Naty Petrosino: "hay quienes no tienen ni idea de lo que se hace en el oeste".

Naty Petrosino reconoció que las descalificaciones respecto de la realidad formoseña a veces surge por ignorancia o desconocimiento de lo que hace el gobierno y las propias entidades de servicio, apuntando contra los dirigentes ...

Naty Petrosino reconoció que las descalificaciones respecto de la realidad formoseña a veces surge por ignorancia o desconocimiento de lo que hace el gobierno y las propias entidades de servicio, apuntando contra los dirigentes y la propia gente que opina sin haber ido más allá de Las Lomitas.
Cuando se le hizo notar que se desatan cíclicamente campañas desde los medios nacionales para enrostrar lo que califican como denigrante, justificó la actitud en la necesidad de llamar la atención de los lectores o televidentes.
"Como decía Teresa de Calcuta, para ayudar al pobre hay que vestir su misma ropa y comer su misma comida. Y por eso, un año dormí a la intemperie, solamente protegida por los árboles, con ellos", sugiere.
"A mi me decían que cuando un perro muerde a un hombre no es noticia y sí lo es cuando un hombre muerde a un perro", expuso para insistir en que "Por eso siempre se busca el lado malo de la cosa y no lo bueno porque les da más réditos".
"Pero yo creo también, desde otro lugar, en el caso de la gente común que viene a visitarme desde otros lugares del país lo primero que me dice es "Y el gobierno no hace nada ?". "Y yo les digo que no tienen idea de lo que hace el gobierno y de lo que hacemos todos a su vez y es muy lento", reflexiona.
Enseguida, sugirió:"Hay que vivir acá. A todos los que hablan los invitaría a venir a vivir a las comunidades y que vean esta realidad, vivirla".
Naty asumió luego una postura que admite que probablemente genere disgustos al interpretar que "hay muchísimos formoseños que no conocen el oeste, que no tienen la menor idea de como vive la gente. Y se ofende porque alguien dice como vive la gente porque no han ido. Y cuando se enteran se enojan con el gobierno porque no saben lo que es vivir allá. Hay muchísimos formoseños que no tienen la menor idea".


Lugares desconocidos


Contó que cierta ocasión había tenido un altercado con una persona, de una ferretería de Juárez, porque no sabía donde quedaba El Divisadero que está a 60 kilómetros de allí. "Es que no sabía lo que era, no sabía donde estaban sus habitantes", se extrañó.
"Entonces no es solamente la gente de Buenos Aires o de otros lados no saben sino los de acá mismo quienes deberían interiorizarse más para saber  todo lo que se ha hecho y todo lo que aún no se puede hacer aun para promocionar a la gente que, lentamente, está aprendiendo",avanzó.
Respecto de la problemática aborigen, admitió que hay ciertos sectores que creen que principalmente  los aborígenes de todo el país tienen todos los derechos del mundo y ningún deber.
"Yo los amo y ellos también a mí...... me consta, donde trabajo. Pero yo les exijo que trabajen, no les doy ningún regalo, todos se  ganan lo que hacen", puntualiza para relatar que trabajan la construcción de sus propias casas ,desde la elaboración de los ladrillos hasta el levantamiento de las paredes y la colocación de los techos..
"Es que yo quiero dignificar más  que darles y que reclamen simplemente siempre. Que ellos sepan que tienen deberes  para con Dios, con la Patria y con ellos mismos, afirma.


Más que en otros lugares


Naty  elogió efusivamente el cambio que se ha producido a partir de las obras que se construyeron, destacando que esa transformación y progreso que ve en Formosa no lo ha apreciado en ningún lugar de la Argentina.
"Veo que se han hecho maravillas y  como ha evolucionado toda la provincia en estos catorce años", elogió quien a fines de 2006 fue consagrada como La Mujer del Año, tras una selección de 12.000 postulantes del mundo, todas ellas dedicadas a un trajín humanitario intenso para procurar la disminución de la pobreza y de las necesidades..
"En todos los pueblos que voy cruzando veo que tienen casas, escuelas, viviendas dignas. Y en El Potrillo tenemos un hospital buenísimo porque teníamos uno que era terrible, de barro", señaló para relatar que "Hay escuelas por todos lados y en Juárez un hospital de alta complejidad. Realmente es una maravilla todo lo que se ha hecho y me gustaría que la gente se dé cuenta, como yo que vengo de otro lado, de las maravillas que se ven aquí".
"Además-añadió-la ciudad de Formosa también  está tan linda .Hay tantas obras haciéndose......Es muy lindo, para mi es muy gratificante....Hasta en las estaciones de servicio en las rutas que ahora hay para tomar un café durante los viajes....Ha cambiado totalmente. Y ahora con la ruta 81 que es una cosa maravillosa después de catorce años padeciendo esa ruta terrible y ahora al tener el asfalto es una maravilla".
"En lo personal, de todas las provincias que recorro, y que son muchas, es la que mas he visto progresar. El progreso que he visto aquí no lo he visto en otras provincias", insiste..
Naty hace ya catorce años que prácticamente vive en Formosa donde se pasa  varios meses y hasta un año entero trabajando con la gente...
El lugar se llama El Divisadero, donde trabaja con los aborígenes wichí y los criollos del departamento Ramón Lista, compartiendo, además, esta tarea con la gente de El Cruce, el Treinta, El Pozo, El Quebracho.
"Trabajamos con todos porque sino caeríamos en lo que antes señalábamos. Es decir hacerlo con unos y no con otros .Yo trato de que se amen criollos y aborígenes, compartan sus tareas, convivan y se acepten", explica.


