Un momento histórico se vivió ayer en horas del mediodía cuando el gobernador de la provincia, Gildo Insfrán, presidió la emotiva ceremonia de la refundación de la población de Misión Pozo Yacaré...
Un momento histórico se vivió ayer en horas del mediodía cuando el gobernador de la provincia, Gildo Insfrán, presidió la emotiva ceremonia donde se produjo la refundación de la población de Misión Pozo Yacaré, la cual fuera arrasado por las aguas del río Bermejo años atrás.
En poco tiempo más y de acuerdo al proyecto de urbanización, este sitio poblado por aborígenes Wichí, contará con cuarenta nuevas viviendas para sus habitantes, además de toda la infraestructura para que funcione el destacamento policial, la iglesia, sala de primeros auxilios, calles demarcadas, plaza, dado que ya disponen de una escuela y también sede del Registro Civil, además de equipos para la provisión de agua potable, entre otros servicios básicos.
Hay que recordar que un 14 de noviembre de 1997 a las 14 horas aproximadamente toda la infraestructura del pueblo terminó de desaparecer bajo las aguas del río Bermejo, por fortuna sus moradores que se reubicaron un poco más allá de su original asentamiento -que databa del año 1939- no sufrieron percance alguno. Pero como este lugar que pasaron a poblar a la vera del errático curso también representaba sus riesgos, es que por recomendación de los técnicos se dispuso trasladarlo a unos 19 kilómetros de allí, que es donde justamente en la víspera se produjo su refundación, tras no pocas discusiones por hacer entender a los lugareños la necesidad de que permanecer cerca del bravo río era inseguro.
El nuevo pueblo se encuentra ubicado sobre una superficie mayor al anterior, ya que dispone de una extensión de 3374 hectáreas dentro del departamento Matacos.
El acto estuvo cargado de momentos emotivos, ya que los caciques y también reconocidos habitantes de la zona, como el ex diputado Víctor Fernández y quién fuera jefe comunal de Ingeniero Juárez, Juan Carlos Mendoza, con nostalgia aunque también con optimismo por todo lo que comienza a gestarse a partir de ahora, recordaron los no pocos abatares de esta comunidad, la cual sucumbió bajo las bravas aguas del río Bermejo, desapareciendo completamente.
Por su parte, el gobernador Insfrán, tras rememorar que justamente cuando recibió el telegrama del ex intendente Mendoza un 14 de noviembre de 1997 donde le informaba sobre el triste suceso ya había decidido refundar la población, anticipó optimista que tal vez el próximo 14 de noviembre esté nuevamente allí para habilitar las varias obras de infraestructura comprometidas y que dotarán de toda la fisonomía y servicios a la comunidad.
También comentó que se tuvo que conversar mucho con los lugareños que pretendían ubicarse cerca del río, y las recomendaciones de los técnicos era que se trataba de un sitio peligroso, dado que todos los estudios hechos indicaban que en poco tiempo también iba desaparecer ese asentamiento, por lo que donde se decidió es el sitio más apropiado para su seguridad.
Les anunció a los pobladores que en cinco meses el IPV estará terminando 40 viviendas, construirá la iglesia, el destacamento policial, sala de primeros auxilios y se ejecutarán las demarcaciones catastrales para que cuenten con un pueblo correctamente urbanizado, subrayando que “se trata de cúmulo de obras necesarias para que ustedes tengan un pueblo digno, como se merecen”.
También y dado que los aborígenes sienten la imperiosa necesidad de estar cerca del río Bermejo, que es una fuente importante para su supervivencia
es que se tomó la decisión de proveer a cada jefe de familia de un medio de movilidad, para que por ejemplo puedan ir a pescar cuando quieran.
Acta
Durante la ceremonia se suscribió el acta de refundación de Misión Pozo Yacaré, el cual fue rubricado por el gobernador Gildo Insfrán, el vicegobernador Floro Bogado, ministros del PE, caciques y habitantes del lugar.
A través del mismo se declara formalmente refundado el pueblo de Misión Pozo Yacaré, subrayándose que “esta decisión provincial se inspira en los principios inalterables que guían al movimiento nacional y popular en la construcción de un país económicamente independiente, políticamente soberano y socialmente justo”.
Al mismo tiempo, se sostiene que es un acto demostrativo de “la igualdad de oportunidad para los habitantes de este territorio sin ningún tipo de distinción, la equidad en las condiciones de vida que permiten a cada persona realizarse en una comunidad organizada”, añadiéndose que “este hecho, enmarcado en los nuevos tiempos que vivimos y en el cincuentenario de la provincialización, demuestra el espíritu de un pueblo que pone de manifiesto en todo el territorio su identidad y su pertenencia a una Formosa multiétnica y pluricultural, unida e integrada”.
“Estamos aquí, por voluntad del pueblo y mandato constitucional, haciendo realidad el modelo formoseño para un proyecto provincial que nos cobija a todos, con la protección de Dios, creador de la vida y fuente de toda razón y justicia”, concluye el acta.
El documento firmado quedó depositada en un monolito que fue erigido como testimonio de la refundación, además de descubrirse una placa recordatoria a este histórico momento, mientras que se hizo entrega de la
carpeta conteniendo el proyecto de urbanización del pueblo al jefe de la comunidad, cacique Bernardino Díaz.