“Día Mundial del aire puro”

Ayer se recordó el “Día Mundial del aire puro”, ocasión que además de ser aprovechada para volver a insistirse en torno a los gravísimos daños que produce el humo del tabaco, no sólo a fumadores directos sino a los pasivos...

Ayer se recordó el “Día Mundial del aire puro”, ocasión que además de ser aprovechada para volver a insistirse en torno a los gravísimos daños que produce el humo del tabaco, no sólo a fumadores directos sino a los pasivos, se indicó que en los últimos tiempos ha aumentado de manera significativa el número de mujeres fallecidas producto de enfermedades ligadas a la adicción a los cigarrillos.
Justamente, el director del dispensario de vías respiratorias del Ministerio de Desarrollo Humano, Carlos Colombo, consideró que la jornada de la víspera constituía una buena oportunidad para que “la comunidad comience con una cruzada contra una de las nuevas epidemias de este mundo moderno que es el tabaco, sobre todo los fumadores directos y a los pasivos que han elegido no fumar pero también están recibiendo los efectos dañinos de esta adicción”.
A modo de graficar el alto y negativo impacto que esto produce, sostuvo que “una persona pierde de 20 a 25 años de su vida por fumar, el 65% de la mortalidad nacional tiene algún tipo de relación con el humo del tabaco”, añadiendo que “en la Argentina mueren al año unas 50 mil personas por enfermedades vinculadas al tabaquismo, según lo advirtió la Organización Mundial de la Salud (OMS), de las cuales unas seis mil son fumadores pasivos”.
Sostuvo Colombo en torno al escenario a nivel local que “las causas de muertes por accidentes cardiovasculares, cerebro-vasculares, hipertensión  y el aumento del cáncer de pulmón, tanto en el hombre y más en la mujer, en los últimos tiempos si lo estamos viendo”, añadiendo que es algo que preocupa.
Respecto a como desanimar al fumador, opinó que “es el momento de dejar de pelear entre los fumadores y los no fumadores. Hay que partir del respeto mutuo, de ahí que por ejemplo se está hablando actualmente de los ambientes libres del humo de tabaco”, entendiendo que “se debe proteger por ejemplo a aquella persona que no fuma o que dejó de hacerlo”, advirtiendo que “eso de fijar “zonas de fumadores y de no fumadores es un ambiente está visto que no sirve”.
“El tabaco es una adicción, o sea que se trata de un proceso largo, complejo y difícil para dejarlo. Cuesta, pero no es algo imposible”, sostuvo Colombo.
Afirmó que “el 65% de los fumadores adhiere a esto de un ambiente libre de tabaco. Es decir hay una conciencia del daño que produce el tabaco y también del que provoco a mi semejante”.
Finalizó diciendo que “mi experiencia en esto me indica que lo recomendable es trabajar fuertemente en la educación. El ingreso a la adicción en el tabaco está a partir de los 10 años, o sea que se debe accionar sobre los chicos en la promoción y comunicación para que no caigan en esta adicción”.
01-06-2005 | Cargada en Sociales - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social