Los pobladores del extremo oeste emocionados con pavimentación de la Ruta 81.

La pavimentación total de la Ruta Nacional 81 trajo como consecuencia no sólo la posibilidad de mirar firme hacia el futuro por todo lo que representa como elemento dinamizador y modificador de la realidad de los pobladores del interior ...

La pavimentación total de la Ruta Nacional 81 trajo como consecuencia no sólo la posibilidad de mirar firme hacia el futuro por todo lo que representa como elemento dinamizador y modificador de la realidad de los pobladores del interior, sino que provocó en ellos un profundo sentimiento emotivo, que los llevó incluso a derramar un par de lágrimas tras su culminación.
Es que quedan atrás unos 100 años de penosas travesías, azarosos momentos y sacrificados viajes, todo ello impuesto por el camino agreste y solitario. Esto fue la Ruta Nacional 81 para los pobladores del interior de Formosa, aquel residente del extremo oeste cuya única vía fue siempre el tren correspondiente al Ramal C- 25 de Ferrocarriles General Belgrano, que cuando desapareció en su recorrido, dejó aún más huérfano a todos.
Quizás conociendo tantos años de sufrimientos y desdichas de varias generaciones de formoseños, es que se justifican y comprenden en su justa dimensión las lágrimas que más de un poblador de la zona dejó escapar, el pasado martes en un punto entre las localidades de Los Chiriguanos e Ingeniero Juárez, donde el gobernador Gildo Insfrán y su comitiva, más el administrador general de la Dirección Nacional de Vialidad, el ingeniero Néstor Periotti, unieron el este con el oeste, del largo brazo de la Ruta nacional 81, cuya pavimentación por fin terminó.
Estaba allí un heterogéneo mundo de personas. Maestros con sus alumnos, pobladores de barrios de poblaciones como Juárez, Los Chiriguanos, Pozo de Maza, Pozo del Mortero, Laguna Yema, Juan G. Bazán, General Mosconi, Lote 8, El Potrillo, El Quebracho, comerciantes de todos estos sitios, etnias aborígenes, intendentes de casi todas las poblaciones de la provincia, funcionarios, técnicos, operarios de las empresas a cargo del trabajo, periodistas y todo aquel que aceptó ser protagonista de un momento histórico, del tipo que le gustaría a cualquiera relatar a los que vienen.
Un maestro al frente de sus alumnos de una escuela de Ingeniero Juárez, dijo que "para nosotros es una alegría inmensa contar ahora con el pavimento total de la ruta, y aparte, nos conectamos de manera directa con la provincia de Salta, que siempre nos parecía lejana, al igual que nuestra capital. Es demasiado importante para nos juarences porque es un sinónimo de progreso, y dejaremos atrás mucho tiempo de sufrimiento y ahora se constituye en algo que marcará nuestro desarrollo", remarcó.
Un colega suyo, muy cerca, acotó que "con el gobernador y el intendente que tenemos (Cristino Mendoza) ahora acompañaremos la etapa del progreso y esperamos que se concrete del modo que pensamos se dará. Ingeniero Juárez será uno de los mejores pueblos del interior de Formosa y de la zona donde estamos, más aún porque somos la puerta de entrada desde Salta y estamos en el camino hacia el otro lado, es decir hacia la capital, Paraguay y todo el océano Atlántico", afirmó, con conocimiento correcto de la importancia estratégica de la monumental obra.
Dos mujeres también de Juárez, luciendo su mejor ropa de gala para tan especial acontecimiento, coincidieron con los anteriores entrevistados, Indicaron en su tonada criolla que "está visto que lo que parecía imposible se puede lograr y eso nos pone realmente contenta y aparte, nos coloca como protagonistas de un momento histórico, inolvidable. Podremos contar a quienes quieran que fuimos partícipes de este momento irrepetible, que es observar el trabajo final de la pavimentación total de la Ruta Nacional 81".
Añadió una de ellas que "la ruta ya está siendo utilizada, porque ya pasan por aquí colectivos de varias líneas y camiones cuyas patentes jamás vimos por aquí. Sin dudas es un progreso para los juarences, desde el punto de vista económico y laboral y lo digo con mucha confianza, ya que me siento como si fuera nacida aquí, a pesar que mis padres vinieron de Salta hace unos 35 años", afirmó la mujer.
Otro docente tampoco ocultó su emoción y dijo exultante que "es un gran avance para nuestra localidad y todas de esta zona, ya que hace tantos años que estamos esperando la obra. Es el fin de largas penurias para nosotros, que teníamos que recorrer largos kilómetros para llegar a las escuelas y en algunas ocasiones, para arribar a la casa de algunos alumnos que necesitan de nuestro aliento. Se abaratarán además las mercaderías y los bienes de capital que llegan hasta Juárez, que antes pagaban por lo costoso que era llegar, pero ahora todo eso quedó atrás", dijo sin parar, como si tuviera elegidas las palabras para la ocasión.
Walter Ramírez, un poblador de Formosa capital, del barrio San Francisco, ex viajante del interior que cayó cautivo de las bondades de Ingeniero Juárez y se afincó allí desde hace tres años junto a su familia, también reflejó su testimonio.
"Es un lujo haber compartido este momento con toda esta gente, que se lo voy a contar a mis nietos con seguridad. Soy un viajante con más de 20 años de trabajo en la zona, donde muchas veces he sufrido por el camino feo y cuántas veces me quedé en el barro y el lodo por 10- 15 días. Este no es sólo un factor de alegría para los juarences, sino para todos los formoseños y porqué no para el país, porque es ahora un camino internacional por su ubicación estratégica", afirmó.
Contó acerca de los ingratos momentos anteriores, que "antes, cuando llovía, no quedaba otra que quedarse en estos pueblos hasta que el camino se mejore y pobre de uno si se quedaba atascado en la ruta, donde debía acampar durante un par de jornadas y donde nadie ye ayudaba, no por falta de solidaridad sino carencia de medios".
Como un monótono, agregó que "quién iba a pensar que ahora, un viaje desde Formosa capital lleva nada más que unas 5 horas y media, cuando anteriormente eran de 14, 15 o más, hay veces días en la ruta. Eso potencia al máximo esta hermosa realidad y está de algún modo obligándome a afincarme definitivamente en Juárez, donde estoy con mi esposa, mi hija ya mayor (19 años) y mi hijo varón, un gendarme, que gracias a Dios, también está con nosotros".
Un empleado municipal, luciendo su uniforme, que procuraba hacerse entender ante un bullicioso grupo de mujeres que reflejaban con gritos tan especial momento, dijo que "es una obra maravillosa, en particular para nosotros los pobladores asentados a su vera y en general para quienes quieran utilizar la traza, ya que se trata de un corredor bioceánico, según tenemos entendido, que puede enlazar la costa oeste con la del este". Acotó que "vine con toda mi familia y algunos vecinos para compartir este inolvidable momento, porque esta ruta nos unirá con todos, con los brasileños, chilenos, salteños, todos", visualizó.
20-09-2007 | Cargada en Sociales - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social