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Son unos de 400 los expositores que se encuentran tomando parte de la 25 edición de la Fiesta del Pomelo que ayer habilitó el gobernador Gildo Insfrán. Sin dudas se trata de un indicador que refleja a las claras que esta muestra pasa a convertirse en la más grande que se ha organizado en la provincia y también en la región NEA Litoral.
Ente los atractivos de la fiesta del Pomelo está la muestra fruti-hortícola con sus llamativas variedades a la que se agrega ahora la feria pecuaria con la presentación de ganado bovino, porcino y caprino, así como animales de granja que se han transformado desde la apertura misma de la muestra en un aditamento que cautivó a niños y a los visitantes en general, sobre todo aquellos ligados a la esfera productiva.
Desde horas tempranas se pudo apreciar la enorme expectativa en torno a la fiesta que tiene como epicentro el polideportivo de Laguna Blanca, y tanto los anfitriones como muchas familias provenientes del interior formoseño y de provincias de la región y también vecinos del Paraguay, dijeron presente. 
Al mismo tiempo y por primera vez se presenta en Laguna Blanca una exposición de los niños y jóvenes acerca de todo lo que realizan durante el año en materia productiva.
No se trata de una feria de ciencias sino de una muestra de lo que producen en las quintas, el valor agregado que le dan convirtiéndolos en dulces, mermeladas, bombones y licores así como las pequeñas empresas de servicios que han organizado para la reparación y arreglo de  desmalezadoras, de tractores  y maquinarias, es decir que los representantes de las nuevas generaciones que disponen de su espacio dentro del predio.
Esto es inédito en el país, no se ha visto en otra muestra en la nación y está en consonancia con lo que el doctor Gildo Insfrán viene pregonando respecto de la recreación de personas provistas de valores esenciales así como de una predisposición natural para embarcarse en la cultura del esfuerzo y del trabajo.