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Incansables e intensos trabajos se están llevando a cabo en torno a la localidad de Colonia Pastoril para evitar que el pequeño casco urbano se inunden por la crecida de las aguas del riacho Monte Lindo Grande.
Como se sabe, las aguas de este riacho, una de las más extensas de la provincia, está anegando vastos sectores del sector este de la provincia, luego de tomar las aguas del bañado La Estrella, que se contrapone con otras situaciones de sequía que tienen lugar en la provincia.
Los trabajos durante las 24 horas los están llevando a cabo la Dirección Provincial de Vialidad, que opera con máquinas y operarios, junto a la Comisión de Fomento del lugar, que también opera de día y de noche.
Estos organismos y otros voluntarios trabajan sin desfallecer construyendo el anillo de defensas consistente en un terraplén de tierra, que a cada instante es recrecida para evitar que las aguas inunden la localidad, que ya conoció en dos ocasiones esta situación de catástrofe, hace un par de años atrás.
El cordón de defensa protectora circunda al poblado y ya evitó que las aguas inunden las viviendas. Pesadas máquinas hidráulicas a cremalleras opera de modo intenso, sin descanso, depositando más material suelto sólido sobre la cresta de la barrera y evacuan con motobombas las aguas acumulados del lado anillado, producto de las últimas lluvias.
Pero a pesar de lo que se observa y de la intempestiva crecida del riacho Monte Lindo Grande, la población está en calma y colabora en los emprendimientos de vigilancia y recrecimiento del anillo protector. Todo esto en un marco de optimismo, habida cuenta de que fuentes oficiales indicaron en los últimos días que el mencionado curso de agua dulce ya está en bajante en la zona de Loma Monte Lindo, sobre la Ruta Provincial 3, aguas arriba.
El propio presidente de la Comisión de Fomento, Ignacio Alberto Frasqueri encabeza los trabajos que lleva adelante la institución, con un importante número de operarios destacados en la zona de la barrera, con consignas precisas y responsabilidades compartidas. Se mueve de un lugar a otro, a lo largo de una sinuosa barrera que sostiene férreamente la fuerza del agua, que llega hasta allí cristalina y luego de recorrer más de 200 kilómetros.
Junto al titular de la comuna, también con huellas de cansancio, trababan los representantes de la DPV, que siempre está donde se registran emergencias, como en el caso de la sequía,  en Pirané, Comandante Fontana, Palo Santo, Laguna Blanca y otros lugares.
La cuadrilla de la DPV y las máquinas están a cargo de Marcelo Motta, jefe del Distrito Norte de la institución, comanda las actividades que hasta ahora, resultaron muy fructíferas y provoca que la población confíe en lo que se está llevando a cabo.
El riacho Monte Lindo, que luego- hacia el este- se junta con su homónimo Chico para desembocar a la altura de Dalmacia, al río Paraguay, está prácticamente anegando grandes sectores de esta zona de la provincia. Y una gran masa de agua amenaza a Colonia Pastoril, que merced a este trabajo, no se inundó, como ha ocurrido lamentablemente en dos ocasiones, hace muchos años, cuyas huellas aún perecen en las viviendas y en la memoria de los pobladores más antiguos.
Incluso, un antiguo residente cuyas viviendas de las varias que tiene en un predio de aproximadamente 40 por 40, situado a escasos 12 metros de crecido curso, están seriamente amenazadas, se resiste a abandonar, simplemente porque se siente protegido y sostiene fervientemente que no volverá a ocurrir la inundación de tiempos pasados.
Como ayuda material y espiritual, casi al mediodía llegó a Colonia Pastoril, Juan Carlos Gómez, intendente de la localidad de Herradura, sumándose, con la experiencia que acumulan los herradurenses en este tipo de contingencias naturales. Antes, un camión de esa comuna descargó mediante un esforzado trabajo de los obreros, una enorme canoa que permitirá llevar las a cabo los trabajos allende las barreras.