Destacan la labor cercana con las necesidades comunitarias que se desarrolla a partir de la actividad de los distritos distribuidos a lo largo y ancho del territorio.
En vísperas de los 50 años de Vialidad Provincial, cuya creación data del 21 de agosto de 1958, el actual administrador general del organismo destacó la labor cercana con las necesidades comunitarias que se desarrolla a partir de la actividad de los distritos distribuidos a lo largo y ancho del territorio.
Dijo Jorge Jofré que son despliegues estratégicos de hombres y máquinas que se dispersan en cada rincón de la provincia manteniendo las condiciones de tránsito de las rutas provinciales cumpliendo con el objetivo primordial del gobierno: poner a disposición del productor una vía de comunicación que le permita comercializar el fruto de su esfuerzo.
Comentó el funcionario que desde el mismo nacimiento de la DPV se pudo apreciar el sacrificio de los agentes viales, instalados en carpas a la vera del camino, en lugares apartados de los centros urbanos, cercanos a una aguada natural, con el solo propósito de cumplir con el objetivo que la superioridad le había planteado: conservar los caminos formoseños.
Refirió además que también las rutas nacionales recibieron la capacidad, la experiencia y la energía de los hombres de la DPV ya que a través de convenios suscriptos con el organismo vial federal han transferido a la institución la responsabilidad de mantener centenares de kilómetros de rutas troncales.
Todos ellos dependen del Departamento de Conservación que es la estructura interna de la DPV más descentralizada, recordando Jofré que el primer antecedente sobre la distribución en la geografía formoseña del parque vial de la DPV se lo encuentra en el reglamento interno del organismo aprobado por resolución del Directorio dictada el 10 de noviembre de 1959.
"Allí se consignaba que las zonas viales dependientes del "Departamento de Conservación" serán dos, con asientos en los lugares que posteriormente le serán asignados por lo que máquinas y personal se establecieron transitoriamente en distintos puntos de estas dos zonas en los llamados "campamentos" de Vialidad Provincial", expresó.
La incomunicación
Reveló el funcionario que eran dotaciones con una permanente movilidad que quedaba sujeta a las necesidades de conservación de los caminos y cuyo personal se albergaba en casillas rodantes o carpas que Vialidad había adquirido en esos primeros años de vida.
Se admite que una de las muchas dificultades que enfrentaban estos equipos era la incomunicación que sufrían una vez instalados en los lugares de trabajo. Atacando este problema, en enero de 1964 se adquirieron cinco equipos consistentes en trasmisores MRC-5 de 500 W, receptores y teléfonos portátiles para cuya instalación y mantenimiento se contrató al ingeniero Nelson A. Rolón .
Jofré también recuerda que el 16 de diciembre de 1967, el Directorio dio a conocer un nuevo organigrama del Departamento Conservación. Entre otras áreas, tenía una sección denominada ?Mantenimiento de Rutas? que dividía el territorio formoseño en "zona sur", "zona centro" y "zona norte". Estaban naciendo los distritos.
En 1970 se decidió construir edificios para sede de estas tres dependencias. De esta manera se daba mayor organización y estabilidad a la distribución en el ámbito provincial que concretaba el Departamento Conservación de la DPV.
"Hoy el Departamento de Conservación de la Dirección Provincial de Vialidad tiene diseminado en forma estratégica siete distritos. Uno en la capital provincial y los restantes en Riacho He Hé, General Belgrano, Pirané, El Colorado, Estanislao del Campo e Ingeniero Juárez.", consigna.
Los habituales contratos suscriptos por la DPV, en el marco de la Transferencias de Funciones Operativas (TFO), asumiendo la responsabilidad de conservar con equipos propios rutas nacionales, agregado al mantenimiento de la creciente red vial propia han llevado al administrador general, Ingeniero Jorge Alberto Jofré a considerar la posibilidad de crear en Posta Cambio a Zalazar un nuevo distrito, medida que se encuentra en estudio.
En el extremo oeste
En su relato histórico acerca de las bodas de oro de la institución, Jofré dijo que en 1974, la DPV asumió el compromiso de instalar en Ingeniero Juárez un distrito de Vialidad Provincial encomendándose esa responsabilidad al ingeniero Arsenio Benito Gleria, quien se encargó de llevar adelante las tareas necesarias para habilitar en esa localidad del extremo oeste una dependencia con tareas de mantenimiento de rutas
Con el rango de sub- distrito dependiente del Distrito Zona Oeste del Departamento Conservación, ubicado en Estanislao del Campo, la Resolución N° 3348 del 28 de diciembre de 1977 ordenó oficialmente la creación de esta dependencia en Ingeniero Juárez, aunque igualmente ya trabajaba allí una dotación de agentes viales.
La nuevas instalaciones del fueron inauguradas el 21 de julio de 1980, como parte de los actos oficiales del Cincuentenario de la localidad de Ingeniero Juárez.
