Evocación central en el día de la Inmaculada Concepción.

La evocación central a la Virgen María, en el Día de la Inmaculada Concepción, celebrada por el obispo José Vicente Conejero durante la tarde de ayer en el Anfiteatro de la Juventud, tuvo como faceta central la solemne apertura ...

La evocación central a la Virgen María, en el Día de la Inmaculada Concepción, celebrada por el obispo José Vicente Conejero durante la tarde de ayer en el Anfiteatro de la Juventud, tuvo como faceta central la solemne apertura del Año Santo Jubilar, dado que en el 2007 se cumplirá los 50 años de la creación de la diócesis de Formosa.
Inclusive monseñor anticipó la Carta Pastoral y propuso a todos como tema común a nivel diocesano, “la oración del Padre Nuestro. Que este sea el tema central de nuestro Año Santo Jubilar”, instó.
Fue en el marco de una multitudinaria celebración en el Anfiteatro, donde fueron llegando peregrinando desde diferentes sectores de la ciudad las imágenes de la Virgen del Carmen los devotos feligreses, que con el fervor ya acostumbrado acompañaron la festividad más popular y solemne de los católicos.
Junto a la gente se pudo apreciar a funcionarios del gobierno provincial como el ministro de la Secretaría General del PE, Antonio Ferreira, subsecretarios como los de Derechos Humanos, Jorge González, de Desarrollo Social, Telésforo Villalba y de Cultura, Alfredo Jara, de Gobierno, Aldo Ingolotti, al intendente Fernando De Vido, además de legisladores, entre otros.
Hubo en principio una representación del especial año que se avecina para la Iglesia en Formosa, y junto a los cánticos por ejemplo se exhibió la representación gráfica del Año Santo Jubilar y un mapa de la provincia con las seis zonas pastorales: el Oeste, Centro, Bermejo, Pilagá, Pilcomayo y Capital.


“Alabanza y gloria”


Por su parte, el obispo, monseñor José Vicente Conejero, fue el encargado de dar la “solemne apertura a nuestro año santo Jubilar, al cual nos venimos preparando con alegría y esperanza, y con un sincero deseo de ser fieles a la voluntad de nuestro Padre”. Refirió a que “son 50 años de vida como iglesia particular, peregrinando entre gozos y esperanza, angustias y alegrías”, aludiendo a que “más allá de nuestras fragilidades hemos procurado ser y hacer de tu pueblo, tu iglesia, casa y escuela de comunión”.
También hizo referencia a que este 2006 “ha sido el año de la misión. Cada comunidad cristiana ha salido de si misma y fue anunciando y proclamando el nombre de Jesús, el único nombre donde se halla la salvación. Hemos experimentando el gozo de ser misioneros, mensajeros de la paz, y nuestra propia fe se ha acrecentado”.
Marcó el obispo que “el objetivo y lema de nuestro Año Santo Jubilar será: “para alabanza y gloria de su nombre”, subrayando que “profundas resonancias tienen en nuestros corazones estas palabras”.
Anticipó que “nuestra primera actitud jubilar será la de alegrarnos en el Señor. En segundo lugar, orar incesantemente, y que mejor que la que el mismo nos enseñó: el Padre Nuestro”.
En este marco es que hizo referencia a su introducción en la Carta Pastoral donde señala su propuesta a todos “como tema común a nivel diocesano, la oración del Padre Nuestro. Que este sea el tema central de nuestro Año Santo Jubilar”, y que sirva como “fuente de inspiración y de acción, pues contiene la síntesis del Evangelio y de las enseñanzas de Jesús”.
Invitó a todas las comunidades de Formosa, a cada bautizado, “a tener el Padre Nuestro como el objetivo principal, pastoral y espiritual de nuestro año santo jubilar 2007”.
Al mismo tiempo, instó a ser “asiduos en la oración y procurar el servicio solícito a los hermanos, especialmente a los más pobres y sufrientes”, y remarcó que “en el inicio del año Santo Jubilar, pidamos al Señor la gracia de una auténtica conversión”.

09-12-2006 | Cargada en Novedades - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social