Comunicación Social

Tras marcar que con solo mirar al binomio opositor uno se da cuenta de que se trata de la misma Alianza que llevo al país a la tremenda crisis de principios del 2000, el gobernador formoseño, Gildo Insfrán, advirtió en no "caer en la trampa" de estos que dicen ser "promotores de un cambio", y remotamente están de serlo.

Así se expresó al término del cónclave de gobernadores del NEA-Litoral en la vecina capital chaqueña de Resistencia, donde junto al mandatario anfitrión, Jorge Capitanich, de Misiones, Maurice Closs y de Entre Ríos, Sergio Urribarri, suscribió un documento de respaldo a la fórmula del FpV, Daniel Scioli-Carlos Zannini.

El encuentro se produjo en la sede del Partido Justicialista de Resistencia, donde además estuvieron presentes los gobernadores electos del Chaco, Domingo Peppo, y el de Misiones, Hugo Passalacqua; el senador electo de Corrientes, Carlos "Camau" Espínola, y el intendente correntino, Fabián Ríos.

Se exhorto luego de la reunión a "militar con más fuerza en busca el fortalecimiento de la estrategia territorial a partir de la responsabilidad que le cabe a todo el norte argentino". 

"Vienen por nosotros"

El hablar el gobernador Insfrán, destacó que en el NEA la fórmula del FpV se impuso en los comicios del pasado 25 "por más de 700 mil votos", para de inmediato hacer un llamamiento a la clase media, "porque este gobierno, en sus tres períodos, ha ensanchado el margen de la clase media. Y hoy parece que esa clase media es esquiva a la política que queremos seguir profundizando". 

En esta exhortación a la clase media, parafraseó a Arturo Jauretche acerca de que "cuando a la clase media le va bien, vota mal, y cuando le va mal, vota bien", para refrendar en que ha sido este gobierno quien a través de políticas activas permitió a este sector social mejorar su condiciones. 

Les pidió "en honor a todos los beneficios, que no fue por obra de magia como dice la presidenta CFK, sino producto de políticas públicas, las que hicieron posible que esa clase media este mejor, en acompañar este modelo transformador.

Incluso clarificó su opinión en que "no se crean que por estar mejor ahora son oligarcas, porque los oligarcas los van a seguir mirando siempre como "carne de cogote", además de marcar el valor de "no olvidar nuestro origen".

Dijo estar convencido de que "los peronistas ya nos dimos el gusto el 25, y ahora vamos a recapacitar, porque sabemos que vienen por nosotros, y el 22 de noviembre vamos a votar muy bien y Daniel Scioli será presidente".

Afirmó que la fórmula del FpV "es la garantía para que este proyecto se profundice y que no haya más tres Argentinas, como la recibió Néstor, la del centro separada de las inviables del norte y la Patagonia. Queremos una sola Argentina como la estamos construyendo ahora. No caigamos en la trampa", formuló".

Para Insfran "no hace falta hacer muchos análisis, solo mirando cómo está constituida la formula ya sabemos que se trata de la Alianza", expuso acerca del binomio opositor de neta conformación  porteña, para revalidar acerca de que "nosotros representamos la cabal expresión del verdadero cambio". 

Finalmente insistió en advertir a que "no caigamos en la trampa a la que nos quieren llevar. Nos hablan de cambio, y el verdadero cambio somos nosotros que hemos transformado esta Argentina con inclusión social", para destacar la "decisión estratégica de Néstor Kirchner que permitió sacarnos de encima ese molesto socio que es el alma mortal del imperio para dominación de los pueblos, que es el FMI, a quien le pagamos 10 mil millones de dólares. De esa manera recuperamos la independencia económica, y al hacerlo recuperamos la soberanía política, y solo así se puede conseguir la justicia social.

Documento

"Solo el pueblo salvará al pueblo", expusieron los gobernadores del PJ del NEA-Litoral en el documento que los mandatarios refrendaron en Resistencia, donde señalaron "nuestra fórmula expresa una concepción federal del país para garantizar la continuidad de las obras de infraestructura que constituyen una auténtica y profunda reparación histórica del norte argentino.

