El gobernador de la provincia, Gildo Insfrán encabezó este viernes en Clorinda el acto central conmemorativo al 78° aniversario de la Gendarmería Nacional Argentina.
En el palco situado en la céntrica avenida San Martín entre las calles San Vicente de Paul y Hertelendy, el primer mandatario estuvo junto al presidente provisional de la Legislatura, Armando Cabrera, el intendente clorindense Manuel Celauro y el jefe del Escuadrón VI Formosa de GN, comandante mayor Jorge Luis Caligaris,
Luego de la entonación de los Himnos Nacional Argentino y Marcha a Formosa, se ofició una invocación religiosa en homenaje a los gendarmes caídos en cumplimiento del deber, al tiempo de bendecirse las medallas con las cuales se testimonio al personal con 25 años de servicio en la institución. El propio gobernador fue uno de los encargados de hacer entrega de este reconocimiento,
como también de los presentes protocolares para ciudadanos que colaboraron con la Gendarmería Nacional; tras lo cual se dio lectura al mensaje del director nacional de Gendarmería Nacional, comandante general Gerardo José Otero.
Finalmente un pasaje de desfile cívico-militar marcó el cierre de la evocación, de la cual tomó parte no solo la "familia" de la fuerza que cumplió años, sino la comunidad clorindense.
Mensaje
"Esta nueva celebración del natalicio de la fuerza se enmarca en un festejo sentido de nuestro pueblo, el Bicentenario de la Declaración de la Independencia Nacional. Los gendarmes somos parte activa de un proyecto y trayecto de esa historia, el que se viene escribiendo desde el 28 de julio de 1938", expresó Otero en su mensaje.
Recordó que a través de la sanción de la ley 12367, nacía en el seno de la democracia una institución moderna del Estado nacional, respondiendo a una real necesidad de la Nación. "La Gendarmería recibía en ese momento la premisa de afianzar los límites de la nación, llevando la presencia del Estado nacional a las fronteras. Allí hemos sido origen y nacimiento de asentamientos poblacionales, llevando seguridad, ley y soberanía a los puntos más lejanos de la República", al tiempo de destacar las labores sociales desarrolladas por dicha fuerza en favor de la comunidad.
"Fuimos y somos vanguardia del Estado nacional, afirmamos diariamente nuestra soberanía en sitios tan lejanos e inhóspitos, donde la trilogía Dios, naturaleza y gendarme, conforman una sola realidad", señalo, y añadió: "la institución logró consolidarse tanto en su estructura organizacional y funcional, como en el espíritu de sus hombres y mujeres, adquiriendo las características de una fuerza intermedia capaz de desempeñarse en escenarios de conflictos bélicos o en la actividad policial, tanto dentro de la República como fuera de ella, en misiones de paz y coadyuvando como actor fundamental en la seguridad pública y ciudadana", completó Otero.