Acopian alrededor de 3800 toneladas de algodón.

Aunque se asegura que la cifra se incrementará sensiblemente al final de la zafra, que operará el mes venidero, a la fecha las once planchadas oficiales habilitadas por el gobierno en diferentes ...

Aunque se asegura que la cifra se incrementará sensiblemente al final de la zafra, que operará el mes venidero, a la fecha las once planchadas oficiales habilitadas por el gobierno en diferentes puntos de la provincia, llevan acopiadas alrededor de 3800 toneladas de algodón, y en fibra el tonelaje alcanza los 716.
El dato fue proporcionado por Carlos Raúl Dobler, coordinador del programa gestado en esferas de la cartera Productiva que está vinculado al Fondo Fiduciario Provincial, desde donde por ejemplo se fijó para esta campaña un precio referencial de mil pesos la tonelada.
Recordó que en la campaña pasada se llegó a acopiar seis mil toneladas, y si bien ahora se podría superar esa cifra, no hacerlo de ninguna manera implica un hecho negativo ni mucho menos. Es que el privado está pagando igual y en determinados casos un poco más que los mil pesos de referencia, con lo cual queda claro el éxito de la estrategia de gobierno, quién a través de esta medida pretende evitar que se genere especulaciones de los privados que operan normalmente en nuestro territorio y que el precio pudiera fluctuar hacia abajo. Con ello es evidente que el productor algodonero vende también al privado dado que su rentabilidad no se ve afectada.
Otro dato aportado tiene que ver con el hecho de que las tres planchadas que mayor algodón están recepcionando son las situadas en las localidades de Villa Dos Trece (1300 toneladas), General Belgrano (790) y Potrero Norte (528).
Dobler refirió a que “aún seguiremos recibiendo algodón, puesto que hubieron siembras tardías en determinadas zonas de la geografía provincial, y si bien ya estamos recibiendo de esas plantaciones, queda un remanente, que no puedo estimar su cantidad con certeza, pero que incrementará las 3796 toneladas que llevamos acopiadas a la fecha”, aunque no hay que olvidar que la cosecha no se extenderá mucho más allá de mediados de mayo, puesto que para el 31 de ese mes fue fijada la fecha límite para la destrucción de los rastrojos.


Comisiones zonales


Otra de las acciones que no sabe de pausas en materia de política algodonera está vinculado con la sanidad, para lo cual se mantiene activa la fuerte tarea de las once comisiones zonales intersectoriales distribuidas estratégicamente en las regiones algodoneras de la provincia, especialmente en la lucha contra el picudo.
De acuerdo a lo señalado por el coordinador provincial de la Comisión de Sanidad Vegetal, ingeniero Ladislao Cano, “se han conformado estas comisiones zonales que están integradas por autoridades del municipio de la localidad correspondiente de la jurisdicción, los mismos productores, el Instituto PAIPPA, el INTA, organizaciones agrarias como DEPROA, Federación Agraria Argentina, el Movimiento Agrario Formoseño y técnicos de la cartera de Producción, en una clara estrategia de generar conciencia en los hombres de campo de la necesidad de destruir los rastrojos una vez levantados los últimos capullos”, recordando que la fecha límite para hacerlo es el 31 de mayo venidero, de acuerdo a la resolución del SENASA, y quién no lo haga en esa fecha, tras ser intimado, podría ser pausible a sanciones ya previstas.
Subrayó en que “la campaña algodonera no culmina al fin de la cosecha, sin que llega a su término con la destrucción total de los rastrojos mediante las técnicas en vigencia”, advirtiéndose que “el picudo algodonero está entre nosotros. No es para tenerle miedo pero sí mucho respeto. Tenemos que usar la inteligencia para imponernos ante su ataque, pero debemos tener un fuerte compromiso con todas las acciones que requieren la lucha contra el picudo”.
“Si se destruyen los rastrojos del algodón apenas culmina la recolección, evitaremos la propagación del picudo, una plaga que está causando profunda inquietud en la región algodonera sudamericana por sus ataques voraces”, insistió.
Comentó Cano que se viene brindando charlas a los productores acerca de las labores de preparación y control de plagas que deben desarrollar para lograrse buenos resultados en sus cosechas. Esto, sobre todo teniéndose en cuenta que el picudo puede permanecer hasta 120 días sin comer, con lo cual resulta fundamental eliminar toda fuente de alimento por lo menos cuatro meses, con lo cual se estará previniendo de su presencia en la próxima campaña algodonera.

04-04-2007 | Cargada en Novedades - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social