El máximo organismo deliberativo universitario exhortó a "confiar en la ciencia argentina".
La Universidad Nacional de Formosa (UNaF) se pronunció a favor de la instalación en Formosa de un reactor nuclear CAREM y de la planta procesadora de uranio Dioxitek, convocando a la sociedad a "confiar en la ciencia argentina".
El pronunciamiento fue realizado a través del Consejo Superior -máximo órgano deliberativo de la casa de altos estudios- por unanimidad de sus miembros en la sesión ordinaria realizada el 23 de abril último.
La declaración sostiene que "la iniciativa de instalación en Formosa de la planta elaboradora de uranio Dioxitek S.A. y del reactor nuclear argentino CAREM 125 ha suscitado la movilización de la opinión pública local, con importante repercusión en la hermana República del Paraguay".
Agrega que "sectores políticos locales han expresado ya su absoluto rechazo a la iniciativa del Gobierno nacional y provincial y -pese a las formales explicaciones de científicos y técnicos del organismo que desarrolla en nuestro país la energía nuclear- han iniciado una intensa campaña alertando a la ciudadanía sobre los gravísimos peligros y riesgos que -entienden esos sectores- traería a la región la instalación de la planta de uranio y del reactor".
"Aunque no se cuenta todavía con ninguna medición de la opinión pública, es conjeturable que una porción de la ciudadanía formoseña y del país hermano, esté alarmada y temerosa ante los pronósticos funestos que se anuncian en un tema cuyo tratamiento requiere un adecuado nivel científico de la especialidad", agrega.
Resalta el documento que "es precisamente en este punto a partir del cual la Universidad Nacional de Formosa -como cultora y difusora del conocimiento superior- cree que es su deber sentar su posición sobre este tema y hacerla conocer a la sociedad a la cual se debe".
Política nuclear argentina
Seguidamente se sostiene que "la energía nuclear se desarrolla en la Argentina desde el año 1950, cuando el Gobierno del general Perón, entendiendo el valor estratégico que este tipo de energía recién utilizada en la Segunda Guerra Mundial tendría en adelante para el desarrollo y el poder de las naciones, creó la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA)".
"Desde esa fecha, el Plan Nuclear Argentino, que la CNEA concibió y aplicó con el apoyo de sucesivos Gobiernos, se concretó en una amplia variedad de actividades: construcción de centrales nucleares en lo que Argentina fue y sigue siendo pionera en América Latina, investigación básica y aplicada sobre energía nuclear y otras ciencias afines, enseñanza y formación de recursos humanos especializados (...) todo esto en el marco del respeto a la naturaleza y de cuidado del medio ambiente, para lo cual la CNEA se encuadra en la legislación específica que dictó el Congreso Nacional", se remarca.
En tal sentido, se recuerda que "el desarrollo atómico argentino y sus aplicaciones han alcanzado un alto nivel científico y tecnológico reconocido internacionalmente en repetidas ocasiones; ha hecho que Argentina sea convocada a numerosos escenarios de cooperación y asesoramiento en materia de política nuclear mundial", haciendo notar que "ahora mismo Argentina preside el organismo internacional de países proveedores de reactores nucleares".
Según el Consejo Superior de la UNaF, "buena parte de ese desarrollo se basa en el esfuerzo, la iniciativa y el genio de nuestros hombres y mujeres de la ciencia que han desarrollado tecnología nacional, con el aporte de la industria argentina y del sistema científico-tecnológico del que dispone el país, lo que ha originado la sorpresa y la admiración de observadores externos que valoran el nivel alcanzado en la materia, en un país como el nuestro que no está a la vanguardia de la ciencia y la tecnología mundial en general, ni dispone los medios y recursos de los países más adelantados".
"Confianza"
En su tramo final, el documento universitario resalta: "Es esta trayectoria y estos antecedentes, de los cuales podría decirse mucho más, lo que queremos -como Universidad Nacional de Formosa- recordar a la comunidad formoseña".
