Estrictas normas de controles en defensa de masa boscosa.

Los permisos de desmonte que el estado formoseño otorga para el desarrollo de determinado proyecto productivo, debe pasar de antemano por un minucioso como riguroso control de varias áreas del gobierno, el cual ...

Los permisos de desmonte que el estado formoseño otorga para el desarrollo de determinado proyecto productivo, debe pasar de antemano por un minucioso como riguroso control de varias áreas del gobierno, el cual por ejemplo debe ceñirse a una exigencia ineludible, que es única es su tipo en el país: Un 40% de la masa boscosa del lote a intervenir –una vez autorizado- debe quedar inalterable.
Inclusive como en un 95% se tratan de proyectos silvopastoriles, la intervención se hace sobre todo en las facetas herbácea y arbustiva, no así sobre los árboles, ya que estos le son de gran utilidad porque le mejora el suelo y mantiene la fertilidad, además por la sombra que brinda, muy buscadas por la hacienda en zonas como las del centro-oeste donde se dan temperaturas elevadas.
De acuerdo a lo explicado por el director de Bosques, Julio Ramón Soupet, todo aquel que solicite un pedido de desmonte, lo debe hacer presentando un proyecto productivo a ejecutar sobre el lote en cuestión, el cual por supuesto, debe ser elaborado por un profesional.
“Este proyecto es analizado por una comisión evaluadora conformada por una decena de técnicos idóneos pertenecientes a las áreas de Fauna y Parques, Bosques, Agua y Suelos, Producción Animal y Producción Vegetal e inclusive en los casos que se traten de proyectos que estén sujetos a riego a través de obras de gobierno, interviene la Unidad Provincial Coordinadora del Agua”, indicó.
Aunque añadió que “antes que esta comisión evaluadora trabaje en el análisis del proyecto, quién lo evalúa previamente es la asesoría legal de la cartera Productiva”, indicando que “una vez salvada la faceta legal, otra área involucrada en el contralor es la de “Georeferenciamiento”, donde se analizan las imágenes satelitales del lote en cuestión, haciendo una comparación respecto a otras tomadas del mismo lugar una década atrás, inclusive se establece si las imágenes presentadas por los impulsores del proyecto se tratan de tomas satelitales actualizadas”.
“Es decir que una vez que todos estos pasos hayan sido dados se da la viabilidad, aunque recién posterior a una verificación de los técnicos en terreno se otorga la aprobación final”, afirmó Soupet.


Corredores


Señaló asimismo el director de Bosques que dentro de la normativa a la cual debe ceñirse el proyecto productivo en cuestión, está el decreto 51/95 de desmonte, que autoriza una intervención de hasta un 60% de la masa boscosa, dado que el 40% debe quedar inalterable. Inclusive se fija que deben quedar cortinas de 100 metros y corredores de otros 200 metros de monte natural, es decir que no pueden quedar masas aisladas sino como se indicó antes, corredores interconectados.
Es más, para dejar a buen resguardo ese 40%, el mismo pasa a ser intangible, más allá que por alguna circunstancia ese predio tenga un nuevo propietario. A modo de ejemplo se citó que si alguien tiene viabilidad a desarrollar un proyecto sobre un campo de 2000 hectáreas, dentro del cual 800 hectáreas deben quedar sin tocar, con la intangibilidad de esta porción se evita que un potencial nuevo dueño pretenda pedir intervenir sobre el mismo.
También y en el caso que el estudio de suelo determine que no es apto para el tipo de proyecto que se pretenda encarar, el mismo no tiene “viabilidad”, salvo que exista la alternativa de hacer correcciones específicas que surjan del confeccionado “mapa de suelo”, donde además se trabaja con  el georeferenciado a través de GPS.
Por supuesto, hay equipos técnicos que además se encargan de hacer un seguimiento permanente del proyecto, y si el mismo se ajusta en terreno a lo especificado antes en carpetas.


Forestación


Otra faceta importante en torno al cuidado de los recursos naturales que le imprime la actual gestión de gobierno está centrada en la continuidad de un ambicioso plan de fomento de forestación de algarrobo.
En este sentido hay que señalar que a las primeras dos mil hectáreas forestadas con esta especie, ya se están entregando semillas para implantar otra extensión similar, estimándose que para enero del año venidero se habrá terminado de distribuir alrededor de 1.2 millones de plantines de esta especie.
En Bosques ya se trabaja en los aprestos finales para salir a cosechar (en la zona de Ingeniero Juárez) unos 700 kilos de semillas –artejo- de algarrobo blanco, la cual luego es procesada en el Banco de Germoplasma que dispone el organismo, donde se realiza el secado del fruto, extracción y limpieza de las semillas, peso y secado de las mismas, acondicionamiento y almacenado en frío, cumpliéndose de esta manera con los tratamiento pregerminativos (escarificado) para la posterior producción de plantines. 
Soupet destacó el hecho de que además de la utilidad de la madera –a los veinte años por lo menos-, se propende al enriquecimiento del monte formoseño en un amplio espectro, dado que la raíz del algarrobo posee nódulos que fijan el nitrógeno al suelo.
Además de la importancia que tiene para los ganaderos, sobre todo en las regiones de altas temperaturas, por la sombra que provee este árbol.
Otra utilidad, en este caso a los cuatro años de plantado, comienza a dar frutos (chaucha), la cual es utilizada como componente importante del alimento balanceado para los animales –ganado mayor y menor-
También de la chaucha de algarrobo se obtiene una harina, con la cual no solamente ya se producen una serie de alimentos, sino que además este producto es altamente demandado por personas afectadas por determinadas patologías como es el caso de los celiacos, que tienen intolerancia  a proteínas contenidas en el gluten de trigo, avena, cebada y centeno, cereales muy comunes en la dieta de los argentinos.
Hay que recordar que este plan provincial de forestación con algarrobo, contempla un préstamo de 0 por hectárea forestada, equivalente al 33% del costo de forestación, el que es efectivizado en una etapa.
Si bien la Ley Nacional 25080 contempla un subsidio de 00 por hectárea forestada, muchos no pueden ingresar a este régimen al carecer de los recursos que demanda la fase inicial para forestar. Es por ello que la provincia dispuso adelantar en carácter de préstamo los 400 pesos, proveerles de los plantines, y finalmente cuando tienen el suelo preparado y el proyecto aprobado y logran acceder a los 1200 pesos al cumplimentar los requisitos exigidos, devuelven ese préstamo.
Otro dato a tener en cuenta es que los plantines de algarrobo son provistos desde el Vivero Provincial bajo la tutela de la Dirección de Bosques, para lo cual se utilizaron semillas de alta calidad genética y clasificada para realizar justamente este tipo de implantación de bosques.

04-01-2007 | Cargada en Noticias - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social