La imagen de Nuestra Señora del Carmen en sede del PEP.

El gobernador Gildo Insfrán recibió personalmente a la imagen de la Virgen del Carmen que en su recorrido por las distintas instituciones públicas recaló en la sede del poder Ejecutivo en cuya planta baja ...

El gobernador Gildo Insfrán recibió personalmente a la imagen de la Virgen del Carmen que en su recorrido por las distintas instituciones públicas recaló en la sede del poder Ejecutivo en cuya planta baja el mandatario se unió a las oraciones colectivas para que la celestial protección sea útil para que los planes, proyectos y medidas que se toman sirvan al bien común y conduzcan a Formosa hacia su destino grande.
Hubo una reiterada convocatoria a afirmar la acción colectiva partiendo del sostenimiento de los valores esenciales para que sea posible garantizar la concordia y la paz así como la recreación de una sociedad armónica.
Estuvieron, entre otros, el ministro secretario general del PEP, doctor Antonio Ferreira; los ministros de Economía, Inés Beatriz Lotto de Vecchietti; de Gobierno, Lorenzo Elvio Borrini y de Producción, Luis Basterra, así como subsecretarios, directores y titulares de entes autárquicos y descentralizados.
Ofició de celebrante el cura párroco de la Catedral, padre Raúl Méndez, quien destacó el cariño profundo que se le profesa a la virgen peregrina, cuyo día se celebra el próximo 16 de julio.
Destacó la consecuencia del formoseño en sus lealtad para con María en la advocación de del Carmen, resaltando que los habitantes de esta provincia son callados, sencillos y tranquilos aunque perseverantes en sus sentimientos y en su fe.
Destacó Méndez que está provisto de una fortaleza que es una virtud que se la utiliza  no solamente la utiliza para hacer cosas impresionantes sino para perseverar en lo cotidiano, en aquellas iniciativas, actitudes y comportamientos que contribuyen a la recreación de una comunidad armónica y positiva.
Valoró ese costado de la personalidad del formoseño, desde el más humilde hasta el que tiene las responsabilidades mayores, por interpretar que resulta más difícil acometer pequeñas cosas ligadas al espíritu y al desarrollo humano que las grandes obras materiales, más allá de la utilidad que prestan ellas para promover la felicidad del pueblo y la evolución creciente de la provincia.
Méndez solicitó que estas reflexiones se tengan en cuenta y se defiendan para que sea posible mantener la pacificación social.
También exhortó a hacer uso de la caridad que implica para el cristiano mirar a los demás desde el corazón de Dios ya que hace posible, también, la reconciliación y la paz
Evocó expresiones papales en el sentido de tener en cuenta permanentemente la trascendencia de vivir con los valores esenciales ya que de ese modo estará garantizada la concordia social.
“Vamos a pedirle a la Virgen del Carmen , ya que estamos en el mes de su fiesta, que sea ella la que nos recuerde siempre quienes somos y con una memoria viva y no nostálgica para que seamos capaces de emprender con esperanza el mañana”,instó.
Insistió en que identifica a los formoseños el profundo amor que sienten por la provincia, desde el gobernador hasta el más humilde de los habitantes.”Todos queremos a esta tierra y soñamos con lo mejor para ella y si tenemos ese proyecto común por que tiene que ser imposible la paz porque con la ayuda de Dios y de la Santísima Virgen del Carmen, así como la semilla va creciendo, así como tenemos tantos dones para agradecer será posible que nuestra Formosa salga al mundo después de mucho tiempo de estar oculta como una realidad pujante y hermosa”, expresó el cura párroco.
“Para construir esta sociedad pacífica que todos anhelamos ,donde cada uno pueda desarrollar plenamente su ser personal íntegramente es necesario que sigamos convencidos que la paz y la tranquilidad deviene del orden, pero no del exterior que es impuesto sino de un orden de valores, respetando las cosas que deben estar en lugares prioritarios”,propuso.
Trajo a cuento expresiones de Jesús en sus predicaciones al señalar que hay un mandamiento principal sin el cual todo lo demás se puede derrumbar y que tiene que ver con el amar a Dios por sobre todas las cosas y en este caso a la santa patrona protectora de los humildes y desvalidos.
“Y en ese orden, está primero la persona, el ser humano y su valor intrínseco porque esta hecho a imagen y semejanza de Dios. Y de allí la necesidad de respetar a la persona en todas sus etapas, desde que se gesta en el vientre va creciendo hasta que declina en la ancianidad, cargado por el peso de la vida y de las tribulaciones”, planteó.
Méndez exhortó, además, a observar la justicia porque es también la forma de la sociedad, porque supone el respeto, la dignidad y la valoración del otro, así como el amor a la libertad que no debe ser individualista sino que debe vivírsela en comunión así como para buscar y soñar el bien desde la familia, desde la sociedad. 

01-07-2006 | Cargada en Sociales - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social