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uando anoche transcurrían los primeros minutos de la tercera noche festivalera que marcaba el cierre de la 25 edición de la Fiesta del Pomelo en Laguna Blanca, ya superaban las 80 mil personas las que habían pasado por este evento durante las sucesivas jornadas en que se desarrolló.
La baja temperatura e inclusive una pertinaz llovizna que se abatió por momentos durante las dos primeras jornadas, de ninguna manera aplacó los ánimos de las miles de personas, las cuales provenientes de diferentes puntos de la provincia, estados vecinos e inclusive del Paraguay, le dieron un marco festivo y la ratificación de que esta propuesta se ha impuesto de manera definitiva dentro del calendario de atracciones turísticas que ofrece Formosa.
Si bien la presentación de un grande de la música nacional como Alejandro Lerner y la elección de la nueva “Reina del Pomelo” constituían en dos facetas de atracción indiscutible en la tercer y última jornada de ayer, no lo fue menos la impactante feria, la cual exhibió parte de una política de desarrollo sustentada en ejes como el de la producción, la agroindustria y el turismo, y donde se “sintió el espíritu de la nueva Formosa productiva en pleno desarrollo”.
“Sin dudas que la gente ha sido nuevamente uno de los actores indiscutibles de la fiesta, ya que acompañó masivamente la propuesta, como también al sector empresarial, los grandes, medianos y pequeños, e inclusive muchas familias y el común de los ciudadanos que hizo su aporte para que esto alcanzara el brillo esperado. Sólo en los primeros dos días y parte de este domingo (por ayer) ya superaban las 80 mil personas las que habían transitado por el polideportivo, cifra más que elocuente y que habla por sí sola”, afirmó el coordinador de la Fiesta del Pomelo, Carlos Insfrán.
“Las diferentes áreas de gobierno, el municipio y la comunidad lagunense han sido los ejecutores de una acción que se encuadra a la perfección dentro de la política clara y concreta que se ha trazado la actual gestión de gobierno y que ha encontrado eco en los otros actores principales de este éxito que ha sido la gente”, se insistió.
“Es que en Laguna Blanca no solamente se mostraron las empresas grandes, sino las medianas, estudiantes, el pequeño emprendedor, esa empresa familiar e inclusive quienes en sus pequeñas chacras están aportando con su esfuerzo a esta tarea de hacer la Formosa grandes que todos soñamos”, se subrayó, como también que fue “coincidente la opinión en torno a la decisión de llevar adelante una fiesta de esta envergadura, sobre todos los pequeños empresarios y aquellas familias que se están iniciando como emprendedores privados con sus producciones, ya que tuvieron la oportunidad de mostrar el fruto de esfuerzo, lo que les ha valido no solamente vender sino también hacerse marketing, que dentro del actual escenario económico es fundamental en todo este proceso de tornar rentable toda empresa, por más pequeña que sea”.
“Vinieron visitantes de la ciudad capital, otras del Paraguay de varias provincias, y se encontraron con esta fiesta que los dejó gratísimamente impresionados. Muchos no tenía idea de todo lo que se está produciendo en la provincia y como ha cambiado la gente, hallándose ante una realidad impensada años atrás”, se ponderó.
Desde la esfera oficial también se destacó que sido de tal magnitud la adhesión que tuvo la fiesta, que superó todas las expectativas, con más razón cuando el clima pareció conspirar contra el festival, no obstante lo cual y merced a la capacidad organizativa de todas las esferas de gobierno, de los municipios, de organizaciones civiles de las comunidades de la zona y el común de la gente que mostró una predisposición a colaborar en todo momento, se logró alcanzar el éxito, algo que animó a seguir desarrollando eventos de esta naturaleza.

Fiesta total

Si las dos primeras jornadas festivaleras tuvieron un marco multitudinario, la tercera de anoche que marcó el cierre de la Fiesta del Pomelo, lo fue aún más, y no era para menos, ya que la presencia de Alejandro Lerner sobre el escenario, como también la elección y coronación de la Fiesta del Pomelo, fueron aditamentos más que atractivos para que la concurrencia se incrementara.
Ya desde horas tempranas se anticipaba este escenario, puesto que la cantidad de personas que comenzaron a poblar el polideportivo fue incesante, sobre todo a partir de la tardecita.
Todo el espectáculo que comenzó a vivirse después no fue más que el corolario de una propuesta que desde su primer jornada halló el “aprobado” y que terminó con un “sobresaliente” que no hizo más que ratificar que se está por el camino acertado”.