Nuestras provincias han experimentado un crecimiento inusitado en este tiempo en base a cuatro factores esenciales:

a) transferencias sociales directas que permitieron la inclusión social de niños, adolescentes y jóvenes a través de la Asignación Universal por Hijo (AUH) y del Plan Progresar, de los jubilados y pensionados excluidos del sistema de protección social, potenciando el consumo popular y expandiendo la demanda agregada que vigorizaron la venta del comercio y de las pequeñas y medianas empresas de nuestros pueblos y comunidades,

b) inversión pública que permitieron la construcción de rutas, autovías, viviendas, cloacas, agua potable, pavimento urbano, gasoducto, energía eléctrica, puertos, fibra óptica, sistema ferroviario a los efectos de mejorar la competitividad sistémica de nuestras economías,

c) industrialización creciente a través de incentivos para radicaciones industriales a través de la expansión de parques, acceso a créditos blandos, promoción de la demanda para lograr rentabilidad de las empresas y fuertes mecanismos de estímulos para el procesamiento de valor agregado en origen de los productos primarios de nuestras economías,

d) expansión del empleo privado formal, reducción de la informalidad laboral y políticas públicas destinadas a garantizar educación, salud pública, seguridad, acceso a la justicia, desarrollo del sector productivo y mejoramiento de la recuperación del ingreso disponible y del salario de los trabajadores con fuertes subsidios de los servicios públicos.

Nada fue producto de la casualidad. Todo fue producto de la causalidad. Nuestras provincias jamás a lo largo de nuestra historia crecieron tanto, tuvieron tamaña inclusión y por primera vez nos sentimos integrados al verdadero federalismo. Hoy no somos argentinos de segunda categoría que la fórmula del puerto de Buenos Aires se encarga de estigmatizar permanentemente.

Nuestras provincias tienen dignidad y conciencia. Tienen conciencia de los tiempos aciagos en donde nos hablaban de provincias inviables que había que cerrarlas por imposición del Fondo Monetario Internacional. Producto de las luchas de nuestros trabajadores y de la fuerte movilización de nuestros movimientos sociales pudimos oponernos a las políticas de ajuste irrefrenables para recuperar autoestima y confianza.

No queremos volver al pasado. Queremos construir el futuro que nos propone Daniel Scioli con las siguientes medidas:

a) eliminación de retenciones a productos regionales como yerba mate, arroz, cebada, té, algodón, girasol, trigo y maíz, reducción de 35 a 25 % de retenciones a la soja con un impacto de 15000 M de pesos en el marco de incentivos a la competitividad de las economías regionales afectadas por la crisis internacional y su impacto en la reducción de los precios,

b) 82 % móvil sobre el salario mínimo, vital y móvil para todos los jubilados que actualmente ganan el haber jubilatorio mínimo para beneficiar a 3.510.000 jubilados con un impacto de 30.500 M de pesos anuales,

c) Eximición del impuesto a las ganancias para 580.000 trabajadores y jubilados que cobran menos de 30000 pesos mensuales junto a la eximición de ganancias al medio aguinaldo del mes de diciembre para fortalecer la demanda y el consumo interno.

Queremos ejercer una fuerte defensa de la soberanía nacional y mantener la continuidad de las inversiones que están transformando nuestras economías.

Queremos seguir construyendo el gasoducto y llegar a cada hogar de nuestras familias. Queremos seguir construyendo acueductos para llevar agua potable a nuestros hogares.

