La provincia está encarando una serie de obras en el norte del territorio con el propósito de regular las aguas del riacho El Porteño, de 210 kilómetros de longitud, para que resulte factible su manejo hídrico integral ...
La provincia está encarando una serie de obras en el norte del territorio con el propósito de regular las aguas del riacho El Porteño, de 210 kilómetros de longitud, para que resulte factible su manejo hídrico integral de manera tal de promover la transformación de la estructura socioeconómica asentada en la zona y de esa manera ampliar las fronteras agropecuarias.
Es importante la evolución de los trabajos de esta serie de diques reguladores que permitirán la disponibilidad de agua –tomadas desde el bañado la Estrella- en el curso durante todo el año, inclusive en los periodos críticos.
Se estima que estas obras de regulación beneficiarán de manera directa a una población superior a los 50.000 habitantes de los cuales 35.000 aproximadamente están asentadas en localidades tales como Guemes, Belgrano, Tacaaglé, El Espinillo, Buena Vista, Siete Palmas, Laguna Blanca, Naineck, Palma Sola, Paso Naité, Riacho He He y La Frontera y el resto corresponden a comunidades rurales pobladas por familias minifundistas.
Son 500.000 hectáreas las que forman parte del área de influencia de El Porteño lo que pone de relieve las proyecciones que tendrán las nuevas obras.
De todas ellas, según las estimaciones de Silva, hay 80.000 aptas para la agricultura, 350.000 para la ganadería y 40.000 aptas para la utilización del riego
Los técnicos revelaron que la obra de la presa de Misión Tacaaglé “está prácticamente terminada, restan detalles pero ya se encuentra en funcionamiento, inclusive ya se colocaron las compuertas y está justamente marchando, aprovechando esta creciente de El Porteño”, añadiendo que “en lo que respecta a la presa de Apayerey, en unos cinco meses aproximadamente estaría terminada la obra”.
Se abundó indicando que “esta obra tiene una importancia fundamentalmente porque va a ser la que a lograr el embalse de El Porteño en ese tramo, de manera tal de poder alimentar al riacho He-He, con un canal de derivación que se hará a unos quinientos metros aguas arriba de la obra de Apayerey”, para subrayar que “en algún momento estuvieron unidos, el riacho Porteño alimentaba al He-He; y cuando empezó a quedarse sin caudal El Porteño también se quedó el He-Hé, con lo cual ahora merced a estos trabajos de derivación los mismos estarán plenamente reactivados”.
Nueve embalses
Al explicarse en torno a la obra de embalses reguladores sobre el riacho El Porteño, se rememoró que las mismas comenzaron en el año 1998, y se ejecutaron, primero la de Naineck, en Colonia Sarmiento; y después la de Paí Curuzú.
“Luego de una paralización de las obras, por las crisis económicas del 2001, se reiniciaron los trabajos desde el año 2003 y continuó este programa y en este momento se hallan terminadas tres obras: la entrada a la laguna La Salada, que es la llave de todo el sistema de El Porteño, que está habilitado; después está la de San Isidro, que también está terminada y en estos días se habilita, al que hay que hacerle una restitución. Porque antes tenía un by-pass por donde pasaba el agua, entonces ahora se cierra ese by-pass y el agua pasa por la obra; y luego está la de Misión Tacaaglé, que ya está funcionando a pleno”, continuaron detallando
Tras ello se anticipó que “ahora viene la obra de Apayerey, que tiene la importancia que va a servir para derivar agua y reactivar la obra de Riacho He-He”, indicando que “siguiendo para abajo, está comenzada la obra de Ceibo Trece y quedarían dos obras por ejecutar, una de las cuales ya se hizo la firma de contrato recientemente, que es la de San Juan, y la última sería la de Primera Punta. O sea que con esas tendríamos nueve obras de embalse sobre el riacho El Porteño”.