El diputado provincial Jorge Ibáñez resaltó que la ley mediante la cual se declara de utilidad pública la zona del Bañado La Estrella “es oportuna y políticamente acertada...
El diputado provincial Jorge Ibáñez resaltó que la ley mediante la cual se declara de utilidad pública la zona del Bañado La Estrella “es oportuna y políticamente acertada, ya que con ella se impide que las tierras donde disponemos de los reservorios de agua dulce más grande, y que son fiscales todavía, puedan pasar a manos de grandes corporaciones o de millonarios”, como está sucediendo en otras regiones del país.
En ese sentido, el legislador provincial puso de relieve que “esta norma en absoluto establece quitar la tierra a alguien, es más, va a preservar las tierras y aguas, la flora y fauna del bañado La Estrella para las próximas generaciones de formoseños”
“Lo que hace esta norma es simplemente afectar al dominio público del estado provincial, o sea para el uso de todos los formoseños, el sector delimitado como perteneciente a este humedal”, enfatizó, para seguidamente acotar que “quienes hoy habitan en esta franja tendrán el derecho de continuar haciéndolo, y así lo dice expresamente el texto de la ley y en sus considerándos, inclusive de realizar su histórica actividad ganadera, donde trasladan a sus animales donde se encuentren las pasturas o en los terrenos altos cuando se eleve el nivel del bañado.
Todo esto continuarán haciéndolo aborígenes y criollos, con el beneficio de que estarán protegidos por una ley”.
Al requerírsele precisiones acerca de quienes permitirá estar ley estar protegidos, Ibáñez respondió: “De aquellos que hoy están comprando superficie de tierras en provincias cercanas y también en La Patagonia. Es decir de multimillonarios como ese que adquirió 230.000 hectáreas del Iberá”, añadiendo que “el interrogante es si está comprando tierra o agua, ya que si bien adquirió las dos cosas, que casualidad que lo haya hecho con una de las reservas de agua más codiciadas del planeta”.
Indicó que similares ejemplos existen en el sur del país, donde también se compraron extensiones de tierras con preciados lagos dentro de esas superficies, o sea que se tratan de lugares que disponen de importantes reservas de agua dulce.
“Lo que se pretende con esta ley es preservar el preciado recurso que significa el agua dulce, ya que el bañado La Estrella estaría formado parte de un acuífero muy importante. Mencionó que uno de los acuíferos más importantes del mundo, el denominado Guaraní –con 1.2 millones de kilómetros cuadrados- es otro de los que también abarca Formosa, el cual se estima que podría abastecer a 360 millones de personas”, enfatizó.
“Estamos hablando de un recurso tan estratégico para el futuro, similar al que tiene hoy el petróleo”, puntualizó.
En esa línea de pensamiento, el legislador justicialista reiteró: “Por eso insistimos en subrayar que esta ley es oportuna y políticamente acertada, ya que con ella se impide que las tierras donde disponemos de los reservorios de agua dulce más grande, y que son fiscales todavía, puedan pasar a manos de grandes corporaciones o millonarios”.
Finalmente, ponderó el hecho de que con esta norma, “estas tierras se encuentran fuera del libre comercio de la compra-venta”.
“Este bien que es el agua dulce que de acá a 50 años será el más escaso y que no tiene sustituto, queda absolutamente preservado, e insisto, no solamente en defensa de quienes hoy habitan esa franja del bañado, sino para las futuras generaciones de formoseños”, concluyó.
En ese sentido, el legislador provincial puso de relieve que “esta norma en absoluto establece quitar la tierra a alguien, es más, va a preservar las tierras y aguas, la flora y fauna del bañado La Estrella para las próximas generaciones de formoseños”
“Lo que hace esta norma es simplemente afectar al dominio público del estado provincial, o sea para el uso de todos los formoseños, el sector delimitado como perteneciente a este humedal”, enfatizó, para seguidamente acotar que “quienes hoy habitan en esta franja tendrán el derecho de continuar haciéndolo, y así lo dice expresamente el texto de la ley y en sus considerándos, inclusive de realizar su histórica actividad ganadera, donde trasladan a sus animales donde se encuentren las pasturas o en los terrenos altos cuando se eleve el nivel del bañado.
Todo esto continuarán haciéndolo aborígenes y criollos, con el beneficio de que estarán protegidos por una ley”.
Al requerírsele precisiones acerca de quienes permitirá estar ley estar protegidos, Ibáñez respondió: “De aquellos que hoy están comprando superficie de tierras en provincias cercanas y también en La Patagonia. Es decir de multimillonarios como ese que adquirió 230.000 hectáreas del Iberá”, añadiendo que “el interrogante es si está comprando tierra o agua, ya que si bien adquirió las dos cosas, que casualidad que lo haya hecho con una de las reservas de agua más codiciadas del planeta”.
Indicó que similares ejemplos existen en el sur del país, donde también se compraron extensiones de tierras con preciados lagos dentro de esas superficies, o sea que se tratan de lugares que disponen de importantes reservas de agua dulce.
“Lo que se pretende con esta ley es preservar el preciado recurso que significa el agua dulce, ya que el bañado La Estrella estaría formado parte de un acuífero muy importante. Mencionó que uno de los acuíferos más importantes del mundo, el denominado Guaraní –con 1.2 millones de kilómetros cuadrados- es otro de los que también abarca Formosa, el cual se estima que podría abastecer a 360 millones de personas”, enfatizó.
“Estamos hablando de un recurso tan estratégico para el futuro, similar al que tiene hoy el petróleo”, puntualizó.
En esa línea de pensamiento, el legislador justicialista reiteró: “Por eso insistimos en subrayar que esta ley es oportuna y políticamente acertada, ya que con ella se impide que las tierras donde disponemos de los reservorios de agua dulce más grande, y que son fiscales todavía, puedan pasar a manos de grandes corporaciones o millonarios”.
Finalmente, ponderó el hecho de que con esta norma, “estas tierras se encuentran fuera del libre comercio de la compra-venta”.
“Este bien que es el agua dulce que de acá a 50 años será el más escaso y que no tiene sustituto, queda absolutamente preservado, e insisto, no solamente en defensa de quienes hoy habitan esa franja del bañado, sino para las futuras generaciones de formoseños”, concluyó.