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El Gobierno Provincial y el Obispado de Formosa se encuentran accionando de manera conjunta en tareas tendiente al abordaje de los chicos en situación de calle, y en este sentido es que compartieron un interesante taller de reflexión y capacitación, transformando las prácticas con niños y adolescentes a la luz de la Convención Internacional de los Derechos del Niños.
Al efecto estuvo en la sede del encuentro, que fue el Hogar de Día, además del secretario de Desarrollo Social, Fabián Pino, el Obispo de Formosa, José Conejero, Adriana Bordarante integrante del secretariado Nacional para la Familia y delegada ante Oficina Internacional Católica de la Infancia, la directora del área de Discapacidad, Liliana Saavedra, además de regentes de los hogares donde se encuentran chicos institucionalizados.
Bordarante, miembro de esta Oficina Internacional Católica de la Infancia, entidad organizadora del taller dado en llamar "transformando las prácticas con niños y adolescentes a la luz de la Convención Internacional de los Derechos del Niño", indicó que a través del programa se genera un espacio de intercambio y reflexión en torno a la temática de los derechos de los niños y la familia.
"Hacemos un abordaje sobre los derechos del niño vinculados a la realidad, y desde allí ver todos los ejes de trabajo: la familia, la escuela, y también apreciar como nos posicionamos cuando estamos ante una familia y un niño en una situación particularmente difícil", explicó.
Dijo que la ponía contenta ver que "existe una comprensión en torno a la necesidad de reunirse y trabajar de manera conjunta para el mejoramiento de todas las situaciones. Es auspicioso que trabajemos con equipos interdisciplinarios y en redes, dado que ello es de fundamental importancia", comentando que con el obispo charlaron "sobre la preocupación que tenemos como Iglesia en la relación de la familia con los niños".
"La niñez es lo mas importante que tenemos, por eso cada niño cual fuera la situación en que se encuentre tiene una familia, y a ello tenemos que apuntar", sostuvo.
En tanto que el obispo Conejero señaló que en este tipo de talleres "me viene a la mente la solidaridad, que en realidad es una virtud y expresa esa voluntad constante y permanente, como decía Juan Pablo Segundo, de empeñarnos por el bien común, o sea que todos somos responsables de todo".
"Me ha impactado profundamente e inclusive me ha interpelado como de las necesidades de los niños y las familias, todos los que vivimos en la comunidad somos responsables. Por supuesto, cada uno desde su propio rol o función que tiene, ya sea desde la Iglesia, el educador o quién está a cargo de un centro u hogar", reflexionó.
Entendió que "nadie puede decir me corro ante situaciones difíciles, sino que todos estamos involucrados", destacando que "lo lindo es que estamos reunidos y viendo lo que cada uno podemos aportar para dar respuesta a esa responsabilidad que nos cabe a todos. La Iglesia aporta mucho, ante todo el amor, y no se muestra indiferente nunca ante los problemas".
Comentó asimismo que hoy lunes vienen otros profesionales del secretariado de la Familia para continuar con este tipo de talleres, que son los que "aportan a la formación permanente del clero, ya que es necesario informarnos sobre las problemáticas y como actuar. Lo que hicimos fue extensiva la invitación a instituciones, grupos, hogares y áreas del gobierno para hacer más provechoso todo, y ojalá sea el inicio de una acción conjunta para el bien de los demás", aspiró.
Es dable señalar que además de esta tarea conjunta entre el Obispado de Formosa y la secretaría de Desarrollo Social, el organismo provincial a través del plan sobre la niñez, adolescencia y familia ya viene trabajando en todos los lineamientos de la Ley de Protección Integral.