Insfrán no concibe que haya opositores al manejo del agua en toda la provincia.

Anticipó que está entre los planes del gobierno construir las obras de la laguna La Salada, sobre la traza de la ruta provincial 24, con lo cual habrá una oferta comparable con la presa de Laguna Yema.

El gobernador Gildo Insfrán dijo que no puede concebir que haya formoseños que dicen querer a su provincia que se opongan sistemáticamente a las obras que se encaran para el manejo y aprovechamiento de los recursos hídricos de Formosa, sobre todo porque el agua se ha convertido en un recurso estratégico en el mundo a punto tal que los expertos en política internacional estiman que puede ser el desencadenante de una tercera guerra mundial.
"Hay quienes todavía no alcanzan a valorar la dimensión de este verdadero tesoro que tenemos aún en la provincia y que merced a un manejo criterioso y responsable no solamente estamos llevando sus beneficios a comunidades enteras que debían soportar los rigores de la precariedad de las lluvia sino que también han tenido graves pérdidas en el sector productivo", puntualizó.
En ese sentido recordó todas las dilaciones que tuvieron que soportarse para comenzar a construir obra hidrovial de la ruta 28  que han tenido incidencia directa en la resolución de las situaciones de emergencia extrema por la que atravesaron poblaciones tales como Ibarreta, Pozo del Tigre, Estanislao del Campo, Fontana y Pirane que a partir de ahora contarán con ofertas de agua dulce durante todo el año para abastecer a sus plantas de potabilización y responder de ese modo a las demandas de los usuarios, con los beneficios que ello implica también en el campo de la salud.
Hizo notar que el aprovechamiento de las riadas del Pilcomayo canalizadas a través del bañado La Estrella abastecen, además, al norte del territorio con obras hidraulicas que han permitido, por ejemplo, que se construya el río del Norte de 220 kilómetros de longitud que ya supera la localidad de San Martín Dos donde ahora será posible encarar con posibilidades los proyectos productivos agropecuarios.
También hizo especial mención a la incidencia de la sobras de la ruta 28 para que evolucione dinámicamente el programa de reactivación del riacho El Porteño que contrariamente a lo que piensan algunos pobladores ya no arrastra agua salada sino absolutamente dulce, procedente del bañado La Estrella.
En el acto realizado en General Belgrano- donde confirmó la vigencia del modelo formoseño y anticipó partes del Plan Estratégico que fue recreado para la década venidera con particular énfasis en materia de infraestructura energética para consolidar la oferta de electricidad y de gas orientada a apuntalar la etapa industrial- advirtió que muchos productores lugareños no habían tenido ocasión de sorprenderse de ese cambio, habituados al sabor salobre de las aguas de El Porteño que tiene un recorrido total de unos 300 kilómetros, convirtiendo en ricas comarcas a las jurisdicciones por donde escurre.
"Los que aun tienen dudas pueden acercarse al riacho y beber sus aguas....son definitivamente dulces, son las que llegan desde el bañado", remarcó.
Dijo que también está entre  los planes del gobierno construir las obras de la laguna La Salada, sobre la traza de la ruta provincial 24, con lo cual habrá una oferta comparable con la presa de Laguna Yema, aspirándose que se trate de un gran centro acopiador de agua para responder a los proyectos de transformación productiva que se vayan presentando a partir de los inversores que lleguen atraídos por la nueva realidad formoseña y por los propios lugareños a quienes el estado les garantizará las herramientas esenciales para que puedan progresar del mismo modo que los que desembarquen con capitales privados.
"Por eso me llama la atención la critica constante de este sector que se llama progresista, por eso me pregunto si manejar el agua no es apuntar al progreso ¿ de que progresismo hablan y defienden?", insistió.


Conservar las tierras


En sus reflexiones dirigidas a los hombres de campo, también citó lo que tiene que ver con la política de privatización de las tierras fiscales. En ese sentido, hizo un llamado a los que están a punto de acceder al ansiado titulo, pidiéndoles que eviten desprenderse de ellas, no solamente porque forman parte del patrimonio afectivo familiar sino porque además progresivamente acrecentarán su valor.
Instó a esas familias a mantenerse en sus espacios y a conservar sus propiedades, evitando venderlas pese a las tentaciones que puedan realizarles los que disponen de recursos materiales para pagarles de una sola vez.
"Creo que no es bueno lo que hacen aquellos que rondan las escribanías para recibir el titulo de propiedad de la tierra y cuando lo consiguen se pasan a otra para venderla. Les aseguro que hacen mal negocio los que actúan así", enfatizó para repetirles que el gobierno les garantizará la capacidad de producción que será igual a los que lleguen con su capital y su moderna tecnología.

16-04-2007 | Cargada en Opinión - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social