Algodón con repercusión nacional.

La producción algodonera formoseña nuevamente es novedad, por la intervención del Estado provincial, en el mercado mundial. Eso es lo que rescata el diario de habla español de mayor tirada en Sudamérica...

La producción algodonera formoseña nuevamente es novedad,  por la intervención del Estado provincial, en el mercado mundial. Eso es lo que rescata el diario de habla español de mayor tirada en Sudamérica, que es Clarín, en su sección económica de ayer.
En el análisis de qué modo se puede reactivar una producción en baja por diversos factores, la nota hace mención a que de manera innovadora, en Formosa se introdujo el mismo estado como “jugador más del negocio”, con resultados más que óptimos y desgrana interesantes datos mientras desliza que por lo exitoso del emprendimiento, el modelo fue replicado por otras grandes provincias algodoneras argentinas, como el Chaco y Santiago del Estero.
Bajo el título de “Nuevo jugador en el negocio del algodón” y con una volanta que indica “Suben los precios”, el diario metropolitano coloca bajo la lupa la metodología aplicada por el gobierno formoseño para reencauzar una producción que en crisis, hacía peligrar su subsistencia y en ese marco, pone de relieve también que el algodón es el cultivo más protegido del mundo, que a través de los subsidios, impide su ingreso en condiciones normales a los grandes mercados mundiales.
Cabe destacar que obviamente Clarín se refiere al sistema de colocación de planchadas de acopio algodonero en una decena de localidades son esa producción en la provincia, fijando un precio referencial de 740 pesos la tolenada, convirtiéndose en comprador y al mismo tiempo, reactivador del sector, a la que previamente asistió con semillas, combustibles, asesoramiento técnico para una calidad en el producto y lucha contra las plagas y hasta créditos, los más bajos existentes en plaza.
Todas estas asistencias fueron promovidas y puestas en marcha por el mismo gobernador Gildo Insfrán, quién instruyó meticulosamente a los actores productivos- llámese el ministro Luis Basterra y todos los funcionarios- para que la campaña algodonera no se vea afectada por los factores mundiales ni climáticos para su crecimiento. La lluvia excesiva y la prolongada sequía, más el vaivén de los precios en el mercado internacional en franca caída, conspiraban contra la actual campaña algodonera, pero a través de esta propuesta, la del rol del Estado provincial, como “un nuevo jugador en el negocio”, rescatado por Clarín, logró que la campaña algodonera sea todo un éxito en Formosa.
Subrayan en la publicación de ayer (cabecera de página con una infografía demostratriva) que esta medida lo tomó el gobierno provincial  para “evitar una quiebra de los productores algodoneros, y entonces decidió convertir al Estado provincial en un jugador más del negocio”.
Afirmó que con ese fin “se reactivó una desmotadora- en alusión a la de General Belgrano- y luego fijó precio nada menos que en el mercado  de futuros de Nueva York. Así, la provincia salió a ofertar 740 pesos por tonelada de algodón, en momentos en que se pagaban entre 450 y 500 pesos, uno de los precios más bajos de la historia”.
Añade que “absorbimos el 35 por ciento de la producción local. Pero por sobre todo, fijamos un precio de referencia y estimamos que por esta vía se inyectaron 10 millones de pesos a la economía provincial, que de otra forma se hubieran perdido. Hoy Formosa tiene 5.000 toneladas de fibra que se irán vendiendo paulatinamente para recuperar la inversión”, tomando las palabras el ministro Basterra.
Sigue Clarín e indica que “la sorpresa llegó cuando  las dos mayores provincias algodoneras, Chaco y Santiago del Estero replicaron el ejemplo. Esta movida permitió un leve incremento de la producción nacional, que totalizó 415.000 toneladas en bruto, equivalentes a 130/ 140 mil toneladas de fibra. Pero esta intervención también reactivó una vieja discusión: qué hacer con el algodón”.
Culmina su frase la nota, firmada por Matías Longoni, señalando que “es que del cultivo viven miles de productores norteños, cuya situación ha ido de mal en peor”. Hacen’ historia e indica que “en 1998, en rigor, el país llegó a cosechar 1,3 millones de toneladas y era gran exportador. Pero luego esa producción declinó bruscamente y la Argentina pasó así a ser importadora”.
Acota que “el mercado, salta a la vista, no resolvió el dilema de este sector, básicamente porque se trata de uno de los más protegidos en el mundo. Se estima que en el 2005, los grandes jugadores (Estados Unidos, Europa y China) gastaron 4.700 millones de dólares en subsidios. Por eso aquí ya se comenzaron a buscar alternativas para hacer frente a ese arsenal. Para empezar, la semana pasada, legisladores del bloque Norte Grande acordaron impulsar una ley para crear un fondo compensador de precios”.
Esta es la traducción textual de la nota de Clarín, donde refleja lo que ocurrió en Formosa con el algodón, con activo rol del propio Estado, que salió directamente a tallar, logrando no solo que la producción de los pequeños productores se vea coronada por el éxito, sino también lograr una diferencia a favor de la economía provincial, con el condimento extra de que el modelo fue imitado por dos provincias también algodoneras. ¿No será el momento en que la Nación tome además este modelo para toda la producción algodonera? En Formosa arrojó un esperanzador éxito, que reflejó Clarín en su página de análisis económico, que ya es mucho.
02-06-2005 | Cargada en Novedades - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social