Según los investigadores, la práctica de ejercicio físico disminuyó el riesgo de desarrollar enfermedades cardiacas, diabetes, alzhéimer, ictus, y depresión.
Desde el ministerio de Desarrollo Humano se recomienda realizar ejercicio físico regularmente desde la infancia, nunca es tarde para comenzar a hacer deporte, tal y como confirma un nuevo estudio, que ha revelado que iniciar una actividad física apropiada en la edad adulta, incluso tras la jubilación, también aporta beneficios para la salud física y psíquica.
En este sentido es que se instó a los adultos mayores formoseños, a practicar deportes y hacer ejercicios para así, mantenerse más sanos.
Los autores de la investigación siguieron y evaluaron a 3.500 adultos sanos, con una media de 64 años de edad, durante ocho años, y tras este periodo comprobaron que la quinta parte de estas personas se encontraba en un buen estado de salud, tanto físico como mental.
Analizaron entonces los datos que habían obtenido a través de encuestas en las que les preguntaban sobre su estado y acerca del nivel de actividad física que realizaban, y observaron que las personas que mejor se encontraban eran las que practicaban ejercicio desde hacía tiempo o habían comenzado a hacerlo durante la jubilación.
Las personas que habían empezado a practicar ejercicio tras la jubilación tenían tres veces menos riesgo de ponerse enfermas que las que permanecían inactivas .
De hecho, los participantes que llevaban tiempo realizando una actividad física moderada o vigorosa como mínimo una vez a la semana, tenían entre tres y cuatro veces más posibilidades de estar sanas que los que eran sedentarios. Pero, además, las personas que habían empezado a practicar ejercicio después de jubilarse también habían conseguido beneficios, y tenían tres veces menos riesgo de ponerse enfermas que las que permanecían inactivas.
Mark Hamer, de la University College London (Reino Unido) y principal autor del trabajo sobre el tema, afirma que el estudio confirma la necesidad de mantenerse activo en la tercera edad, y explica que no se trata de ir al gimnasio a levantar pesas o lanzarse a correr, sino que caminar o cuidar el jardín también cuentan.
En este sentido es que se instó a los adultos mayores formoseños, a practicar deportes y hacer ejercicios para así, mantenerse más sanos.
Los autores de la investigación siguieron y evaluaron a 3.500 adultos sanos, con una media de 64 años de edad, durante ocho años, y tras este periodo comprobaron que la quinta parte de estas personas se encontraba en un buen estado de salud, tanto físico como mental.
Analizaron entonces los datos que habían obtenido a través de encuestas en las que les preguntaban sobre su estado y acerca del nivel de actividad física que realizaban, y observaron que las personas que mejor se encontraban eran las que practicaban ejercicio desde hacía tiempo o habían comenzado a hacerlo durante la jubilación.
Las personas que habían empezado a practicar ejercicio tras la jubilación tenían tres veces menos riesgo de ponerse enfermas que las que permanecían inactivas .
De hecho, los participantes que llevaban tiempo realizando una actividad física moderada o vigorosa como mínimo una vez a la semana, tenían entre tres y cuatro veces más posibilidades de estar sanas que los que eran sedentarios. Pero, además, las personas que habían empezado a practicar ejercicio después de jubilarse también habían conseguido beneficios, y tenían tres veces menos riesgo de ponerse enfermas que las que permanecían inactivas.
Mark Hamer, de la University College London (Reino Unido) y principal autor del trabajo sobre el tema, afirma que el estudio confirma la necesidad de mantenerse activo en la tercera edad, y explica que no se trata de ir al gimnasio a levantar pesas o lanzarse a correr, sino que caminar o cuidar el jardín también cuentan.