En los primeros meses de 1983 personal del sub distrito oeste "Ingeniero Juárez", bajo la conducción técnica de profesionales del organismo, asumieron la tarea de realizar los estudios y proyectos para construir un camino entre El Potrillo y Santa Teresa; Santa Teresa y María Cristina y sus accesos, labores que terminaron exitosamente en septiembre de ese mismo año.
Dijo Jorge Jofré que son despliegues estratégicos de hombres y máquinas que se dispersan en cada rincón de la provincia manteniendo las condiciones de tránsito de las rutas provinciales cumpliendo con el objetivo primordial del gobierno: poner a disposición del productor una vía de comunicación que le permita comercializar el fruto de su esfuerzo.
Comentó el funcionario que desde el mismo nacimiento de la DPV se pudo apreciar el sacrificio de los agentes viales, instalados en carpas a la vera del camino, en lugares apartados de los centros urbanos, cercanos a una aguada natural, con el solo propósito de cumplir con el objetivo que la superioridad le había planteado: conservar los caminos formoseños.
Refirió además que también las rutas nacionales recibieron la capacidad, la experiencia y la energía de los hombres de la DPV ya que a través de convenios suscriptos con el organismo vial federal han transferido a la institución la responsabilidad de mantener centenares de kilómetros de rutas troncales.
Todos ellos dependen del Departamento de Conservación que es la estructura interna de la DPV más descentralizada, recordando Jofré que el primer antecedente sobre la distribución en la geografía formoseña del parque vial de la DPV se lo encuentra en el reglamento interno del organismo aprobado por resolución del Directorio dictada el 10 de noviembre de 1959.
"Allí se consignaba que las zonas viales dependientes del "Departamento de Conservación" serán dos, con asientos en los lugares que posteriormente le serán asignados por lo que máquinas y personal se establecieron transitoriamente en distintos puntos de estas dos zonas en los llamados "campamentos" de Vialidad Provincial", expresó.
La incomunicación
Reveló el funcionario que eran dotaciones con una permanente movilidad que quedaba sujeta a las necesidades de conservación de los caminos y cuyo personal se albergaba en casillas rodantes o carpas que Vialidad había adquirido en esos primeros años de vida.
Se admite que una de las muchas dificultades que enfrentaban estos equipos era la incomunicación que sufrían una vez instalados en los lugares de trabajo. Atacando este problema, en enero de 1964 se adquirieron cinco equipos consistentes en trasmisores MRC-5 de 500 W, receptores y teléfonos portátiles para cuya instalación y mantenimiento se contrató al ingeniero Nelson A. Rolón .
Jofré también recuerda que el 16 de diciembre de 1967, el Directorio dio a conocer un nuevo organigrama del Departamento Conservación. Entre otras áreas, tenía una sección denominada ?Mantenimiento de Rutas? que dividía el territorio formoseño en "zona sur", "zona centro" y "zona norte". Estaban naciendo los distritos.
En 1970 se decidió construir edificios para sede de estas tres dependencias. De esta manera se daba mayor organización y estabilidad a la distribución en el ámbito provincial que concretaba el Departamento Conservación de la DPV.
"Hoy el Departamento de Conservación de la Dirección Provincial de Vialidad tiene diseminado en forma estratégica siete distritos. Uno en la capital provincial y los restantes en Riacho He Hé, General Belgrano, Pirané, El Colorado, Estanislao del Campo e Ingeniero Juárez.", consigna.
Los habituales contratos suscriptos por la DPV, en el marco de la Transferencias de Funciones Operativas (TFO), asumiendo la responsabilidad de conservar con equipos propios rutas nacionales, agregado al mantenimiento de la creciente red vial propia han llevado al administrador general, Ingeniero Jorge Alberto Jofré a considerar la posibilidad de crear en Posta Cambio a Zalazar un nuevo distrito, medida que se encuentra en estudio.
En el extremo oeste
En su relato histórico acerca de las bodas de oro de la institución, Jofré dijo que en 1974, la DPV asumió el compromiso de instalar en Ingeniero Juárez un distrito de Vialidad Provincial encomendándose esa responsabilidad al ingeniero Arsenio Benito Gleria, quien se encargó de llevar adelante las tareas necesarias para habilitar en esa localidad del extremo oeste una dependencia con tareas de mantenimiento de rutas
Con el rango de sub- distrito dependiente del Distrito Zona Oeste del Departamento Conservación, ubicado en Estanislao del Campo, la Resolución N° 3348 del 28 de diciembre de 1977 ordenó oficialmente la creación de esta dependencia en Ingeniero Juárez, aunque igualmente ya trabajaba allí una dotación de agentes viales.
La nuevas instalaciones del fueron inauguradas el 21 de julio de 1980, como parte de los actos oficiales del Cincuentenario de la localidad de Ingeniero Juárez.
En los primeros meses de 1983 personal del sub distrito oeste "Ingeniero Juárez", bajo la conducción técnica de profesionales del organismo, asumieron la tarea de realizar los estudios y proyectos para construir un camino entre El Potrillo y Santa Teresa; Santa Teresa y María Cristina y sus accesos, labores que terminaron exitosamente en septiembre de ese mismo año.