Queremos seguir ejecutando las obras de cloacas para lograr saneamiento ambiental. Queremos seguir construyendo hospitales para fortalecer la salud de nuestro pueblo garantizando como hasta ahora 19 vacunas obligatorias y gratuitas. Queremos seguir construyendo escuelas y mejorando la calidad educativa. Queremos seguir construyendo más rutas y autovías para lograr la conectividad vial que garantice la construcción de una Argentina auténticamente federal. Queremos que la fibra óptica implique un salto cualitativo para el desarrollo de tecnologías de informática y de comunicaciones a los efectos de acercarnos a los mercados del mundo y mejorar nuestra productividad. Queremos mejorar nuestra infraestructura portuaria y la sustentabilidad operativa de nuestros puertos de carga en la región. Queremos seguir industrializando nuestros productos con valor agregado de origen. Queremos unir puentes con Paraguay y Brasil. Queremos el puente Chaco-Corrientes. El puente Goya-Reconquista. El puerto Ubicuy y Las Palmas. Queremos la hidrovía hasta Misiones. Queremos más Belgrano Cargas y el desarrollo del Urquiza. Queremos más obras porque significa más trabajo y más futuro para todos.

Queremos defender la administración autónoma y soberana de nuestro sistema previsional, de nuestra petrolera estatal, de nuestra aerolínea de bandera que nos conecte con todo el país.

Queremos un BCRA que priorice el trabajo y la producción argentina prestando más plata a nuestras Pymes y que no favorezca la especulación financiera.

Queremos seguir construyendo una Argentina Federal con igualdad, fraternidad, libertad pero también con justicia social, independencia económica y soberanía política.

Por eso, elegimos una vez más Scioli-Zannini. Porque es nuestra verdadera opción para defender lo que hicimos y para construir lo que nos falta. No queremos una fórmula del puerto de Buenos Aires porque nos desprecia a los provincianos. Ni siquiera se preocupan de construir una fórmula federal mucho menos se preocuparán de construir un país federal.

¿Qué federalismo propone Macri? ¿El de las provincias inviables? ¿El del ajuste permanente? ¿Cómo podemos creer a un candidato que propine 2 millones de empleos en 4 años cuando a todas luces es imposible?. O cuando promete 1 millón de créditos hipotecarios y su gestión fue desastrosa en materia de inversión para la construcción de viviendas.

O cuando sostiene versación en el manejo de la economía para supuestamente reducir el déficit fiscal que en su administración ininterrumpidamente en 8 ejercicios fiscales, 7 tuvieron déficit. O que la deuda aumento en dólares del 1,4 % del PIB a 7,6 % del PIB en su administración.

¿Cómo podemos creer su promesa de pobreza cero cuando ni siquiera pudo urbanizar una villa en la Capital Federal que siendo el distrito más rico de la Argentina posee 285000 personas viviendo en condiciones infrahumanas? Nos estigmatizan a las provincias del Norte pero a pocas cuadras del obelisco la falta de políticas sociales de la Ciudad pone en evidencia la endeblez de las propuestas de Macri.

No cabe la menor duda que la opción de Cambiemos es un salto al vacío. El pueblo argentino lo sabe. Nuestras provincias lo saben. Porque vivieron con la Alianza en el año 2001 la crisis más dramática de nuestra historia en donde los trabajadores públicos recibían bonos para cobrar sus sueldos. También los trabajadores recuerdan en esa época los salarios de hambre, la exclusión social y la pobreza.

El Frente para la Victoria representa al mismo tiempo continuidad y el cambio porque sabemos interpretar las nuevas demandas del pueblo argentino. Sabemos escuchar el mensaje de la ciudadanía y lo más importante sabremos ejecutar las políticas y acciones necesarias para resolver esas nuevas demandas. Seremos capaces de luchar por los derechos de los trabajadores y de la juventud que pregonó Del Caño en su campaña, del ejercicio de un auténtico federalismo que pregonó Rodríguez Saa, del 82 % móvil de Massa, del aumento del mínimo no imponible en ganancias de Stolbizer. Queremos representar a todos los que hoy no se sienten representados escuchando las demandas sociales para combatir el narcotráfico a través de la creación de una Agencia Federal cuya misión fundamental sea la coordinación de acciones territoriales destinados a desbaratar las bandas delictivas que corroen las entrañas de nuestra juventud privándolos de su propio futuro.

El 22 de noviembre no hay lugar para ninguna especulación. La opción es la continuidad con un cambio responsable para satisfacer las nuevas demandas del pueblo argentino o un salto al vacío con las recetas fracasadas del neoliberalismo. La opción es: una Argentina para todos o una Argentina para pocos".