Al clima navideño que se vive en la ciudad, con todas las manifestaciones tradicionales a las que se han sumado los vecinos con dedicación, se le agrega el que reina en Casa de Gobierno.
Es allí donde fue instalado nuevamente el tradicional pesebre que encendió sus luces y que desde ayer por la mañana ya se lo puede visitar en el hall de la planta baja de la sede del poder Ejecutivo.
El armado del pesebre estuvo a cargo de empleados de la intendencia de la institución quienes utilizaron ramas típicas de árboles y arbustos de la región.
Se observan las figuras evocativas de la sagrada familia y todos los componentes típicos de esta evocación del nacimiento de Jesucristo en Belén.
Esta réplica del pesebre de Oriente incluye como figura central la cuna que ocupará desde la medianoche del 24 el Niño Jesús y a su alrededor a la Virgen María, a San José, a los tres Reyes Magos así como también a los animales que se presume dieron calor al hogar del recién nacido en Belén.
El intendente de Casa de Gobierno, ingeniero Humberto Capello, destacó que este año el armado estuvo a cargo nuevamente de personal de ese organismo dependiente del ministerio Secretaria General del poder Ejecutivo.
Se incorporaron elementos típicos de la región guaranítica -que se repiten en los hogares formoseños y en otras recreaciones públicas- ya que se ha apelado a la visión del establo sencillo y humilde donde se produjo el nacimiento de Cristo en Belén, destacándose que esta ponderación de la Nochebuena y de la Navidad tiene que ver con la necesidad de realzar el significado fraterno, solidario y humanístico que tienen estas celebraciones para el reencuentro y el accionar común en la conformación de una sociedad cálida y unida.
Se destaca que esta reafirmación de los hechos del pasado religioso, al que el pueblo formoseño está íntimamente ligado, no solamente tiene significación para fortalecer el enriquecimiento espiritual comunitario de modo tal que se embarque en la empresa del bien común sirviendo, sobre todo, a los anhelos de solidaridad que surgen de las distintas franjas sociales y al mismo tiempo a los que necesitan de gestos y acompañamientos altruistas para que abracen la justicia social.
La exaltación del nacimiento de Jesús, como prenda de unidad de los formoseños, tendrá su correlato con otras presentaciones, como las que van a ocurrir en la Cruz del Norte y en la zona portuaria, así como en los propios hogares de miles de familias formoseñas.
El armado del pesebre estuvo a cargo de empleados de la intendencia de la institución quienes utilizaron ramas típicas de árboles y arbustos de la región.
Se observan las figuras evocativas de la sagrada familia y todos los componentes típicos de esta evocación del nacimiento de Jesucristo en Belén.
Esta réplica del pesebre de Oriente incluye como figura central la cuna que ocupará desde la medianoche del 24 el Niño Jesús y a su alrededor a la Virgen María, a San José, a los tres Reyes Magos así como también a los animales que se presume dieron calor al hogar del recién nacido en Belén.
El intendente de Casa de Gobierno, ingeniero Humberto Capello, destacó que este año el armado estuvo a cargo nuevamente de personal de ese organismo dependiente del ministerio Secretaria General del poder Ejecutivo.
Se incorporaron elementos típicos de la región guaranítica -que se repiten en los hogares formoseños y en otras recreaciones públicas- ya que se ha apelado a la visión del establo sencillo y humilde donde se produjo el nacimiento de Cristo en Belén, destacándose que esta ponderación de la Nochebuena y de la Navidad tiene que ver con la necesidad de realzar el significado fraterno, solidario y humanístico que tienen estas celebraciones para el reencuentro y el accionar común en la conformación de una sociedad cálida y unida.
Se destaca que esta reafirmación de los hechos del pasado religioso, al que el pueblo formoseño está íntimamente ligado, no solamente tiene significación para fortalecer el enriquecimiento espiritual comunitario de modo tal que se embarque en la empresa del bien común sirviendo, sobre todo, a los anhelos de solidaridad que surgen de las distintas franjas sociales y al mismo tiempo a los que necesitan de gestos y acompañamientos altruistas para que abracen la justicia social.
La exaltación del nacimiento de Jesús, como prenda de unidad de los formoseños, tendrá su correlato con otras presentaciones, como las que van a ocurrir en la Cruz del Norte y en la zona portuaria, así como en los propios hogares de miles de familias formoseñas.