Ponen el acento en la afirmación de los valores morales de la comunidad.

En ocasión de las celebraciones comunitarias de la Nochebuena y la Navidad que fueron impulsadas desde los ámbitos oficiales para la afirmación de los valores morales como punto de partida para una convivencia social positiva, se reconoció ...

En ocasión de las celebraciones comunitarias de la Nochebuena y la Navidad que fueron impulsadas desde los ámbitos oficiales para la afirmación de los valores morales como punto de partida para una convivencia social positiva, se reconoció la alta respuesta alcanzada en la campaña cultural orientada a la difusión del pesebre como un símbolo de la fraternidad y de la identidad así como de motivación real para resolver los desafíos que plantea la modernidad.
Como tradicionalmente ocurre, el ministerio de la secretaría general del poder Ejecutivo ordenó el armado del pesebre navideño en el hall de la planta baja de la Casa de Gobierno que desde el 8 de diciembre es visitado por niños y adultos, evocándose el nacimiento de Jesús pero con los aditamentos de la realidad formoseño que están reflejados en las coberturas del establo para las que se utilizaron flores de coco y palma que le otorgan fortaleza y buen aroma a la estructura. Su montaje estuvo a cargo del personal de Intendencia de Casa de Gobierno bajo la dirección de su titular, ingeniero Humberto Cappello.
En realidad, hubo una ponderación del pesebre navideño por sobre el pino en el que se cuelgan guirnaldas y luces de colores en la comprensión de que el momento actual demanda una serena reflexión de la ciudadanía acerca de las implicancias intrínsecas de la representación del ámbito que cobijó al hijo de Dios al nacer, sobre todo para que prenda en el alma de los formoseños la relevancia de estar atados a los sentimientos de amor, paz y justicia así como también a los valores claros de la humildad, unidad, solidaridad y organización representados en la familia cristiana.
Desde la secretaría general hubo una invitación concreta para que el mensaje del pesebre navideño sea complementado con el armado de esta simbología religiosa en cada lugar público y privado de la provincia y la respuesta fue tal que se multiplicaron los pesebres en ministerios, organismos y reparticiones-entre ellas la Policía y las casas de la solidaridad- así como en los establecimientos de enseñanza. En ese último caso, fue motivo de beneplácito el comportamiento de la comunidad educativa ya que pese al receso escolar se respondió con creces al llamado de las autoridades locales.
Así por ejemplo, causó sorpresa entre ellas, y en particular en el autor de esta iniciativa, el doctor Antonio Ferreira, el detalle de que los alumnos no solamente armaron los pesebres tradicionales sino que se organizaron para mostrar a la vecindad el pesebre viviente del que participaron con compromiso los alumnos de los distintos establecimientos, un detalle que gratificó ya que uno de los objetivos de esta idea es la de que se fortalezcan los sentimientos de la identidad y de las ejemplaridades morales y éticas para que reaseguren un futuro pacífico y en convivencia.
Esta ponderación de la Navidad como acontecimiento esencial para el reencuentro y el accionar común de los seres humanos en la conformación de una sociedad cálida y unida, fue también la razón que llevó al propio gobernador Gildo Insfrán a sumarse a los actos religiosos tradicionales.
Se aclaro que esta reafirmación de los hechos del pasado religioso, al que el pueblo formoseño está íntimamente ligado, no solamente tiene significancia para fortalecer el enriquecimiento espiritual comunitario de moldo tal que se embarque en la empresa del bien común sirviendo, sobre todo, a los anhelos de solidaridad que surgen de las distintas franjas sociales y al mismo tiempo a los que necesitan de gestos y acompañamientos altruistas para que abracen la justicia social.
La exaltación del nacimiento de Jesús, como prenda de unidad de los formoseños, tuvo su correlato con otras presentaciones, como la ocurrida en la Cruz del Norte, donde se destacó la música de alta jerarquía coral.
Esa línea central de convocatoria en una celebración que se rescata con fruición por lo que importa para el derrotero de la familia formoseña y en particular para la juventud, es a la que apeló el gobierno provincial para organizar todas estas actividades que continuarán hasta el próximo 6 de enero.
Se conjugan en esa iniciativa, la reafirmación del sentido de pertenencia, la identidad cultural, la exaltación de los valores morales y la recreación de un pasado cristiano que es de utilidad como camino a transitar por las nuevas generaciones, en el entendimiento de que una mirada hacia los réditos que surgen de esas actitudes ha demostrado que deriva en notables evoluciones comunitarias que nacen de lo particular peor que crece y se realza en la acción colectiva.
29-12-2007 | Cargada en Sociales - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social