La música toba con ritmo electrónico "cautiva" a EEUU.

"Tonolkec" es el dúo musical, que combina ritmos indígenas de los tobas de nuestra región con música electrónica, quienes triunfaron en su paso por la capital estadounidense. Quienes lo conforman son la clorindense Charo Bogarín ...

"Tonolkec" es el dúo musical, que combina ritmos indígenas de los tobas de nuestra región con música electrónica, quienes triunfaron en su paso por la capital estadounidense. Quienes lo conforman son la clorindense Charo Bogarín y el chaqueño Diego Pérez.
Después de haber trabajado durante tres años con las comunidades indígenas tobas en el norte de la Argentina, Tonolec aterrizo la semana pasada en los Estados Unidos donde mostraron su música, primero en Nueva York, en el auditorio de la Americas Society, y luego en Rumberos, en Washington.
En ambos lugares, la fusión que han logrado de la música toba con la electrónica provocó un enorme entusiasmo. La noche en que estrenaron en Rumberos, la sala no podía estar más llena. Gustavo Huapalla el dueño de este restaurante/café concert, estaba impresionado.
"A mí me gustaron mucho de entrada, pero no tenía idea si a los norteamericanos les iba a gustar. Realmente me tiré un lance al traerlos -dice-. Pero por lo que veo, están todos muy entusiasmados".
De hecho la música que hace Tonolec es muy original. Mezcla lo primitivo y folclórico con lo electrónico de una manera sorprendentemente armoniosa y original.
Charo Bogarín nació en Clorinda, Formosa; Diego Pérez, en Resistencia, Chaco. Es allí donde se conocieron en el año 2000. Charo era una bailarina que había trabajado de periodista, madre de una niña de trece años. El estaba estudiando composición musical en Córdoba. Pero enseguida descubrieron que estaban en la misma sintonía.
"Al principio nos dedicamos al pop electrónico. Nos ganamos un premio y nos fuimos a España donde trabajamos con Gustavo Santaolalla", dijo Charo al diario Clarín. "Estando afuera nos dimos cuenta de que no estábamos representando la música de nuestro lugar. Al regresar decidimos hacer algo en el Chaco y fuimos a ver a los tobas".
"Fue una experiencia increíble -dice Diego-. Los tobas tiene un coro antropológico en el que nadie modifica nada y todo se va transmitiendo de generación en generación por la tradición oral, la fonética".
Al principio no fue fácil integrarse al coro, pero poco a poco Diego y Charo fueron ganándose la confianza de sus integrantes, todos hombres y mujeres mucho mayores que ellos. "Terminaron por adoptarnos", cuenta Diego.
"El problema es que ellos están muy acostumbrados al saqueo -se queja Charo-. Por ejemplo, van señales de TV internacionales a filmarlos y no les dan nada a cambio".
Poco a poco Charo y Diego fueron descubriendo que el sentido de las canciones tobas son sagradas y que son espacios que no se podía profanar. ¿Cómo hacer entonces para introducir esta música en el mundo de la electrónica? El proceso duró dos años y el resultado es realmente asombroso. El 22 de noviembre despidieron el año en Buenos Aires con un show en el ND/Ateneo.

10-12-2007 | Cargada en Cultura - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social