguay), aunque esto también tendría un revés con la pavimentación de la ruta que vincula a esta ciudad "guaraní" con Asunción, que hizo que se saturara ese mercado con la producción paraguaya y los isleños quedaran fuera de ese esquema de comercialización con las consecuencias negativas para la economía.
No obstante, a este escenario, "con la pesca que en un principio era de subsistencia y luego pasó a ser comercial, la gente dejó la agricultura y pasó a ser pescadora. Aunque esta actividad y producto de la alta depredación, fue afectada y prácticamente desapareció, con lo cual aparecieron los problemas en la isla, acentuándose la migración de la gente y despoblándose la isla".
López sostuvo que ante este difícil cuadro, "por fortuna apareció el PAIPPA, que le cambió totalmente la vida a los isleños, y es lo que hizo posible que la gente se quedara y renaciera en ellos la esperanza de un mejor pasar, como está sucediendo realmente ahora".
Concluyó enfatizando que "sin dudas este programa para los pequeños productores es uno de los muchos aciertos de la política del señor gobernador Gildo Insfrán. Por eso estamos orgullosos del gobierno que tenemos, que con hechos como el que les narré, demuestra que se trata de un modelo de inclusión, donde nadie queda librado al azar y cada comunidad puede desarrollarse sin problemas, sea una población grande o chica como la nuestra".
Justamente y en lo que hace a algunos números sobre las atenciones brindadas, en materia de prestaciones médicas, ascendieron globalmente a más de medio millar, en lo odontológico a 470 (113 prótesis dentales), mientras que los anteojos entregados ascendieron a 298 y se dio respuesta a más de medio millar de recetas prescribiendo medicamentos, los que se distribuyeron gratuitamente.
Entre las especialidades médicas que más demandas tuvieron se destacan la de clínica médica (120), pediatría (105), oftalmológica (299). Respecto a los trámites sin cargo de DNI fueron 120.
También en la ocasión se entregaron útiles y materiales escolares como apoyo a la labor educativa de establecimientos del lugar. Entre manuales, libros, láminas, cuadernos y los kits escolares, se contabilizaron en unos 3500 los elementos aportados.
Asimismo, entre indumentarias y elementos deportivos, ascendieron a casi dos centenares de juegos de indumentarias deportivas y casi similar número de balones para diferentes disciplinas, como aporte oficial lo aportado al desarrollo de actividades deportivas.
Población isleña
La población de la isla Guayacantÿ, que a lo largo de su rica y no menos sacrificada historia, representa todo un símbolo de la fe y férrea decisión de formoseños "dispuestos a no dejarse vencer por las adversidades". Es que esta pequeña porción de territorio situada al sur provincial ha pasado por no pocas vicisitudes a lo largo de su existencia, sobre todo sufriendo los embates de las inundaciones, y cuando parecía que otros sucesos más modernos harían que la misma quede totalmente despoblada, apareció el PAIPPA e hizo "renacer" las esperanzas de los lugareños.
Lo relatado por el maestro Ramón Alberto López, director de la Escuela 239 "Mercedes de San Martín" de la isla -en el marco del operativo "Por nuestra gente, todo" en Banco Payagua-, refleja lo antes afirmado.
En principio marcó el alto valor que para los lugareños implica la inaugurada Escuela 203 y el playón polideportivo, dado que "permite a todos los que habitan en la zona, como los isleños, la oportunidad de continuar sus estudios ya que en el flamante establecimiento funciona el ciclo básico rural. Es la mejor prueba de igualdad de oportunidades y de fortalecer el desarrollo de la gente en su propia tierra, evitando así el desarraigo de antes donde nuestros jóvenes debían emigrar, dejando campos abandonados".
Ubicó geográficamente a la isla Guayacantÿ, situada a la margen izquierda del riacho Payaguá, a unos siete kilómetros de la localidad homónima, al sur provincial, señalando que la Escuela 239 nació en el año 1970 aproximadamente, aclarando que no tienen precisión dado que las inundaciones que han castigado a la zona en varias oportunidades también se llevaron los archivos del establecimiento.
"Nació por inquietud de los padres que tenían hijos en edad escolar, quienes levantaron un ranchito y contrataron una maestra del Paraguay en ese entonces", recordó, aludiendo a que con posterioridad se logró que la escuela se incorpore al sistema educativo provincial, en una época donde la mayoría de los establecimientos educativos dependían de Nación, por lo que comenzó a funcionar con el número 39.
Tras subrayar que la zona tuvo siempre un alto potencial agrícola, lo que permitió que la población se incrementara rápidamente, tal es así que el poco tiempo la escuela subió de categoría dado que alcanzó a tener más de cien alumnos y también hubo más maestros.
Advirtió que las inundaciones ha sido "el flagelo" que más castigó a la isla, como en 1966, luego en 1983 que hizo que toda la producción quedara bajo el agua. "La gente salió con sus cosas al costado de la ruta, cerca de la entrada de Yatay donde se establecieron y no volvieron, muchas de las cuales luego se radicaron definitivamente en Mojón de Fierro", recordó el docente.
Indicó que "estos duros castigos de la naturaleza" hizo que la gente se fuera desilusionada, aunque también hubieron los que se quedaron produciendo ya que tenían un mercado seguro que era Pilar (Paraguay), aunque esto también tendría un revés con la pavimentación de la ruta que vincula a esta ciudad "guaraní" con Asunción, que hizo que se saturara ese mercado con la producción paraguaya y los isleños quedaran fuera de ese esquema de comercialización con las consecuencias negativas para la economía.
No obstante, a este escenario, "con la pesca que en un principio era de subsistencia y luego pasó a ser comercial, la gente dejó la agricultura y pasó a ser pescadora. Aunque esta actividad y producto de la alta depredación, fue afectada y prácticamente desapareció, con lo cual aparecieron los problemas en la isla, acentuándose la migración de la gente y despoblándose la isla".
López sostuvo que ante este difícil cuadro, "por fortuna apareció el PAIPPA, que le cambió totalmente la vida a los isleños, y es lo que hizo posible que la gente se quedara y renaciera en ellos la esperanza de un mejor pasar, como está sucediendo realmente ahora".
Concluyó enfatizando que "sin dudas este programa para los pequeños productores es uno de los muchos aciertos de la política del señor gobernador Gildo Insfrán. Por eso estamos orgullosos del gobierno que tenemos, que con hechos como el que les narré, demuestra que se trata de un modelo de inclusión, donde nadie queda librado al azar y cada comunidad puede desarrollarse sin problemas, sea una población grande o chica como la nuestra".