Noticias

El gobierno de la provincia de Formosa llevará a cabo mañana 17 de agosto, desde las 14, los actos oficiales conmemorativos al 156 aniversario de la muerte del General José de San Martín, el Libertador de América.
Estarán presentes en la ceremonia de recordación de las gestas del Padre de la Patria, las máximas autoridades del gobierno provincial, legisladores nacionales y provinciales, representantes del Poder Judicial, de la Municipalidad de Formosa y su Concejo Deliberante, miembros de entes descentralizados y diplomáticos con representación en Formosa. Con seguridad estarán presentes también jefes de fuerzas armadas, de seguridad y policiales, delegaciones estudiantiles y escolares e invitados especiales, entre ellos responsables de asociaciones sanmartinianas.
El acto comenzará a las 14, con la concentración de delegaciones de las FF.AA,  estudiantiles y pueblo, en la plaza San Martín y luego –14,30- será la presentación de los efectivos al gobernador Gildo Insfrán y al jefe de la Guarnición Militar Local, quienes revistarán a las tropas y los saludarán.
A las 14,40 se enconarán las estrofas del Himno Nacional Argentino y la Marcha a Formosa; se realizará una invocación religiosa y se concretará la ofrenda floral a cargo de las diversas autoridades y organizaciones.
A las 15, se realizará el toque de silencio y se escucharán las palabras  alusivas de un funcionario del gobierno provincial. Posteriormente, será el momento del pasaje del desfile, con el paso de las tropas de las formaciones desplegadas y finalmente, se realizará la desconcentración.

