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El mejoramiento de la calidad no puede ser alcanzado a través de actividades aisladas, tiene que ser un elemento integral y activo de la cultura clínica.
Dicho proceso forma parte del ciclo de manejo gerencial (planificación, implementación, monitorización, evaluación, nueva planificación, etc.) que permite comprender las dificultades e identificar las soluciones posibles para mejorar la calidad de los servicios de salud a través de un proceso participativo. La gerencia de la calidad es un proceso continuo y cíclico, un instrumento a utilizarse no solo en la orientación de los niveles
decisorios, de los proveedores de servicios y del personal de salud, sino también de los usuarios para el mejoramiento de los servicios de salud.
La opinión de la población debe tener un puesto relevante en la formulación de las políticas de salud, así como en la realización de las actividades de salud. El punto de vista de la gente, sus necesidades y percepciones, generalmente son descuidadas tanto en la organización como en la provisión de los servicios de salud.
Las actividades y programas están comúnmente organizados en base al punto de vista de los técnicos antes que en las necesidades y percepciones de la comunidad.
La autoevaluación continua como método de mejora de la calidad asistencial y los desafíos de la salud colectiva en el siglo actual fueron temas del último módulo del Curso de Actualización Médica Continua que se dicta en el Hospital de Alta Complejidad “Presidente Juan Domingo Perón”, y tuvo como disertante al doctor José María Paganini, docente de la Universidad Nacional de La Plata.
En la oportunidad, el doctor Paganini ahondó en profundidad sobre lo que implica la palabra “calidad” en salud. Indicó que “calidad es sinónimo de resultados, es mejorar la salud de la gente” y destacó que ya “Hipócrates decía que calidad es no hacer mal”.
En ese contexto, sostuvo que “un hospital ofrece calidad cuando es protagonista de un cambio positivo en la historia natural de una enfermedad, riesgo, condición de salud de los individuos y grupos de personas”.
Precisó que se habla de “resultados” en salud cuando: se evita la muerte, se controla una enfermedad, se disminuye la incapacidad, se contribuye a mejorar la calidad de vida del paciente; se evitan riesgos y se propende a la humanización.
Destacó que para que los resultados se den, todos colaboran, desde el médico y los enfermeros que están en relación directa con el paciente, hasta el empleado responsable de la limpieza del centro hospitalario. Todos deben trabajar por garantizar calidad.
“La calidad es hoy el indicador más importante para dar seguridad a los pacientes de que el centro hospitalario o sanatorial está cumpliendo con todos los procedimientos, tanto en el aspecto de estudios y diagnóstico de pacientes como de capacitación y formación del personal”, subrayó Paganini y valoró la decisión del HAC de cumplimentar todos los requisitos para ofrecer una medicina de excelencia al alcance de todos.