Destacan importancia de las obras hidroviales.

Carlos Milla Villena, del Colegio de Arquitecto del Perú, quien presidiera en el Hotel de Turismo el II Congreso 5000 años de Arquitectura Amerindia, se mostró gratamente sorprendido por las obras hidroviales ...

Carlos Milla Villena, del Colegio de Arquitecto del Perú, quien presidiera en el Hotel de Turismo el II Congreso 5000 años de Arquitectura Amerindia, se mostró gratamente sorprendido por las obras hidroviales que se encaran sobre la ruta 28 en el centro oeste de la provincia luego de una visita realizada a Campo del Cielo y de apreciar la magnitud del bañado La Estrella como atractivo turístico y como valioso reservorio para ampliar las áreas de producción en esa parte de la provincia que será mejor aprovechado para el desarrollo humano.
“Nunca debemos quejarnos de lo que nos brinda la naturaleza, pero debo admitir que en Formosa quienes habitan en esta zona tienen un hermoso lugar para vivir y con una obra que traerá muchos beneficios y más aún porque la mayoría de los que viven allí son nuestros hermanos aborígenes”, señaló tras comparar las ventajas observadas con los sitios inhóspitos como los de la Puna peruana donde están radicados los indígenas de su país.
Además, reiteró  una ponderación porque el gobierno de  Formosa se había animado a hacer algo que le correspondería emprender a la Organización de las Naciones Unidas o al organismo que la compone que tiene que ver con la ciencia, la educación y la cultura, esto es la UNESCO, algo que también ya lo habían expresado en carta al gobernador Gildo Insfrán los participantes del II Congreso 5000 años de Arquitectura Amerindia "que nos ha permitido ratificar la existencia de una nueva forma de ver y hacer una arquitectura que representara la continuación de nuestra cultura y esté al servicio de nuestros pueblos ancestrales".
Consignaron, asimismo, que los encuentros que se realizan en Formosa “es el único en el continente, quizás podríamos decir el único en el mundo, que está cumpliendo con los fines culturales que le corresponderían a organismos como la UNESCO".


Integracion indigena
 
Milla Villena aprovechó la ocasión para hacer un nuevo llamado a la integración de los pueblos originarios, destacando que el gesto y la decisión política de Formosa al organizar ya tres encuentros y avisar que hará el cuarto el año que viene, es de suma utilidad para lograr ese propósito y evitar que la no búsqueda de ese objetivo amenace con la desaparición de los pueblos originarios.
“La gente que nos invadió hace más de 500 años ya se ha integrado, como puede apreciarse en la Unión Europea que se ha convertido prácticamente en un solo estado, con una sola moneda, sin fronteras, donde todos se apoyan mientras nosotros seguimos desintegrados creyendo en las fronteras, que somos diferentes, que hay diferentes razas y pueblos y no es así”, reflexionó.
Señaló que el problema surge por la falta de entendimiento de los conceptos  y a modo de ejemplo citó el caso de la espiritualidad que a su criterio no existe por sí misma sino que debe ser sostenida  en algo, en una ideología, en una simbología o en una herencia. “También se habla de cultura pero no se entiende lo que es cultura ya que nos han educado para que entendamos a la cultura como la pintura, la escultura y la música y no es así ya que se trata de expresiones artísticas de una cultura pero no son la cultura".
“De haber sido así-añadió- seríamos cultos si manejamos un ballet, música clásica o literatura y si no lo hacemos seríamos simplemente  incultos".
Milla Villena reconoció, asimismo, que uno de los problemas de la integración de los pueblos originarios radica en el dialecto que utilizan ya que no tienen la calidad del idioma “aunque se le supone idioma porque es hablado por millones gracias a un proceso de colonialismo. Pero el hecho de que lo hablen millones porque se lo impuso por la fuerza a sangre y fuego,no quiere decir que tenga las cualidades que debe tener un idioma. Lo que hablamos es un dialecto que no lo manejamos bien”.
El arquitecto Milla Villena invitó a apelar al diccionario de la Real Academia  de la Lengua que señala que un indígena es todo aquel que es propio de un sitio y que todas sus herencias, raíces, ancestros y costumbres nacen de un sitio”.
"Eso es un indígena y entonces eso me lleva a reconocer que los que están en Inglaterra son indígenas, que los ingleses son indígenas en Inglaterra, los alemanes son indígenas de Alemania y que los franceses son los indígenas de Francia y nosotros somos, pues, indígenas de este continente mal llamado Amerindia", prosiguió.
"Nos pusieron esa chapa-aclaró- porque hubo un cartógrafo, Américo Vespucio, que fue quien en cierta medida dió origen al nombre pero que no es nuestro nombre ya que tenemos los propios para este continente", subrayando que hasta hace poco se venía usando el de Abya Yala que significa tierra de florecimiento en idioma kuna.
“Parece que cuando llegaron las primeras huestes judeocristianas y preguntaron como se llamaban estas tierras, los kunas les dijeron Abya Yala, aunque en realidad estaban aludiendo a ese sitio de Centroamérica que es Kuna Yala”, consigna aunque de todos modos, admite que los indígenas han acrecentado sus conocimientos que le permiten reconocer la relevancia de lo que denomina “la gran patria continental”, que se extiende de un polo al otro, comprendiendo desde el estrecho de Bering hasta el de Magallanes "porque somos una sola patria en el continente y cuyo verdadero nombre es Itza Chilan".
El peruano hizo notar que del mismo modo como hay un nombre propio para denominar a un sitio también aparece en el diccionario de la Real Academia otro con el que se designa a quien es ajeno a él y al que se conoce como alienígena.
“Entonces, si peyorativamente quieren llamarnos indígenas pues nosotros los vamos a llamar alienígenas y no lo estaremos ofendiendo pues eso es lo que señala el diccionario razón por la cual cuando hablo de alienígenas estoy aludiendo a toda esa gente que sin invitación vino, nos invadieron, tomaron nuestras tierras y se quedaron”, manifestó.
Reconoce Milla Villena que en los pueblos a los que se pretende integrar ya están los nietos y los mestizos, un resultado de lo que denomina "una invasión a la mala".
"Pero bueno......la historia ya se dió y no podemos cambiarla. Pero debemos tratar de entenderla y eso es para nosotros sumamente importante", planteó. 

03-05-2006 | Cargada en Cultura - Fuente: Subsecretaría de Comunicación Social