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Desde la Defensoría del Pueblo afirman que son acertadas las acciones encaradas desde la comuna capitalina, por intermedio del Tribunal de Faltas y la Dirección de Bromatología, en forma coordinada y articulada con la Policía de la Provincia y la Dirección de Minoridad y Familia, que concluyeron con la clausura de numerosos locales bailables nocturnos por infracción a las normas que prevén la imposibilidad de acceso y expendio de alcohol a menores; así como determinadas condiciones que deben reunir los edificios que pretendan ser destinados a la actividad recreativa, en orden a garantizar la seguridad de los ocasionales asistentes.
El Organismo de la Constitución se pronunció mediante un comunicado en el cual expresa que: " No solo debe considerarse legítima, sino además políticamente correcta a toda medida que, desde los poderes instituidos del Estado, se adopten en aras de privilegiar el interés superior que tiene la comunidad en el cumplimiento de las normas que estatuyen a la seguridad pública y la tutela de la salud psicofísica de nuestros niños y jóvenes, como valores fundamentales" .
En este sentido, el titular del Organismo de la Constitución, Dr. José Leonardo Gialluca, señaló: " Desde la Defensoría tenemos antecedentes de intervención con respecto a un conocido boliche bailable que habilitaba una terraza no apta para albergar a cientos de personas que eran introducidas en una improvisada pista de baile que, en tales condiciones, en cualquier momento, podía derrumbarse, ocasionando una catástrofe sin precedentes en nuestra Provincia ".
Sustanciadas las actuaciones, con la estricta colaboración de las autoridades municipales y la policía de la provincia, pudo lograrse que el sector del edificio sea clausurado para los fines que era utilizado. Hoy, tal y como lo señalamos en aquella ocasión, remarca el Defensor del Pueblo, mantenemos la postura de que la actividad privada, vinculada a la realización de eventos, la diversión y el sano esparcimiento, es algo necesario para una comunidad, pero quienes la encaren deben hacerlo con responsabilidad, en la conciencia de que el derecho al ejercicio de industria lícita, estatuido por la Constitución, debe ser encarado conforme a las leyes que lo reglamentan. En lo que respecta a este segmento comercial, existen normas que fueron establecidas en resguardo de la seguridad pública, como las que invocamos en el caso citado, y otras que tutelan el interés superior de salvaguardar la salubridad psicofísica de los menores; ambas fueron adecuadamente aplicadas para las últimas clausuras de un boliche y un pub en esta capital, mediante procedimientos preestablecidos, los cuales son normativamente reglamentados.
Pero hay algo que va más allá de la estricta consideración de la ley en este caso, finaliza diciendo el Dr. Gialluca, como comunidad no debemos caer en la hipocresía de afirmar, por un lado, la importancia que tiene el mantenimiento del clima de paz social que aún se vive en Formosa y por el otro no denunciar a los inescrupulosos que permiten el ingreso y la venta de alcohol a los menores o que solo miran su lucro personal en desmedro de la seguridad de quienes concurren a los locales nocturnos que regentean. El rotundo no a este tipo de actitudes no debe ser considerado como un deber solo inherente a nuestras autoridades, que cumplen con una labor preventiva, protectoria y sancionatoria, sino también debe serlo para los primeros interesados que somos los vecinos, concurramos o no a tales lugares, más aún si lo hacen nuestros hijos, para quienes la mejor prédica es el ejemplo ".