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"5.000 años de la arquitectura Amerindia" es la denominación de la conferencia que está ofreciendo desde ayer y proseguirá hoy viernes en esta ciudad el destacado estudioso de estos temas ligados a la cultura continental, Carlos Milla Villena, en lo que se considera un anticipo del Tercer  Encuentro de Pueblos Originarios de América a llevarse a cabo del 21 al 23 de abril del año venidero y que ya está en pleno proceso de organización.
La exposición tiene lugar en la sede del Círculo de Suboficiales de Gendarmería Nacional, donde en la víspera se inició esta exposición a cargo de quién es el artífice e intérprete de esta investigación y que será el co-autor del manifiesto “Carta de la mitad del mundo”, el arquitecto Carlos Milla Villena.
Se explicó que la Arquitectura es recipiente de la Cultura, ninguna creación cultural existe en el vacío y toda producción intelectual o material humana está necesariamente contenida o pensada en un espacio acondicionado por el hombre.
En la relación entre la cosmovisión de los pueblos con su Geografía, encontraremos las raíces de su historia, sus mitos y su Utopía cultural.
La Cultura es la respuesta a las condicionantes de la Geografía y al Tiempo-Espacio en que les toca ser.
Este espacio, acondicionado por cada pueblo es Arquitectura, y Arquitectura es la relación entre problema, reto y respuesta, es decir, entre necesidad, función y forma.
Allí se encuentra la relación entre la Arquitectura, con la Prehistoria, la Antropología, la Arqueología, la Sociología que estudian los mitos y la identidad de las culturas.
En nuestra Cosmovisión Andina, el pasado es un presente al revés, cuando encontramos un hecho cultural hace mucho tiempo concluido, cuyo análisis formal debe guiarnos a la necesidad y a la función que les diera origen.
Ante las ruinas materiales de ese pasado, respuesta a una necesidad espacial de los “abuelos”, nos preguntamos: ¿Cuál fue el pensamiento, la función y la necesidad que impulsaron al diseño de las formas que encontramos...?
Esta investigación propone que el análisis semiótico inverso, de la forma a la función de los hechos arquitectónicos, hace milenios consumados, nos permite ahora deducir las antiguas necesidades y condicionantes del diseño.
El pensamiento de todas las culturas está condicionado por igual a la fuerza centrífuga que las impulsa al Cosmos; las catedrales góticas tienden al cielo como flechas y las mezquitas musulmanas suben por curvas o catenarias respetuosas guiadas por cosmogonías diferentes.
En nuestro espacio, aquí en Abya Yala, “la tierra en florecimiento”, estuvimos tan ligados al Cosmos que la bóveda celeste fue nuestra cobertura, formando parte del diseño, porque los cominos de nuestra cultura estaban trazados por estrellas que eran las grafías que expresaban nuestras historias y utopías.
Sus “Ciudades” se extendían desde donde nacía el sol hasta donde se ponía e incluían los cerros, las nubes, la Pacha, la Sallka, el mar y el río.
La Arquitectura es pensamiento, sentimiento y símbolo expresados en madera, piedra y barro. De ello dan fe Macchu Picchu, las catedrales góticas y los espacios rúnicos.
Contenido y continente tienen unidad formal y la Arquitectura al ser recipiente de Cultura contiene también lo concerniente: la Cosmovisión, la Identidad con sus procesos, utopías y tradiciones.