Órganos de paraguaya fallecida aliviarán a pacientes argentinos.

Un acto de amor y gratitud protagonizaron el esposo y los cinco hijos de una mujer de la vecina localidad paraguaya de Alberdi, fallecida en esta ciudad como consecuencia de un accidente cardiovascular.

Un acto de amor y gratitud protagonizaron el esposo y los cinco hijos de una mujer de la vecina localidad paraguaya de Alberdi, fallecida en esta ciudad como consecuencia de un accidente cardiovascular.
Al enterarse que ya no había posibilidades de sobre vida a causa de la muerte cerebral de la mujer, sus familiares manifestaron su decisión de que los órganos ,tras la ablación en el Hospital Central de esta capital fueran destinados a pacientes que aguardan transplantes en la Argentina.
Luciano Aquino (59), el esposo de la infortunada mujer, dijo mientras el equipo de trasplante ya trabajaba la madrugada del viernes, que “la decisión la tomamos junto a mis cinco hijos, ya que se trataba de algo que lo veía por la televisión y siempre me gustó la idea de hacerlo si alguna vez tenía la oportunidad, por más que sabía que tenía que ocurrir una desgracia, era conciente que era para dar vida o mejorar la salud de alguna persona, así que valía la pena”.
“Tomamos esta determinación-confió el viudo-porque toda nuestra vida y la de nuestros hijos, en materia de salud, siempre estuvo atendida y considerada en los hospitales formoseños. Por eso fue que cuando nos enteramos que nuestra querida Agripina ya no tenía esperanzas de recuperarse, y luego de charlar con los médicos decidimos donarlos para pacientes argentinos”.
Confió que él y sus hijos saben del valor de la donación de órganos a través de los medios de comunicación de Formosa y que “siempre comentábamos que si algún día nos pasara algo a alguno de nosotros, la donación la haríamos para gente de Argentina que están aguardando con esperanza la donación de órganos”, relató.
“Le tocó el infortunio a ella y nosotros sin ningún tipo de objeciones en la familia, decidimos cumplir con nuestro compromiso y aguardamos que los órganos sean útiles para que sobrevivan en niños, jóvenes o adultos que están aferrados a esta esperanza de vida que genera la donación a través de los médicos formoseños”, señaló.
La ablación estuvo a cargo de médicos formoseños y de profesionales que llegaron procedentes de Córdoba, quienes encabezados por el doctor Martín Marasquio del hospital privado de esa ciudad tuvieron a su cargo la procuración del hígado.
“Estamos dolidos por la pérdida de Agripina, pero de alguna manera es un alivio saber que por ella va a haber gente que tendrá alivio en sus enfermedades”, insistió concluyente Aquino.
Por su parte, el doctor Rubén Gómez del CUCAIFOR (foto) que vino junto a los médicos cordobeses, tras explicar que la mujer había sufrido un accidente cerebro vascular -derrame cerebral- llevándola a su deceso horas después, indicó que “como se trataba de una mujer hipertensa, bastante descompensada, el corazón no era de utilidad para trasplantarlo, aunque si los riñones y el hígado”.
Destacó asimismo el gesto altruista y de profundo contenido humanista de los familiares de la mujer alberdeña, comentando que el mismo Luciano le había expresado que más allá de la pena por la muerte de su mujer, de alguna manera “era un alivio, algo de consuelo, saber que ayudará a otras personas que tienen problemas de salud”.
17-03-2007 | Cargada en Salud - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social