El ministerio de Salud de la Nación acaba de modificar la indicación para la vacunación contra la fiebre amarilla, debiéndose aplicar ahora la primera dosis a los 18 meses de vida y un único refuerzo a los 11 años.
Esto para el caso de los menores que residen en determinados departamentos de riesgo de provincias del norte de nuestro país, entre ellas Formosa, Misiones, Corrientes, Chaco, Salta y Jujuy.
Hasta antes de esta nueva medida, la vacuna se aplicaba al año de edad, con una revacunación o refuerzo cada diez años. Ahora se eliminó la necesidad de revacunar cada diez años.
Fue explicado que la decisión se corresponde con la "recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de revisar la necesidad del refuerzo cada diez años, el Ministerio de Salud junto con la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIN), decidió cambiar la edad inicial de vacunación contra esta enfermedad, como así también retirar dicho refuerzo, ya que la evidencia científica disponible a la fecha nos dice que es suficiente un refuerzo a los 11 años de edad para asegurar la protección en el largo plazo", detalló la jefa del Programa Nacional de Enfermedades Inmunoprevenibles, Carla Vizzotti.
"La decisión de aplicar la vacuna a los 18 meses tiene que ver con la situación de que al año de vida el nene recibía cinco inyecciones, lo que disminuía la adherencia a la vacunación por parte de los padres y de los equipos de salud. Por ello, se exhortó, a hacer ese cambio y dar un sólo refuerzo con el resto de las vacunas a los 11 años, al momento del ingreso escolar", agregó la funcionaria, quien explicó que "de esta forma se simplifica el calendario y se favorece el aumento de las coberturas de vacunación.
Vizzotti remarcó que "estamos suprimiendo todos los refuerzos de esta vacuna desde los 10 años en adelante ya que de esta forma se optimiza el uso de un recurso crítico a nivel mundial. Por otro lado, al ser una vacuna a virus vivo y atenuado se minimiza la posibilidad de errores programáticos y su aplicación a personas inmuno-comprometidas o mayores de 60 años que tienen más riesgo de presentar efectos adversos", y consideró que la medida "es una muestra más de que nuestro país genera estrategias consensuadas, teniendo en cuenta nuestra realidad local y adaptándolas a la misma".
La fiebre amarilla es una enfermedad que puede constituir una emergencia de salud pública de importancia internacional. Según se advierte en los considerandos, la OMS se expidió el 5 de julio de 2013, a través del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE), acerca de la falta de necesidad de la aplicación de dosis de refuerzo de la vacuna contra la fiebre amarilla en forma sistemática cada 10 años, en virtud de la evidencia científica disponible acerca de la duración de la inmunidad después de la administración de una única dosis. Además, el organismo internacional se pronunció sobre una posible menor inmunogenicidad de la vacuna en la población de niños menores de 2 años.
Asimismo, se detalla que "la administración a los doce 12 meses de vida coincide con la aplicación de la vacuna triple viral, habiéndose descripto posible interferencia en la respuesta inmune con los componentes contra la parotiditis y la rubéola", y se agrega que "la administración simultánea de múltiples vacunas de aplicación inyectable al año de vida genera el riesgo de influir negativamente en las tasas de cobertura y favorecer las oportunidades perdidas de vacunación".
Por otra parte, se tiene en cuenta para esta modificación que la edad de 11 años es una etapa de la vida en la que se aplican otras vacunas del Calendario Nacional de Vacunación, lo que permite contar con capacidad instalada para lograr buenas coberturas.
En cuanto a la aplicación para viajeros -cuestión que excede a la presente Resolución-, se recordó que Argentina "dispone de esta vacuna de manera gratuita para todas las personas que viajen a lugares de riesgo para fiebre amarilla, ya sea al interior del país o al exterior, cuando el país a visitar así lo requiera", ya sea por presentar riesgo de contraer la enfermedad o por requerimiento del Reglamento Sanitario Internacional.
La enfermedad
La fiebre amarilla es una enfermedad viral que se transmite por la picadura de un tipo de mosquito, que previamente ha picado a una persona enferma y de esa manera se ha infectado. No se contagia a través del contacto personal, por objetos ni por la leche materna.
Se llama fiebre amarilla, porque a muchos de los que se enferman se les pone la piel de ese color. En los casos más graves puede provocar falla hepática, renal, cardíaca y hemorragias generalizadas con una alta tasa de mortalidad.
El virus es endémico en las zonas tropicales de África y América Latina. Se calcula que cada año se producen en el mundo 200 mil casos de fiebre amarilla que causan unas 30 mil muertes. El número de casos ha aumentado en los dos últimos decenios debido a la disminución de la inmunidad de la población, la deforestación, la urbanización, las migraciones y el cambio climático. En Argentina, las principales zonas de riesgo son las provincias de Misiones y Formosa, y aquellas zonas limítrofes con Brasil, Bolivia y Paraguay.
