Instan a los padres a vacunar a los chicos contra la hepatitis.

La jefa del departamento Inmunizaciones del Ministerio de Desarrollo Humano, aludió a que se decidió acentuar la difusión en torno a esta patología y a instar a los padres a vacunar a los chicos.

La jefa del departamento Inmunizaciones del Ministerio de Desarrollo Humano, Alejandra Bergamin, aludió a que dado que mañana lunes 19 se recuerda el día mundial de la hepatitis, se decidió tomar la jornada para acentuar la difusión en torno a esta patología y al mismo tiempo instar a los padres a vacunar a los chicos.
"Hay vacunas para las hepatitis A y B en todos los centros de salud y hospitales, y están en condiciones de recibir la dosis los niños de uno a dos años que no padezcan la hepatitis A, y aquellos de 11 años que no se encuentren afectados de la del tipo B. Los padres deben concurrir y completar el calendario de vacunas, y dentro del mismo están las que previenen este tipo de enfermedad", sostuvo.
Hizo un llamamiento en torno a la necesidad de que la gente tome conciencia y vacunen a los chicos con las tres dosis con las cuales ya están inmunizados contra la hepatitis, y también que completen el calendario establecido, recordando que las dosis son totalmente gratuitas.
Desde las diferentes organizaciones que trabajan en estrategias vinculadas a esta enfermedad se advierte que las hepatitis virales crónicas se cuentan entre las principales causas de trasplantes en nuestro país y 500 millones de personas en el mundo las padecen.

Diferentes grupos de riesgo

La palabra hepatitis no aporta precisiones acerca de las diferentes enfermedades que nombra: habla de una inflamación del hígado y no distingue su origen. De modo que resulta fundamental diferenciar la hepatitis A de la B y la C: se trata de tres virus distintos y sólo las dos últimas pueden hacerse crónicas.
El virus de la hepatitis A se transmite a través del agua, por la ingestión de alimentos contaminados, o de la misma forma que una gripe, mediante el contacto con una persona infectada. Sin embargo, las hepatitis B y C son muy diferentes, el contagio se da por vía parenteral (a través la sangre, del mismo modo que el HIV) o puede ser transmitido de la madre al hijo durante el embarazo. En el caso de la hepatitis B es común el contagio por vía sexual, mientras que son poquísimas las probabilidades de este modo de transmisión en el caso de la hepatitis C.
Los grupos de riesgo para las Hepatitis B y C son aquellas personas que recibieron sangre o hemoderivados "sobre todo antes del año 94", dice Pinchuk, adictos que compartieron jeringas, quienes se realizaron piercing, tatuajes, recibieron tratamientos de acupuntura o fueron al odontólogo. A eso se suma, en el caso de la hepatitis B, el sexo sin protección.
En el caso de la hepatitis C no existe una vacuna, pero no se transmite por vía sexual y es posible prevenirla evitando el uso de elementos que hayan estado en contacto con sangre.
18-05-2008 | Cargada en Salud - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social