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La relevancia que adquiere para la productividad en las ahora integradas comarcas del oeste la terminación de la ruta 81, la atracción que promoverá entre los inversores y el acrecentamiento del valor inmobiliarios de las tierras son algunos de los efectos que deviene de esta nueva realidad según la opinión de funcionarios provinciales y legisladores nacionales, sin dejar de merituar su incidencia en el campo cultural y dentro de él en las actividades turísticas con el encuentro de dos regiones que ahora están vinculadas.
Así por ejemplo, el ministro de la Producción, Luis Basterra, reconoce que en el corto plazo se comenzará a percibir ese cambio desde el punto de vista estratégico disponer de una vía de comunicación para que integre a todo el territorio provincial, considerando que cualquier producción que no tenga posibilidad de acceso a los mercados con un criterio eficiente, no puede ser competitivo.
"Cuando disponemos de una ruta como ésta podemos pensar que cualquier punto de nuestro territorio puede derivar directamente hacia los mercados y por lo tanto pensar en modelos rentables y retributivos para los productores en función del esfuerzo que realiza en el lugar donde decidió vivir, ya sea en el este, el centro o el oeste de nuestra provincia", precisó.
Admite que esta obra de infraestructura aumenta el valor de las tierras en esa parte de Formosa.
"Cuando un recurso económico es capaz de generar una renta es la razón de esa valorización ", definió para subrayar que "la ruta ha permitido que se empiecen a valorizar las tierras porque la gente que las compra lo hace con una expectativa de que esto le genere beneficios y esto deviene de una actividad productiva rentable. Y justamente es en el precio de la tierra donde se refleja como los modelos productivos se tornan mas competitivos  y de ese modo se puede cuantificar como se podrá ir generando un ambiente para la productividad ".
Confirmó que se está trabajando para que los productores estén integrados ya que el modelo propuesto por el gobernador Insfrán es de inclusión. "Eso significa que hay espacios para que vengan capitales extraprovinciales pero también-y ese es nuestro objetivo-  que en ese desarrollo productivo estén incluidos nuestros actuales productores -que vinieron hace muchísimos años, dos y tres generaciones atrás- y que los pueblos originarios sean participes de este proceso de desarrollo", precisó.

Los precios suben

Por su parte, el administrador general del Instituto de Colonización y Tierras Fiscales, ingeniero Manuel Rodríguez, reconoce que ya hace un año comenzaron a subir bruscamente los precios de las tierras y que ahora, con la terminación de la ruta, multiplicarán su valor.
Recordó que en esa región casi el 98% de las tierras son fiscales, desde Laguna Yema hasta la línea Barilari, existiendo solamente algunas propiedades comunitarias de los aborígenes y de familias criollas.
Reconoció que en los últimos días llegaron numerosos productores, sobre todo de soja, de otras provincias que vienen a comprar campos para ganadería y para biodisel.
"El biodisel-explico-incorporo otro elemento fundamental .Primero era la sojamanía que desplazó a la ganadería hacia el norte y este desplazamiento vino para quedarse. Esta va a ser la zona ganadera quedando el biodisel y los granos para ser producidos en el sur. Y aunque también en Formosa se va a producir biodisel, seremos una de las zonas ganaderas por excelencia".

Explosión productiva

Trajo a cuento el comentario de inversores cordobeses que conjeturan que en cinco años en Formosa se registrarán una transformación impensada.
"Nosotros también coincidimos con ese concepto y por eso les señalaba que la preocupación del gobernador es que, cuando se dé ese proceso explosivo de la producción, esté incluida la gente de Formosa", acotó.
Rodríguez explico que esa preocupación del mandatario los lleve a acelerar la regulación de la tenencia de la tierra a los productores locales y que después vengan todos los demás que quieran invertir y producir en la provincia."Pero lo fundamental que se nos ha inculcado es que cuando llegue el momento de esa explosión productiva, que ocurra con nuestra gente adentro, que esté incluida en el gran desarrollo por venir", enfatizó.
"Es por eso que prácticamente vivimos en el oeste para convencer al criollo de que cambio su modo de ver las cosas. Ahora no es necesario tener tantas hectáreas para producir. Con pocas y las modernas tecnologías se produce mucho mejor. En esta zona, son todos campos abiertos y entonces necesitan  3.000, 4.000 o 5.000 hectáreas ahora con 1.000 hectáreas, se es rico acá", planteó.