"La instalación en nuestra provincia de una planta elaboradora de uranio y de un reactor nuclear de fabricación íntegramente argentina es un tema científico y de política pública basada en el conocimiento científico altamente especializado", enfatiza, exhortando a que "dejemos por tanto hablar a los que saben en la materia y escuchémoslos del mismo modo que escuchamos al médico que nos cura y confiamos en el cirujano que nos va a operar o en el arquitecto que llamamos para que nos diseñe nuestra casa".
"No es razonable que sobre un tema que requiere un alto nivel de conocimiento científico específico se desate una campaña de terror por parte de quienes no tienen títulos ni conocimientos que los autoricen a emitir juicios", afirma.
Acota que si bien "es cierto que la ciencia no es infalible y que en ella coexisten corrientes encontradas", aclara que "la ciencia posee en sí misma los procedimientos para autocorregirse y avanzar. De cualquier modo, es preferible para una sociedad guiarse por la ciencia y no por el prejuicio, la ignorancia, la superstición o la mitología".
Finalmente, en la declaración de la UNaF se subraya: "Por todo lo expuesto, llamamos a nuestro pueblo a confiar en los hombres y mujeres que tienen a su cargo el desarrollo de la energía nuclear en nuestro país; ellos están respaldados por una rigurosa formación especializada reconocida mundialmente".
"Recordamos además a la ciudadanía que el Plan Nuclear Argentino es una política pública, conformada en una ley que aprobó por amplia mayoría el Congreso de la Nación. El desarrollo científico y tecnológico argentino es un objetivo irrenunciable si queremos ser una gran Nación; no es una bandera partidaria, es una bandera de todos", recalca.
Finalmente, la Universidad Nacional de Formosa -a través del citado documento de su Consejo Superior- acentúa que "el Plan Nuclear Argentino es una decisión estratégica nacional, una política pública que tiene base y operatividad a partir de la ciencia y la tecnología nacionales. Confiemos en los hombres y mujeres de la ciencia de nuestro país. Confiemos en la ciencia argentina", concluye.
El pronunciamiento fue realizado a través del Consejo Superior -máximo órgano deliberativo de la casa de altos estudios- por unanimidad de sus miembros en la sesión ordinaria realizada el 23 de abril último.
La declaración sostiene que "la iniciativa de instalación en Formosa de la planta elaboradora de uranio Dioxitek S.A. y del reactor nuclear argentino CAREM 125 ha suscitado la movilización de la opinión pública local, con importante repercusión en la hermana República del Paraguay".
Agrega que "sectores políticos locales han expresado ya su absoluto rechazo a la iniciativa del Gobierno nacional y provincial y -pese a las formales explicaciones de científicos y técnicos del organismo que desarrolla en nuestro país la energía nuclear- han iniciado una intensa campaña alertando a la ciudadanía sobre los gravísimos peligros y riesgos que -entienden esos sectores- traería a la región la instalación de la planta de uranio y del reactor".
"Aunque no se cuenta todavía con ninguna medición de la opinión pública, es conjeturable que una porción de la ciudadanía formoseña y del país hermano, esté alarmada y temerosa ante los pronósticos funestos que se anuncian en un tema cuyo tratamiento requiere un adecuado nivel científico de la especialidad", agrega.
Resalta el documento que "es precisamente en este punto a partir del cual la Universidad Nacional de Formosa -como cultora y difusora del conocimiento superior- cree que es su deber sentar su posición sobre este tema y hacerla conocer a la sociedad a la cual se debe".
Política nuclear argentina
Seguidamente se sostiene que "la energía nuclear se desarrolla en la Argentina desde el año 1950, cuando el Gobierno del general Perón, entendiendo el valor estratégico que este tipo de energía recién utilizada en la Segunda Guerra Mundial tendría en adelante para el desarrollo y el poder de las naciones, creó la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA)".
