En un nuevo mensaje al pueblo de Formosa, el gobernador brindó un pormenorizado informe sobre la estrategia sanitaria adoptada por la provincia para dar cumplimiento al ingreso masivo de personas que fuera ordenado por la Corte Suprema de Justicia de la Nación
Desde su despacho en la Casa de Gobierno, sede del Poder Ejecutivo Provincial, el primer mandatario formoseño inició su discurso diciendo que "el 20 de noviembre pasado me dirigí a todos los formoseños y las formoseñas ante una circunstancia muy delicada que nos tocaba vivir como comunidad" porque "el día anterior, la Corte Suprema de Justicia de la Nación había dispuesto una medida cautelar que impactaba de lleno en una de las medidas más efectivas de nuestra estrategia sanitaria, que es el ingreso ordenado y administrado a la provincia de Formosa".
Recordó que "el máximo tribunal nacional había ordenado el ingreso a nuestro territorio en un plazo de 15 días hábiles de todas las personas con solicitudes pendientes hasta ese momento, aplicando las medidas sanitarias que la provincia estimara pertinentes", lo que significaba "autorizar el ingreso de 8321 personas en un plazo muy breve de tiempo, casi la totalidad de ellas provenientes de lugares con alta incidencia de coronavirus".
Ante esto, remarcó, "la dificultad no nos hizo cejar en nuestro compromiso de defender la salud y la vida del pueblo formoseño, y por ello ratificamos nuestras medidas sanitarias para hacer frente a tamaño ingreso masivo de personas", ya que "esta gesta superaba la capacidad de respuesta institucional de cualquier Gobierno provincial".
No obstante, enfatizó que "siempre tuve la convicción que más que un Gobierno, somos una verdadera comunidad organizada", haciendo notar que "de esa forma respondimos y logramos juntos un resultado extraordinario".
Puso de resalto que "en pocos días multiplicamos los Centros de Alojamiento Preventivos (CAP), pasando de 48 a 177, debiendo acondicionar para ello 115 edificios escolares, en coincidencia con la finalización del ciclo lectivo y con un esfuerzo enorme de los voluntarios militantes de la salud y la vida".
Además, también se aumentó la cantidad de las camas, yendo de 1810 a más de 8000, así como también se incrementó de manera superlativa el equipamiento para cada habitación, los kits personales para recibir a los ingresantes de la lista, la logística y el personal necesario.