El coordinador ejecutivo del Instituto PAIPPA, Dr. Alberto Zorrilla, dijo que la intervención del gobierno provincial comprando banana a los pequeños productores mediante el Fondo Fiduciario Provincial, lejos de distorsionar ...
El coordinador ejecutivo del Instituto PAIPPA, Dr. Alberto Zorrilla, dijo que la intervención del gobierno provincial comprando banana a los pequeños productores mediante el Fondo Fiduciario Provincial, lejos de distorsionar el mercado, es para favorecer a los que menos tienen.
El funcionario fue consultado por esta nueva asistencia a los pequeños productores bananeros del norte provincial y así explicó la forma de la operación comercial, surgida en virtud de la retracción de la demanda.
Con relación a esta acción gubernamental, dijo que “tiene varios propósitos. Es política del gobierno favorecer a los que menos pueden o tienen, quienes en situaciones más desventajosas se encuentren. En el tema de la venta de los productos primarios, el que está en peor situación porque no tiene las fuerzas de una relación de igual a igual en el mercado es el pequeño productor”.
“En este sentido, el producto banano- que se debe comercializar en fresco porque todavía no tenemos una industria que lo procese- está sufriendo una disminución del precio de compra. Es decir que la demanda está muy restringida y parecería que el Mercado Central que está en Buenos Aires y otros mercados nacionales están muy saturados del producto y entonces estamos monitoreando desde hace tiempo esta cuestión y comprobamos que está empezando a bajar de precio”, estableció.
Añadió el responsable del instituto que “el gobernador Insfrán, ante esta situación, cuando bajó a un límite en que establecimos que el pequeño productor ya estaba trabajando a pérdida, decidió ingresar al mercado para la compra de banana fijando un precio con varios motivos: Uno es tratar que el esfuerzo del pequeño productor sea recompensado y otro es retirar banana del mercado, es decir, de la oferta, provocando el aumento de la demanda”.
Sobre la participación o intervención del Estado provincial, Zorrilla precisó que “el gobernador entiende que es necesario desarrollar este papel por una cuestión económica. El Estado provincial no tiene granjas o plantaciones de banana, pero interviene cuando se siente afectado por las consecuencias negativas o vaivenes del mercado o de la ley de la oferta y la demanda”.
Especificó el funcionario que todo lo que tenga que ver con la asistencia al pequeño productor bananero comprende también la asistencia técnica, en el marco de un trabajo conjunto. Cuando se refirió al trabajo conjunto, dejó en claro que se refería a todo el gobierno provincial, con participación directa de varias áreas y no solamente el Instituto PAIPPA. “A nosotros nos toca, como tenemos relación directa y sabemos bien lo que sucede en el terreno, detectar a los pequeños productores que tienen bananas en sus chacras (hasta tres hectáreas) y evaluar junto a ellos cuanta producción tienen para la venta. Una vez detectado todos estos factores, se pasan los detalles al Fondo Fiduciario Provincial (FONFIPRO) que dispuso habilitar una caja en la localidad de Laguna Naick Neck y con eso contrata a los compradores de la banana, que son acompañados por el PAIPPA”, explicó.
Afirmó que no se trata de un trabajo simple, sino más bien “complejo” y es por eso que “apelamos a la buena voluntad de los compradores de banana, se contratan los camiones, se ven los fletes, los maduraderos y el FONFIPRO tiene a su cargo el transporte para llevar al destino final la banana comprada”.
Afirmó que dentro del PAIPPA existe una sección denominada “Comercialización” que permite la relación con los otros estamentos del Estado provincial y de este modo se organizan las ferias francas en la capital e interior, las planchadas de acopio del algodón, “que no son de nuestro instituto sino del gobierno provincial”.
Por último, el Dr. Zorrilla puso en claro que esta posición del Estado provincial no tiene sentido paternalista ni pretensiones de distorsionar el mercado, sino que está acudiendo en apoyo de quién menos tiene.