"Desde esa fecha, el Plan Nuclear Argentino, que la CNEA concibió y aplicó con el apoyo de sucesivos Gobiernos, se concretó en una amplia variedad de actividades: construcción de centrales nucleares en lo que Argentina fue y sigue siendo pionera en América Latina, investigación básica y aplicada sobre energía nuclear y otras ciencias afines, enseñanza y formación de recursos humanos especializados (...) todo esto en el marco del respeto a la naturaleza y de cuidado del medio ambiente, para lo cual la CNEA se encuadra en la legislación específica que dictó el Congreso Nacional", se remarca.
En tal sentido, se recuerda que "el desarrollo atómico argentino y sus aplicaciones han alcanzado un alto nivel científico y tecnológico reconocido internacionalmente en repetidas ocasiones; ha hecho que Argentina sea convocada a numerosos escenarios de cooperación y asesoramiento en materia de política nuclear mundial", haciendo notar que "ahora mismo Argentina preside el organismo internacional de países proveedores de reactores nucleares".
Según el Consejo Superior de la UNaF, "buena parte de ese desarrollo se basa en el esfuerzo, la iniciativa y el genio de nuestros hombres y mujeres de la ciencia que han desarrollado tecnología nacional, con el aporte de la industria argentina y del sistema científico-tecnológico del que dispone el país, lo que ha originado la sorpresa y la admiración de observadores externos que valoran el nivel alcanzado en la materia, en un país como el nuestro que no está a la vanguardia de la ciencia y la tecnología mundial en general, ni dispone los medios y recursos de los países más adelantados".
"Confianza"
En su tramo final, el documento universitario resalta: "Es esta trayectoria y estos antecedentes, de los cuales podría decirse mucho más, lo que queremos -como Universidad Nacional de Formosa- recordar a la comunidad formoseña".
"La instalación en nuestra provincia de una planta elaboradora de uranio y de un reactor nuclear de fabricación íntegramente argentina es un tema científico y de política pública basada en el conocimiento científico altamente especializado", enfatiza, exhortando a que "dejemos por tanto hablar a los que saben en la materia y escuchémoslos del mismo modo que escuchamos al médico que nos cura y confiamos en el cirujano que nos va a operar o en el arquitecto que llamamos para que nos diseñe nuestra casa".
"No es razonable que sobre un tema que requiere un alto nivel de conocimiento científico específico se desate una campaña de terror por parte de quienes no tienen títulos ni conocimientos que los autoricen a emitir juicios", afirma.
Acota que si bien "es cierto que la ciencia no es infalible y que en ella coexisten corrientes encontradas", aclara que "la ciencia posee en sí misma los procedimientos para autocorregirse y avanzar. De cualquier modo, es preferible para una sociedad guiarse por la ciencia y no por el prejuicio, la ignorancia, la superstición o la mitología".
Finalmente, en la declaración de la UNaF se subraya: "Por todo lo expuesto, llamamos a nuestro pueblo a confiar en los hombres y mujeres que tienen a su cargo el desarrollo de la energía nuclear en nuestro país; ellos están respaldados por una rigurosa formación especializada reconocida mundialmente".
"Recordamos además a la ciudadanía que el Plan Nuclear Argentino es una política pública, conformada en una ley que aprobó por amplia mayoría el Congreso de la Nación. El desarrollo científico y tecnológico argentino es un objetivo irrenunciable si queremos ser una gran Nación; no es una bandera partidaria, es una bandera de todos", recalca.
Finalmente, la Universidad Nacional de Formosa -a través del citado documento de su Consejo Superior- acentúa que "el Plan Nuclear Argentino es una decisión estratégica nacional, una política pública que tiene base y operatividad a partir de la ciencia y la tecnología nacionales. Confiemos en los hombres y mujeres de la ciencia de nuestro país. Confiemos en la ciencia argentina", concluye.