Hasta antes de esta nueva medida, la vacuna se aplicaba al año de edad, con una revacunación o refuerzo cada diez años. Ahora se eliminó la necesidad de revacunar cada diez años.
Fue explicado que la decisión se corresponde con la "recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de revisar la necesidad del refuerzo cada diez años, el Ministerio de Salud junto con la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CONAIN), decidió cambiar la edad inicial de vacunación contra esta enfermedad, como así también retirar dicho refuerzo, ya que la evidencia científica disponible a la fecha nos dice que es suficiente un refuerzo a los 11 años de edad para asegurar la protección en el largo plazo", detalló la jefa del Programa Nacional de Enfermedades Inmunoprevenibles, Carla Vizzotti.
"La decisión de aplicar la vacuna a los 18 meses tiene que ver con la situación de que al año de vida el nene recibía cinco inyecciones, lo que disminuía la adherencia a la vacunación por parte de los padres y de los equipos de salud. Por ello, se exhortó, a hacer ese cambio y dar un sólo refuerzo con el resto de las vacunas a los 11 años, al momento del ingreso escolar", agregó la funcionaria, quien explicó que "de esta forma se simplifica el calendario y se favorece el aumento de las coberturas de vacunación.
Vizzotti remarcó que "estamos suprimiendo todos los refuerzos de esta vacuna desde los 10 años en adelante ya que de esta forma se optimiza el uso de un recurso crítico a nivel mundial. Por otro lado, al ser una vacuna a virus vivo y atenuado se minimiza la posibilidad de errores programáticos y su aplicación a personas inmuno-comprometidas o mayores de 60 años que tienen más riesgo de presentar efectos adversos", y consideró que la medida "es una muestra más de que nuestro país genera estrategias consensuadas, teniendo en cuenta nuestra realidad local y adaptándolas a la misma".
La fiebre amarilla es una enfermedad que puede constituir una emergencia de salud pública de importancia internacional. Según se advierte en los considerandos, la OMS se expidió el 5 de julio de 2013, a través del Grupo de Expertos en Asesoramiento Estratégico sobre Inmunización (SAGE), acerca de la falta de necesidad de la aplicación de dosis de refuerzo de la vacuna contra la fiebre amarilla en forma sistemática cada 10 años, en virtud de la evidencia científica disponible acerca de la duración de la inmunidad después de la administración de una única dosis. Además, el organismo internacional se pronunció sobre una posible menor inmunogenicidad de la vacuna en la población de niños menores de 2 años.
Asimismo, se detalla que "la administración a los doce 12 meses de vida coincide con la aplicación de la vacuna triple viral, habiéndose descripto posible interferencia en la respuesta inmune con los componentes contra la parotiditis y la rubéola", y se agrega que "la administración simultánea de múltiples vacunas de aplicación inyectable al año de vida genera el riesgo de influir negativamente en las tasas de cobertura y favorecer las oportunidades perdidas de vacunación".
Por otra parte, se tiene en cuenta para esta modificación que la edad de 11 años es una etapa de la vida en la que se aplican otras vacunas del Calendario Nacional de Vacunación, lo que permite contar con capacidad instalada para lograr buenas coberturas.
En cuanto a la aplicación para viajeros -cuestión que excede a la presente Resolución-, se recordó que Argentina "dispone de esta vacuna de manera gratuita para todas las personas que viajen a lugares de riesgo para fiebre amarilla, ya sea al interior del país o al exterior, cuando el país a visitar así lo requiera", ya sea por presentar riesgo de contraer la enfermedad o por requerimiento del Reglamento Sanitario Internacional.
La enfermedad
La fiebre amarilla es una enfermedad viral que se transmite por la picadura de un tipo de mosquito, que previamente ha picado a una persona enferma y de esa manera se ha infectado. No se contagia a través del contacto personal, por objetos ni por la leche materna.
Se llama fiebre amarilla, porque a muchos de los que se enferman se les pone la piel de ese color. En los casos más graves puede provocar falla hepática, renal, cardíaca y hemorragias generalizadas con una alta tasa de mortalidad.
El virus es endémico en las zonas tropicales de África y América Latina. Se calcula que cada año se producen en el mundo 200 mil casos de fiebre amarilla que causan unas 30 mil muertes. El número de casos ha aumentado en los dos últimos decenios debido a la disminución de la inmunidad de la población, la deforestación, la urbanización, las migraciones y el cambio climático. En Argentina, las principales zonas de riesgo son las provincias de Misiones y Formosa, y aquellas zonas limítrofes con Brasil, Bolivia y Paraguay.