Choque con la realidad


Petrosino evocó los momentos de su primera vez en Formosa y el impacto que le provocó la realidad del oeste. Tuvo una reacción temperamental y hasta endilgó culpas, sobre las cuales ahora, con el paso del tiempo y la experiencia de la convivencia, la lleva a una mayúscula demostración de humildad a partir de un acto de contrición: "Realmente- y en esto debo pedir perdón públicamente a la gente de Formosa -porque no podía entender ,por mas que yo haya trabajado por mas de veinte años en villas de emergencia y en el sur, inclusive en el desierto de Mendoza con los descendientes de huarpes, lo que encontré aquí era realmente increíble. Gente viviendo bajo un árbol en la más terrible indigencia. Lo primero que hace uno es enojarse porque me planteaba lo siguiente: "Como los que están tan cerca no los vio y yo tengo que venir y los veo".
"Con quien se enojó?", fue la pregunta obligada."Con la gente que vivía cerca....con la gente de Juárez, con la que me llegué a pelear porque teniendo poder adquisitivo les preguntaba: "Como no vieron esto?" .Y hasta una monja que vivía allí, ante mi recriminación, se puso a llorar y me dijo:" Quiere decir que yo no hice nada en mi vida?".Ahora le pido perdón. Es que hizo lo más que pudo hacer. Después de tantos años me di cuenta que ellos están en un estado evolutivo totalmente diferente a nosotros. Van muy lento en su evolución, responde.


Desde la convivencia


Naty cuenta como se las arregló para que su misión fuese comprendida por los aborígenes."Cuando recién llegué me tocó vivir todo un año debajo de un árbol como ellos para que acepten que les hagamos casas. Ahí me di cuenta que no era que no les habían querido hacer casas en estos 500 años sino que no las querían. No las querían. Creía que se pondrían felices porque les fuéramos a ayudar. Nó! Ellos venían todos los días y me decían:  "Nosotros aceptarte nuestra hermana...nosotros aceptarte que vos venir".Y yo me asombraba y pensaba: Como no van a estar contentos si yo soy la que tengo que estar de acuerdo y no ellos". Pero después de tantos años me día cuenta que tenían razón. Yo tengo que estar feliz de que ellos me aceptaran.
Y fue entonces cuando comencé a entender todo este proceso lento", narra
 "Es que el choque cultural es grande. Debemos aprender a comprenderlos y la única manera de hacerlo es conviviendo con ellos", enseña.


Sin discriminar


Católica ferviente, Naty respeta la religión de los aborígenes. Casi todos son anglicanos o evangélicos. Igualmente, les ha construido un templo haciendo caso omiso a las divisiones. Las únicas que acepta son las de Boca y River, cuando disfruta distribuyendo las camisetas a los niños y adolescentes wichí, en las horas de recreación que forman parte de su propio esparcimiento en esos solares solitarios y silenciosos.
Para el final, para no interrumpir sus oraciones, le consultamos si no se cansaba de perseverar sin resultados a la vista ya que los pobres parecen interminables: "Si yo lo hiciera en función social únicamente, desde la beneficencia-como se hace en el mundo- no podría seguir. Pero me sentiría muy mal. Solamente en la provincia de Buenos Aires he llegado a dar de comer a 7.000 personas durante mucho tiempo y  no lo he podido lograr. No se termina ni el hambre ni la miseria y no se puede promocionarlos para que mejoren su condición social. Eso haría que yo bajara los brazos. Pero como lo hago solo por amor a Dios y El dice que hay que darle al que no nos va a agradecer, al peor, al que aparentemente no lo merece. Entonces, eso es lo que me dá mas fuerzas y por eso no voy a bajar los brazos".

04-12-2007 | Cargada en Cultura - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social