SAN MARTÍN –1778-1850-, EJEMPLO
DE CIUDADANO Y SOLDADO

El próximo 17 de agosto se cumplen 156 años del fallecimiento del General Don José Francisco de San Martín, héroe máximo de nuestra Patria y ejemplo sin mácula de generaciones de argentinos y americanos.
En el mundo en que vivimos, donde los valores éticos y morales pareciera que dejan de marcar en general la conducta de los hombres, su figura se agiganta por el ejemplo de vida que nos legara, más aún cuando lo vemos en el contexto de un ser humano y que como tal, pudo tener seguramente pasiones, inquietudes y debilidades que logró superar guiándose por sus principios inalterables en los que prevalecía el bien de su Patria, tal como quedara plasmado en una expresión suya: “el beneficio de mi patria será el último deseo que me acompañe a la tumba”.-
Así lo vemos en su desinterés, cuando dejó una brillante carrera militar en España para luchar por la libertad de América, en la renuncia a los honores, a parte de su sueldo como Gobernador de Mendoza, al no aceptar el Gobierno de Chile que le fuera ofrecido o a su renunciamiento al Protectorado del Perú donde como Fundador reconocido de la libertad de ese país hermano y donde se revelara su capacidad de gobernante, o al cederle el mando de su Ejército libertador a bolívar en Guayaquil, anteponiendo la libertad de América a sus lógicas aspiraciones personales.-
Un hombre exigente pero justo, tanto en su vida militar como en la educación de su hija, lo vemos también en su vocación de Libertador y no de Conquistador, como en su claro sentido de la supremacía del servicio sobre el dominio en el poder, su genialidad militar y política cuando en el armado táctico y estratégico de la campaña libertadora y apoyándose en el conocimiento acabado de la topografía y la memoria casi infalible del Sargento mayor José Antonio Álvarez Condarco, inaugurando lo que hoy es la moderna inteligencia militar, logró lo que al decir de José Pacífico Otero lo que nadie había pensado jamás, hasta entonces, “... que para vencer a las tropas realista se pudiera utilizar los pasos de Los Andes, límite natural entre el reino de Chile y el Virreinato del Río de la Plata”. A este respecto en su obra sobre el libertador, Mitre sostiene que: “la patria ignoraba los caminos para llegar al triunfo, pero San Martín los descubrió y uniendo lo político a lo militar, aliando lo argentino con lo chileno, se reveló como el primero de los Capitanes y el primero de los Políticos del Continente de su época”. Este es uno de los aspectos de su genialidad política al decir de Ricardo Levene, quien resume las mismas así: “sus concepciones políticas sobre el americanismo, la soberanía de la Nación independiente, el derecho público y privado, y el gobierno republicano vigoroso, tienen altísimo valor teórico y práctico (que pusiera de manifiesto como Gobernador de Mendoza y como Protector del Perú), a la vez por que son ideas vivas nacidas al contacto fecundo de la realidad inédita de la América libre que lo tuvo como uno de sus principales forjadores” (“El Genio Político de San Martín - 1.950”).-
Su concepto de la justicia a la que consideraba la “única y verdadera salvaguardia de la libertad del pueblo”. En sus transparentes y firmes actitudes para evaluar desde una postura de total modestia la conducta de sus conciudadanos, entre las que podemos mencionar su desacuerdo con algunos procedimientos en la conducción política del Brigadier General Juan Manuel de Rosas, pero no impidiera que a la actitud crítica de ello en un gesto de grandeza reconociera la férrea conducción del Restaurador contra los bloqueos extranjeros, legándole por tal motivo en su testamento, el sable corvo que usara en la campaña libertadora, hecho éste que explicara Ricardo Rojas en su libro “El Santo de la Espada”, y que lo ampliara en una recordada editorial publicado en una edición dominical del diario la Prensa de Buenos Aires, en 1.957, en épocas que se intentó cuestionar este gesto y que por sus sólidos argumentos, canceló toda polémica al respecto.-
Supo de los sinsabores, ingratitudes y amarguras de las injusticias provocadas por algunos de sus contemporáneos, que no hicieron mella en su personalidad ni en su escala de valores y ya retirado de la vida pública, viviendo en Francia también recibió el reconocimiento de sus compatriotas, pudiendo citar en este orden, las opiniones de algunos que fueron estadistas y hombres destacados en la historia argentina, tal el caso de Juan Bautista Alberdi que lo conoció en París en 1843 y luego expresara: “Yo le creía un indio – como tanta veces me lo habían pintado – y no es más que un hombre de color moreno”; “lo hallé vivo y fácil en sus ademanes”; “me llamó la atención su voz gruesa y varonil”, “digno de un filósofo por su sencillez”. Por su parte el mencionado Ricardo Rojas (en el libro ya citado), recuerda que lo que más le llamó la atención a Alberdi fue la austeridad de San Martín, la modestia con que habló de sí mismo, para sentenciar finalmente al principal ideólogo de nuestra Constitución Nacional que “mientras los segundones se envanecen hasta de lo que no han hecho, aquel primate pareciera empeñado en hacerse perdonar la gloria”.-
A su vez Florencio Varela quien lo visitara en 1844, le expreso a nuestro héroe: “moriré más contento después de haber conocido al hombre a quien más triunfos debe nuestra Patria”.-
Cuando Domingo Faustino Sarmiento lo entrevistara en 1845, llevaba una carta de presentación del General Las Heras que expresaba entre otros conceptos: “el señor Sarmiento, patriota ilustrado y que por su corta edad no pudo conocer a Usted en la época de sus grandes hechos, desea ardientemente acercarse a usted, como a uno de los pocos monumentos vivos que nos quedan de nuestra historia”.
Hagamos en la fecha un sereno análisis de nuestras conductas a la luz de estos ejemplos que nos dejara el Padre de la Patria y en ellos encontraremos el estímulo para luchar por una Argentina grande, solidaria, decidida, a la que llegaremos en una actitud colectiva, orientada al bien común, superadora de las cuestiones personales, sectoriales o partidarias, comprometiendo todos nuestros esfuerzos como ciudadanos en defensa de la República y sus instituciones, como padres o desde el rol humano que nos toque ocupar para lograrlo.
Formosa, agosto de 2.006.-  

Esc. CARLOS OSCAR SILVA
Asociación Cultural Sanmartiniana de Formosa