Creada por resolución de la Convención Constituyente el 15 de marzo de 1991, la fecha fue instituida para conmemorar el Día de la bandera de Formosa.
Entre los fundamentos simbólicos de la enseña formoseña, sus creadores, arquitectos María Beatriz Saez y Walter Willimburgh, se propusieron un diseño surgido de la privilegiada ubicación de la provincia de Formosa en el Cono Sur Americano y el rol protagónico que le cabe en el marco de la integración regional y continental. Tomado éste como tema único de la propuesta dado que caracteriza a la provincia en su importancia geopolítica y asegura su proyección y permanencia en el tiempo.
Se intenta reflejar la presencia de Formosa en el corazón del Continente subrayando el proyecto de integración a través de su extensa frontera como invariante histórica.
El paño partido en tres campos representa el Cono Sur abrazado por los dos océanos, expresado en los colores celeste y blanco de nuestra bandera nacional.
Es de destacar para una mejor comprensión de la ubicación geográfica de la provincia en el país, el ser atravesada por el trópico de Capricornio. Esto se ha marcado mediante una guirnalda de laureles que cruza todo el paño en sentido longitudinal. La estructura institucional de la Provincia se sintetiza en nueve estrellas dispuestas en el circulo a la altura del trópico, componentes ya presentes en el Escudo Provincial.
Dos premisas importantes condicionaron el diseño, la primera, la condición de toda bandera de ser leída indistintamente por ambas caras, lo cual restringió el empleo de formas y textos, y la segunda, la simplicidad de trazado presentado en su reproducción a nivel escolar e institucional.