Se espera que la construcción civil finalice en el segundo semestre de 2025, con la puesta en marcha del alto horno.
La obra de la planta Fermosa Biosiderúrgica continúa marchando a paso firme, recibiendo equipamiento desde Brasil.
Sobre como sigue avanzando la obra, Paulo Labate, gerente del proyecto de Fermosa Biosiderúrgica, informó, en declaraciones recogidas por AGENFOR, que este viernes recibieron todos los motores eléctricos que se instalarán en la planta. Esto llegó procedente de Brasil.
Junto con los motores también detalló que se incluyeron algunos dispositivos de controles eléctricos y dos transformadores grandes: uno pesa cinco toneladas, y el otro, dos toneladas; además de motores de 350 caballos que pesan dos toneladas cada uno y otros motores de una tonelada y media.
“Es el paquete completo para la instalación eléctrica de la planta”, aseguró, es decir, que “los motores son para poner a funcionar desde los ventiladores, por un lado, para echar aire, y por el otro, el agua para enfriar al alto horno y alimentarlo con el carbón mineral a través de cintas transportadoras”, explicó, por lo tanto, “los motores son para mover la planta”.
Después también el gerente del proyecto de Fermosa Biosiderúrgica dijo que la etapa civil sigue su marcha aprovechando el buen clima, “y la parte de montaje estamos finalizando la soldadura del cuerpo del alto horno”.
Y anticipó que la etapa siguiente sería montar el alto horno, para luego marcar que si bien tuvieron algunos retrasos por las lluvias, para sortearlo impusieron “un régimen de trabajo más intenso”.
Se estima, según el cronograma, que para agosto del año que viene se estaría arrancando con las pruebas para poner a funcionar la planta, agregó.
Cabe destacar que este proyecto de inversión, valorado en 65 millones de dólares, tiene el potencial de generar exportaciones o sustituir importaciones por un valor estimado de 155 millones de dólares anuales.
Además, se prevé la creación de aproximadamente 3.000 puestos de trabajos directos e indirectos, todos con mano de obra local, tanto en la construcción civil como en el montaje mecánico.
Esto es especialmente relevante en el contexto nacional actual de recesión económica, donde los despidos y cierres de empresas son cada vez más frecuentes.