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El administrador del Instituto de Colonización y Tierras Fiscales, ingeniero Manuel Rodríguez, dijo que los que critican los valores por los que se les vende a Liag Argentina en función de los precios establecidos legalmente deberían entender que la provincia no es una gran inmobiliaria y que no puede estar creando instrumentos para unos y otros.
"Además -dijo-lo que pretendemos es contar con precios de venta que fomenten el trabajo de la tierra, la productividad, que es fuente de riqueza y generadora de trabajo para nuestra gente".
Reveló que en la actualidad los precios se han fijado a razón de  80 pesos la hectárea en el Este y de 50 pesos en el oeste. "En función de esto, Liag pagará las casi 10.000 hectáreas con las que se quedó en el centro oeste a razón de 50 pesos cada una de ellas", acotó.
Recordó que cuando hace una década atrás se le vendieron las 40.000 hectáreas a Liag algunos críticos se quejaban y se preguntaban por que se regalaban las tierras, que se les cobraba  el precio de un atado de cigarrillos y nada de eso ocurría ya que simplemente se les cobro el precio que pagaban todos.
Reconoce Rodríguez que en la actualidad  también se está  atrasado porque en el mercado inmobiliario de la zona de Laguna Yema , por ejemplo, la hectárea cuesta 150 dólares,  precio al que  la venden los criollos a  la tierra fiscal mientras que  la provincia lo hace a 50 pesos.
"Se podrá decir que es poco o es mucho. La idea es que se trabaje y además nosotros no podemos fijar en 150 dólares la hectárea porque nuestros productores, a los que tenemos que cuidar, no pueden pagar ese valor y no podemos estar fijando dos precios, uno para el que viene y otro para el que vive aquí. Se impone la igualdad ante la ley", expresó.

Cumplimiento parcial.

El no cumplimiento por parte de Liag del proyecto original no fue total, según las expresiones del titular de Tierras quien recordó que lo previsto era poner en producción 18.000 hectáreas y que en la actualidad tienen habilitadas casi 10.000, con lo que se  que se cumplió con  la mitad del proyecto.
También admite que cuando comenzó el  proceso de transformación desde el modelo formoseño, se  necesitaba que una empresa grande, creíble, viniese a la provincia y se instalara en una  zona adonde nadie quería ir porque el pavimento terminaba en Estanislao del Campo o  en Ibarreta.
"Nadie quería ir a Laguna Yema. Liag lo hizo y por eso debemos reconocer esa presencia de Liag allí", apunta.

Liag permanece

No dejó de mostrarse congratulado porque la empresa tomó la decisión de continuar en la provincia. "Si Liag se hubiese ido todo hubiesen dicho             que "por algo se fue" pero Liag vino y se queda porque se le da seguridad jurídica. Pero también se le dijo que si no cumplían se le sacaban tierras. Y les sacamos", expuso.
Respecto de la propiedad de las 40.000 hectáreas de tierra afirmó que no se les concedió  porque ello habría ocurrido si cumplían con el plan de trabajo.
"Lo mismo va a pasar  ahora con las casi 10.000 hectáreas con las que se quedaron. En la medida que cumplan con el plan de trabajo que presentaron ahora, se les transfieren las tierras", aseguró

Buenas tierras.

Han previsto dedicarse a los cultivos sustentables, cereales, fundamentalmente algodón. Y van a poner la desmotadora en uno o dos años cuando hagan volumen suficiente.
Además están haciendo soja y lograron excelentes rendimientos con el trigo a razón de 3.600 kilos por hectárea, todo con riego.
"Ello demuestra además que nuestras tierras del oeste sirven. Y mucho. Por lo tanto no es errado el proyecto de Gildo Insfrán cuando habla de la integración del este y el oeste y que se debe invertir", advirtió Manuel Rodríguez quien admitió que "todo lo que pasa me devuelve el optimismo respecto de Liag porque se comportaron como verdaderos caballeros y entendieron absolutamente todo lo que se les propuso".