El Hospital de Alta Complejidad "Presidente Juan Domingo Perón" y el CUCAIFOR (Centro Único de Ablación e Implante de Formosa) brindan información a la comunidad acerca del paso a paso de la donación de órganos.
El proceso de donación (desde el momento de la posible donación hasta el transplante) comienza cuando se detecta un posible donante en el área de cuidados intensivos de un hospital en cualquier lugar del país, el médico se pone en comunicación con el Organismo Jurisdiccional de su provincia, (en nuestro caso es el CUCAIFOR) o con el INCUCAI para coordinar los procesos que se llevaran a cabo.
El segundo paso a seguir es la certificación de la muerte, donde se constata el fallecimiento de la persona utilizando criterios neurológicos -muerte encefálica-. Esto es posible solo cuando los pacientes fallecen en unidades de terapia intensiva, por una enfermedad neurológica primaria (sangrado, traumatismo, etc.) y el resto de las funciones del cuerpo se pueden sostener artificialmente.
Luego se continúa con la selección y mantenimiento; es decir que una vez diagnosticada la muerte, los cuidados intensivos están destinados a mantener la oxigenación de los órganos para garantizar su viabilidad. También se realizan estudios de laboratorio para determinar que órganos son viables para transplante y garantizar ausencia de enfermedades infectocontagiosas.
Para saber si el fallecido dejo constancia expresa de su voluntad de donar los órganos se consulta en el Registro Nacional de Expresiones de voluntad para la donación: Si la persona manifestó en vida su voluntad afirmativa, se comunica a la familia y se procede a la ablación de sus órganos. Si manifestó su voluntad negativa, se comunica a la familia y se suspende el proceso. Y si no hay constancia expresa, se pregunta a la familia como se manifestó en vida el fallecido (testimonio de la última voluntad).
En caso de menores de 18 años, son los padres o representantes legales quienes deciden sobre la donación de órganos o tejidos.
Una vez que se obtenga la afirmativa para concretar la donación comienza la búsqueda de receptores. Con las características biológicas y grupo sanguíneo del donante se inicia la búsqueda de los posibles receptores a través de un sistema informático denominado SINTRA. Para esto se toma en cuenta el grado de urgencia de los receptores, la compatibilidad biológica entre donante y receptor para evitar el rechazo, y la antigüedad en la lista de espera, entre otros parámetros.
Ya asignados los órganos, los centros de trasplante preparan a sus pacientes para la intervención quirúrgica. Al mismo tiempo, en el hospital donde se encuentra el donante, se inicia la ablación (extracción de órganos). Luego el cuerpo fallecido, es entregado a la familia en perfectas condiciones, sin alterar su apariencia.
El traslado de órganos y tejidos se realiza con equipos especiales que garantizan su total asepsia. Según el órgano puede conservarse de 4 a 36 horas, hasta su implante.
Finalmente, los equipos médicos de los centros de trasplante implantan los órganos a los recetores, en una intervención quirúrgica que puede durar entre 2 y 10 horas. Posteriormente los pacientes pasan a unidades de cuidados intensivos especializados hasta su recuperación.
El segundo paso a seguir es la certificación de la muerte, donde se constata el fallecimiento de la persona utilizando criterios neurológicos -muerte encefálica-. Esto es posible solo cuando los pacientes fallecen en unidades de terapia intensiva, por una enfermedad neurológica primaria (sangrado, traumatismo, etc.) y el resto de las funciones del cuerpo se pueden sostener artificialmente.
Luego se continúa con la selección y mantenimiento; es decir que una vez diagnosticada la muerte, los cuidados intensivos están destinados a mantener la oxigenación de los órganos para garantizar su viabilidad. También se realizan estudios de laboratorio para determinar que órganos son viables para transplante y garantizar ausencia de enfermedades infectocontagiosas.
Para saber si el fallecido dejo constancia expresa de su voluntad de donar los órganos se consulta en el Registro Nacional de Expresiones de voluntad para la donación: Si la persona manifestó en vida su voluntad afirmativa, se comunica a la familia y se procede a la ablación de sus órganos. Si manifestó su voluntad negativa, se comunica a la familia y se suspende el proceso. Y si no hay constancia expresa, se pregunta a la familia como se manifestó en vida el fallecido (testimonio de la última voluntad).
En caso de menores de 18 años, son los padres o representantes legales quienes deciden sobre la donación de órganos o tejidos.
Una vez que se obtenga la afirmativa para concretar la donación comienza la búsqueda de receptores. Con las características biológicas y grupo sanguíneo del donante se inicia la búsqueda de los posibles receptores a través de un sistema informático denominado SINTRA. Para esto se toma en cuenta el grado de urgencia de los receptores, la compatibilidad biológica entre donante y receptor para evitar el rechazo, y la antigüedad en la lista de espera, entre otros parámetros.
Ya asignados los órganos, los centros de trasplante preparan a sus pacientes para la intervención quirúrgica. Al mismo tiempo, en el hospital donde se encuentra el donante, se inicia la ablación (extracción de órganos). Luego el cuerpo fallecido, es entregado a la familia en perfectas condiciones, sin alterar su apariencia.
El traslado de órganos y tejidos se realiza con equipos especiales que garantizan su total asepsia. Según el órgano puede conservarse de 4 a 36 horas, hasta su implante.
Finalmente, los equipos médicos de los centros de trasplante implantan los órganos a los recetores, en una intervención quirúrgica que puede durar entre 2 y 10 horas. Posteriormente los pacientes pasan a unidades de cuidados intensivos especializados hasta su recuperación.