Comenzó campaña de educación y prevención de la lepra.

El Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia, informó que durante los próximos días se llevará a cabo una serie de actividades enmarcadas en la “Campaña Nacional de Lepra”. En este sentido, el responsable ...

El Ministerio de Desarrollo Humano de la provincia, informó que durante los próximos días se llevará a cabo una serie de actividades enmarcadas en la “Campaña Nacional de Lepra”.
En este sentido, el responsable del programa Control de Lepra, doctor Hugo Recalde (foto), precisó que en la provincia la campaña estará centrada en la distribución de material ilustrativo, acompañado de charlas informativas, como así también la difusión de la misma a través de los medios de prensa de cada localidad.
Refirió a que en nuestra provincia son 110 los pacientes individualizados y que se encuentran en tratamiento, indicando que Formosa al igual que las demás provincias del norte del país, como también norte santafesino y el Gran Buenos Aires, conforman el área endémica de la enfermedad.
La lepra es una enfermedad  infecciosa producida por un microbio llamado Mycobacterium leprae.  Afecta preferentemente a la piel y a los nervios periféricos, y en ocasiones a las mucosas y órganos internos. Dependiendo del contexto psicológico y cultural del enfermo, la relación social, laboral y familiar del mismo puede verse afectada. Esto se debe al rechazo y al temor que la lepra siempre ha provocado.
Antes se recluía a los enfermos en sanatorios (leprosarios). Desde hace tiempo esto no hace falta porque existen medicamentos muy eficaces que permiten que el tratamiento sea ambulatorio. Además hoy se conoce que la lepra es de difícil contagio.
El diagnostico temprano permite el tratamiento adecuado y la curación  de la enfermedad, cortar la cadena de contagios y evitar las discapacidades que la enfermedad puede provocar. Por el momento no existe una vacuna eficaz contra la lepra. Se cuenta a la fecha con el tratamiento efectivo y el diagnóstico precoz a través del examen  periódico de los convivientes. La aplicación generalizada de la BCG (vacuna contra la tuberculosis) es probablemente un factor contribuyente ala declinación de la incidencia de los casos de lepra.
Los primeros síntomas de la enfermedad son manchas (máculas) en la piel con disminución o pérdida de la sensibilidad, del vello y/o de la transpiración. Según la forma clínica pueden presentarse nódulos (lesiones) y engrosamiento de la piel (placas, infiltración) y/o nervios periféricos con dolor espontáneo o a la compresión. Generalmente se produce un trastorno de la sensibilidad, que va desde una leve hipoestesia (adormecimiento) a una anestesia total. Así, poco a poco, por falta de cuidado y de un tratamiento oportuno, las heridas se infectan ocasionando un daño que al cabo del tiempo producen las discapacidades  y deformidades que todos conocemos o imaginamos en relación a esta enfermedad. Se puede presentar una obstrucción nasal persistente, con o sin  hemorragia nasal de causa no justificada. Además hormigueos (disestesias, parestesias) en pies y manos.
En torno al contagio, la lepra se infecta de persona a persona por un contacto directo y prolongado, calculado en  aproximadamente de 3 a 5 años. Se produce entre un enfermo con posibilidad de transmitir la enfermedad (ya que no todos los que padecen lepra eliminan bacilos fuera de su organismo) y una persona sana susceptible. Es decir que debe mediar una predisposición especial para poder enfermar. La mayoría de las personas posee resistencia natural al Mycobacterium leprae.
Está científicamente demostrado que la lepra no es hereditaria. De una madre y/o padre enfermo nace un hijo sano. La mejor protección que se le debe dar al recién nacido es que el progenitor afectado realice y complete el tratamiento.
El enfermo de lepra puede y debe realizar una vida completamente normal, con todos sus derechos y deberes sociales y civiles. Puede casarse, deambular, trabajar... sin ningún tipo de restricción ni consideración especial. Lo único que debe hacer diferente, es realizar el tratamiento adecuado y completo y tomar todos los recaudos para prevenir las eventuales discapacidades.
Los más expuestos a la infección son los convivientes del enfermo de lepra, o sea los familiares directos.


¿Se cura la lepra?


¡Si! Hecho el diagnóstico (preferentemente en forma precoz) y realizando un tratamiento regular y completo, el cual tiene una duración de entre 6 meses a 1 año según la forma clínica del paciente en tratamiento, la lepra se cura. La medicación que logra este fin es entregada en forma gratuita por el Programa Nacional de Lucha Contra la Lepra (Salud Pública de la Nación).
Siempre se deben utilizar varios medicamentos a la vez, por lo que se denomina  “tratamiento multidroga (TMD). Es importante no sólo  instaurar el TMD, sino desde el mismo momento del diagnóstico realizar la prevención de la discapacidad de manos y pies.
Rehabilitación significa efectuar las acciones necesarias para que elpaciente pueda continuar con su vida familiar, laboral  y social si es quesufrió una discapacidad a causa de esta enfermedad. Cuando el paciente secura deja de ser enfermo, por lo tanto no se debe fomentar lasobreprotección.

06-10-2006 | Cargada en Salud - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social