Para el año próximo, alrededor de 4500 personas, todas ellas aborígenes que residen en diferentes puntos de la provincia, se verán beneficiadas con sus viviendas propias, las cuales responden a un prototipo gestado ...
Para el año próximo, alrededor de 4500 personas, todas ellas aborígenes que residen en diferentes puntos de la provincia, se verán beneficiadas con sus viviendas propias, las cuales responden a un prototipo gestado a partir de aportes realizados por los propios indígenas.
Y para que esto pueda concretarse es que el gobierno provincial estará lanzando esta semana el llamado a licitación para la construcción de 866 viviendas –las cuales incluyen la infraestructura básica- para comunidades donde habitan aborígenes de las diferentes etnias (Wichí, Pilagas y Tobas), obras que demandaran una inversión superior a los 60 millones de pesos.
De ese total, 116 se construirán en el barrio Namqom, otras 75 en el sur provincial, en colonias de la jurisdicción de El Colorado y Misión Laishí, y otras 220 en comunidades como Bartolomé de las Casas (zona de Fontana), Juan Bautista Alberdi y Ensanche Norte (Estanislao del Campo e Ibarreta), San Carlos (Perin) y El Descanso (Las Lomitas).
Las restantes 455 viviendas se construirán en alejados parajes del extremo oeste (departamentos Ramón Lista, Matacos y Bermejo), beneficiando desde barriadas de Ingeniero Juárez a pequeños parajes cercanos a localidades como Pozo de Maza y General Mosconi.
Se explico que la tipología de vivienda que se diseñan para estas comunidades están adecuadas a la cultura de estos pueblos originarios, explicando que "del primer prototipo que se hizo de la vivienda aborigen, se han ido incorporando modificaciones, y muchas de ellas han surgido por sugerencias de los aborígenes".
El mismo titular del IPV, Martin Muracciole indico que en el caso del extremo oeste, "estos tienen una característica de habitar comunidades pequeñas, distante unos pocos kilómetros una de otra, y en cada una de ellas de acuerdo al relevamiento realizado, vamos consensuando el numero de casas a construirse en cada caso"
Destaco que "conocer en detalle su cultura, nos permite diseñar una vivienda con una arquitectura adecuada a su forma de ser, lo que ayuda inclusive a que tengan una mayor valoración de su casa, y es algo que se nota cuando nos requieren para sus hogares".
Otro hecho no menor reside en que además y como ahora en estas comunidades ya se disponen de servicios como luz eléctrica y agua potable, las construcciones incorporan las instalaciones correspondientes, y otras dependencias que "le permiten mejorar sensiblemente sus condiciones de vida, y no solo en confort, sino en todo el aspecto del cuidado de la salud en cada familia tiene otra incidencia importante".
Muraciole dijo que a la hora de proyectar las casas "se tiene en cuenta hasta los mínimos detalles, por ejemplo se construye la casa contigua a un árbol, ya que ellos por ejemplo cuelgan sus enseres, por lo que no se puede obviar, aunque tampoco se deja a un lado otras pautas que han ido adquiriendo como habito normal, tal es el caso de que sus niños van a la escuela y necesitan hacer sus deberes en la casa"