Las defensas del extremo oeste evitaron inundaciones.

“En el lapso de 45 días se produjeron registros de lluvias de más de 500 milímetros en la zona del paraje San Martín y comunidades cercanas, o sea que llovió en ese tiempo más de lo que años atrás lo hacía en un año ...

“En el lapso de 45 días se produjeron registros de lluvias de más de 500 milímetros en la zona del paraje San Martín y comunidades cercanas, o sea que llovió en ese tiempo más de lo que años atrás lo hacía en un año, y en esta oportunidad no sufrimos inundaciones gracias a las defensas ejecutadas por el gobierno”, destacó el director de la Escuela Nº 386 del paraje San Martín, Máximo Santa Cruz.
Esta comunidad, distante a más de 600 kilómetros de esta capital, en el extremo oeste provincial, es una de las varias que ya disponen de este anillo protector, ideado para contener las aguas del río Pilcomayo que anualmente desbordan y terminan anegando a parajes como este y varios otros donde habitan aborígenes y criollos. Aunque en este caso la defensa actuó para que los caudales producto de las extraordinarias precipitaciones no avanzaran sobre los hogares, tanto de San Martín como de las varias otras comunidades cercanas.
Sin que el anillo, que tendrá una extensión de poco más de 40 kilómetros (a los 17 de anillo perimetral que defienden El Potrillo ya terminada, se ejecutan ahora otros 22 kilómetros más) aún no esté terminado, lo ya consolidado está funcionando de manera eficiente.
“La eficiencia de las barreras contra inundaciones que el gobierno construyó como anillo en la zona protegiendo a las poblaciones, brindó resultados positivos al punto que se salvaguardaron no solo viviendas particulares, producciones, sino además las escuelas y otros edificios públicos”, subrayó el docente.
Recordó cuando “nosotros hemos quedado aislados, junto a varias otras poblaciones, durante la crecida del 2005, pero el 4 de febrero del 2006, sorpresivamente llegó el gobernador Gildo Insfrán a bordo de un helicóptero de la Gendarmería Nacional y trajo la calma, la esperanza y la promesa de la defensa. Yo lo recibí en la escuela, donde en plenas vacaciones estuvimos todos juntos ayudándonos en la contingencia. Esa promesa se cumplió, se construyeron las defensas y las inundaciones no afectaron a las poblaciones y se sigue trabajando en la zona”, afirmó el directivo sumamente satisfecho.
Acotó que las barreras contra inundaciones los protegió de las aguas abundantes de las últimas lluvias (en dos meses llovió casi 500 milímetros en la zona) y cumplirá idéntica función ante el avance de las aguas desbordadas del río Pilcomayo cuando eso ocurra.
Antes de las defensas, las comunidades de La Pampa, La Batería, Kilómetro 17, Río Seco, San Andrés, Palo Seco, Las Cañitas, Pozo Caballo y Pozo Charata, se inundaron y quedaron aisladas, por lo que fueron asistidos por el gobierno provincial.
Reseñó que en julio del 2006 comenzaron los trabajos de construcción de las defensas con maquinarias y cuadrilla de operarios, construyéndose además las correderas fluviales del río Pilcomayo para lograr su mejor escurrimiento hacia el bañado La Estrella, obras que en esta primer arremetida de la naturaleza como consecuencia de abundantes lluvias, demostró su solidez y efectividad.
“Creemos que este año no se producirán las inundaciones, gracias a la acción de nuestro gobernador, que por más que nos encontremos en los lugares más alejados de la capital provincial, llegó hasta aquí personalmente y trajo las soluciones, como un auténtico servidor de su provincia y de su gente”, afirmó Santa Cruz.

28-12-2006 | Cargada en Novedades - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social