El primero de agosto y una costumbre interminable.

"Superstición, miedo, prevención o simplemente tradición" Pero lo cierto es que beber caña con ruda es una tradición ligada a la identidad del formoseño.

"Superstición, miedo, prevención o simplemente tradición" Cada formoseño tiene una respuesta diferente. Pero lo cierto es que este primero de agosto, son muy pocos los que van a dejar de ser tentados por un sorbo en ayunas de caña con ruda porque los abuelos aseguran que prolongan la vida, espantan la mala suerte, promueven alegrías y despoja a la gente de la "yeta".
Es un mejunje, como lo llaman, es una mezcla de caña blanca paraguaya o ginebra, con hojas de ruda, una hierba calificada como medicinal por sus excelentes efectos en el aparato digestivo y también en el circulatorio.
Se trata de beber al amanecer e inclusive antes de la higiene bucal, un sorbo de este brebaje que para los crédulos es la salvación para todos los malos y para los que no se ajustan mucho a las costumbres, un acto de prevención, por si las dudas.
El tomar caña con ruda no es patrimonio de ningún círculo privilegiado ni sector marginado. Es una costumbre a la que se aferran todos, razón por la cual el primero de agosto se convierte en una jornada en la que la igualdad de oportunidad se identifica con la de los gustos y hasta temores y prevenciones.
Es una tradición antigua con orígenes en el Paraguay. El dato sobre las propiedades "medicinales" se va transmitiendo de generación en generación y cada vez crece más la cantidad de adeptos a punto tal que los noveles padres hasta empapan un algodón con algo de sumo de caña con ruda para distribuirla sobre los labios de sus criaturas. Demás está decir, que el consumo se duplica o triplica en el caso de los abuelos o de los enfermos.
Lo de la caña con ruda del primero de agosto forma parte de la galería folclórica formoseña. Pero como lo consigna el folclorólogo Mario Bejarano, esta creencia popular al fin de cuentas emerge de las sombras del misterio".
Con el resto de ruda que queda al agotarse el alcohol, se preparan emplastos para realizar fricciones en caso de torceduras o para curar el reuma o los estados gripales.
Lo cierto es que hay "especialistas" en preparar el brebaje en vasos o botellas de todos los tamaños y capacidades. Hay amigos que se encargan de la "provisión" anual en demostración de afecto permanente.
Pero también hay sitios, sobre todo en el tradicional mercadito del puerto, donde desde cuarenta y ocho horas antes la caña con ruda está en exposición.
01-08-2008 | Cargada en Sociales - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social