Resaltan manejo hídrico en recuperación de zonas productivas.

“Mientras la sequía damnifica provincias vecinas, matando animales y poniendo en riesgo la salud de la población, Formosa muestra los efectos positivos arrojados por la política de manejo de los recursos hídricos puesta en marcha ...

“Mientras la sequía damnifica provincias vecinas, matando animales y poniendo en riesgo la salud de la población, Formosa muestra los efectos positivos arrojados por la política de manejo de los recursos hídricos puesta en marcha una década atrás para eliminar los riesgos de la desertificación, habilitar nuevas zonas para la producción por la saturación de las concentradas en el este del territorio y expandir las fronteras agropecuarias”, subraya un informe publicado ayer por el diario La Nación.
Justamente al hacer referencia a las políticas empleadas por el gobierno provincial desde hace una década, subraya que las mismas resultaron efectivas para expandir la frontera agropecuaria provincial.
Abunda señalándose que esa precariedad de lluvias que tuvo siempre esta provincia se percibe en los datos siguientes: de las 7.200.000 hectáreas de superficie solamente están en producción 110.000. La aspiración es que por lo menos se cubra con cultivos el 10%. De allí la puesta en vigor de un proyecto que no sólo implica acopiar agua, reactivar viejos cursos y promover el riego, sino también apoyar esa transformación con centros de tecnología, infraestructura básica para el desarrollo y recursos de un fondo fiduciario creado para apoyar a los trabajadores rurales y campesinos.
El primer resultado exitoso, luego de haberse perdido 400 kilómetros de cauce taponado por los sedimentos fue el proyecto Pantalón, que permitió frenar la retracción del Pilcomayo y mantenerlo en solamente 33 kilómetros de territorio formoseño.
Pero la planificación permitió que el río dejase de retroceder y que el ingreso de los desbordes fuera aprovechado mediante un conjunto de obras que ya habilitaron cientos de miles de hectáreas nuevas para producir. Los desbordes se canalizan por el bañado La Estrella, de 400.000 hectáreas, que antes avanzaba hacia el Este y se perdía, encauzado en los riachos interiores, en el río Paraguay.


Reactivación de cauces


Ahora, a través de canales y complejos de represamiento, se ha conseguido reactivar antiguos paleocauces y habilitar amplias comarcas para la agricultura y la ganadería. Un caso concreto es el denominado río del Norte, que se rehabilitó después de casi 80 años de estar seco, para lo que se utilizó el viejo cauce del arroyo El Tala. Ya está cargado totalmente y se extiende a lo largo de 190 kilómetros, llevando sus aguas tomadas de La Estrella hasta San Martín Dos.
Esa zona dispone ahora del recurso como para incorporar 220.000 hectáreas al desarrollo agrícola y ganadero. La planificación se desarrolla a una superficie contigua al río de 10 kilómetros de ancho. Pero el más ambicioso de los planes es conseguir que el sistema del riacho El Porteño, que cubre una extensión de 250 kilómetros de largo y que fluctúa entre 20 y 35 de ancho, tenga agua todo el año.
Incluye una región donde han proliferado los cultivos de pomelo, cuyos jugos se exportan a la Unión Europea y Medio Oriente, y de banana, en este caso con la particularidad de que se produce durante todo el año. Ya se ha terminado una decena de obras de control y regulación.
Los primeros aportes ya se iniciaron desde la laguna La Salada, en un sitio clave donde se está por comenzar una inmensa represa de casi 400 hectómetros cúbicos de capacidad como para que se garantice la disponibilidad de agua todo el año.
Otra obra clave se está terminando de construir sobre la traza de la ruta 28, entre Las Lomitas y Posta Cambio Salazar. Se trata de un canal que no sólo ha habilitado unas 100.000 nuevas hectáreas para la producción, sino que servirá para escurrir el agua a través de nuevos canales hacia ciudades como Pozo del Tigre, Ibarreta y Pirané, otrora pujantes como ganaderas, algodoneras y madereras, respectivamente. Así, estas ciudades dejarán de tener problemas de disponibilidad de fuentes alimentadoras de sus plantas potabilizadoras.
Del lado del Bermejo, un canal de unos 125 kilómetros de longitud parte desde este río hacia Ingeniero Juárez y Los Chiriguanos, y otro de 70 kilómetros, hacia Laguna Yema, donde se emplazan la presa y embalse de casi 280 hectómetros cúbicos de capacidad en una superficie de 14.000 hectáreas que es la que alimenta al acueducto a cielo abierto entre Yema y Las Lomitas, creando un polo de desarrollo en lo que hace 10 años era un desierto y logrando inversiones superiores a los 50 millones de dólares.
En esta área se producen primicias y se logran cítricos, espárragos y ancos de calidad que se exportan a Francia, Holanda y Gran Bretaña. También se radicaron empresas que crían caprinos de raza y búfalos, con una genética que ha mejorado la calidad de las carnes y la leche, a punto tal que se organizan frigoríficos para faenar, congelar y exportarlas y plantas elaboradoras de queso y mozzarella.

10-09-2006 | Cargada en Noticias - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social