Se conocieron recientemente los réditos tecnológicos para lograr cultivos de mayor calidad resultado de la labor llevada a cabo en el laboratorio central del Centro de Validación de Tecnologías Agropecuarias de Misión Tacaaglé.
Los trabajos demandaron precisas tareas de investigación con técnicos y profesionales propios y otros que se sumaron en el marco de acuerdos con la Biofábrica Misiones y la Universidad Nacional de Formosa.
Fueron expuestos por el coordinador ejecutivo del CEDEVA, ingeniero Jorge Balonga, ante el ministro de Economía, Jorge Ibáñez, ocasión en la que relató que este objetivo cumplido se alcanzó en el marco de un trayecto que parte desde el momento en que se saca un trozo de hijuelos hasta que se dispone de plantas en el invernadero tras pasar por el laboratorio para su rustificación , lo que demanda casi un año de actividad.
Se estima que este año, para la primavera, se podrán entregar las primeras plantas seleccionadas de biotipos muy productivos recuperados del ambiente bananero.
Para el caso, se recorrieron numerosas fincas durante mucho tiempo, se determinó cual era el material más productivo, se los marcó y luego de un seguimiento que duró cuatro años, de las plantas seleccionadas se empezó a sacar el material para producir las plantas en laboratorio en lo que implica la multiplicación de material genético formoseño.
Se estima que en octubre comenzará la entrega a aquellos productores que tengan listos y preparados sus terrenos para que vayan las plantas a campo y para aquellos que piensan ampliar más la entrega tiene como destino la formación de un semillero de plantas madre en el propio campo y de allí sacarán los hijuelos para hacer las plantaciones.
La gran ventaja de estas plantas resultantes de este procedimiento en el laboratorio del CEDEVA Tacaaglé es que ofrecen garantías totales en materia de sanidad es decir que están desprovistas de enfermedades.
Generalmente la misma planta que está en el campo, cuando se sacan los meristemas de ahí y se los pasa por laboratorio el resultado final es una planta muy sana que con las mismas prácticas culturales que se llevan a cabo en campo, producen mucho más porque están sanas.
De las mismas plantas se pueden sacar hijuelos , después, para seguir incrementando la superficie.
Lo que se pretende después de los trabajos realizados en los últimos años, durante los cuales se ha obtenido una buena banana y conseguido buenos precios, los productores buscan expandir la superficie cultivada por lo cual se pretende que esa acción se lleva a cabo apelando al nuevo material logrado porque les ofrece mayores garantías de productividad.
La información sobre este tema señala que la incorporación del nuevo material no exige preparativos especiales del suelo aunque sí un cuidado en los primeros tiempos por tratarse de plantas de menor tamaño que los hijuelos que se sacan de campo que son más gruesos y robustos.
Se trata esta de la primera partida cuya entrega se realiza de manera masificada, aunque se consiguieron pequeñas partidas anteriores que se enviaron a campo para verificar que sean iguales a las madres porque en la punta de la línea industrial del laboratorio esa planta que sale después es llevada a campo junto con los padres para verificar que sean exactamente idénticas.
Con respecto a la disponibilidad de plantas frutales, CEDEVA Tacaaglé confirmó que todo marcha según lo previsto y que ya se cuenta con 4580 plantas de banana replicadas la semana pasada y 3000 que se están replicando ahora mientras que ya se dispone de 2.000 plantas de mamón en macetas.
Mercado central
En cuanto al comportamiento de la banana formoseña en el Mercado Central de Buenos Aires remitida por pequeños productores por un total de 44 toneladas, se hizo saber que luego de tres semanas en baja se registraron alzas en las cotizaciones. En el caso de la Pacová Porá la competencia inmediata se da con fruta procedente de Bolivia. La caja local de 22 kilogramos cada una tiene buen calibre y grados de brix elevados, según los especialistas.
Inicialmente se pagó 65 pesos el bulto aunque ahora cotiza entre 80 y 100 pesos en una plaza en alza por el menor ingreso de la fruta al mercado.
Fueron expuestos por el coordinador ejecutivo del CEDEVA, ingeniero Jorge Balonga, ante el ministro de Economía, Jorge Ibáñez, ocasión en la que relató que este objetivo cumplido se alcanzó en el marco de un trayecto que parte desde el momento en que se saca un trozo de hijuelos hasta que se dispone de plantas en el invernadero tras pasar por el laboratorio para su rustificación , lo que demanda casi un año de actividad.
Se estima que este año, para la primavera, se podrán entregar las primeras plantas seleccionadas de biotipos muy productivos recuperados del ambiente bananero.
Para el caso, se recorrieron numerosas fincas durante mucho tiempo, se determinó cual era el material más productivo, se los marcó y luego de un seguimiento que duró cuatro años, de las plantas seleccionadas se empezó a sacar el material para producir las plantas en laboratorio en lo que implica la multiplicación de material genético formoseño.
Se estima que en octubre comenzará la entrega a aquellos productores que tengan listos y preparados sus terrenos para que vayan las plantas a campo y para aquellos que piensan ampliar más la entrega tiene como destino la formación de un semillero de plantas madre en el propio campo y de allí sacarán los hijuelos para hacer las plantaciones.
La gran ventaja de estas plantas resultantes de este procedimiento en el laboratorio del CEDEVA Tacaaglé es que ofrecen garantías totales en materia de sanidad es decir que están desprovistas de enfermedades.
Generalmente la misma planta que está en el campo, cuando se sacan los meristemas de ahí y se los pasa por laboratorio el resultado final es una planta muy sana que con las mismas prácticas culturales que se llevan a cabo en campo, producen mucho más porque están sanas.
De las mismas plantas se pueden sacar hijuelos , después, para seguir incrementando la superficie.
Lo que se pretende después de los trabajos realizados en los últimos años, durante los cuales se ha obtenido una buena banana y conseguido buenos precios, los productores buscan expandir la superficie cultivada por lo cual se pretende que esa acción se lleva a cabo apelando al nuevo material logrado porque les ofrece mayores garantías de productividad.
La información sobre este tema señala que la incorporación del nuevo material no exige preparativos especiales del suelo aunque sí un cuidado en los primeros tiempos por tratarse de plantas de menor tamaño que los hijuelos que se sacan de campo que son más gruesos y robustos.
Se trata esta de la primera partida cuya entrega se realiza de manera masificada, aunque se consiguieron pequeñas partidas anteriores que se enviaron a campo para verificar que sean iguales a las madres porque en la punta de la línea industrial del laboratorio esa planta que sale después es llevada a campo junto con los padres para verificar que sean exactamente idénticas.
Con respecto a la disponibilidad de plantas frutales, CEDEVA Tacaaglé confirmó que todo marcha según lo previsto y que ya se cuenta con 4580 plantas de banana replicadas la semana pasada y 3000 que se están replicando ahora mientras que ya se dispone de 2.000 plantas de mamón en macetas.
Mercado central
En cuanto al comportamiento de la banana formoseña en el Mercado Central de Buenos Aires remitida por pequeños productores por un total de 44 toneladas, se hizo saber que luego de tres semanas en baja se registraron alzas en las cotizaciones. En el caso de la Pacová Porá la competencia inmediata se da con fruta procedente de Bolivia. La caja local de 22 kilogramos cada una tiene buen calibre y grados de brix elevados, según los especialistas.
Inicialmente se pagó 65 pesos el bulto aunque ahora cotiza entre 80 y 100 pesos en una plaza en alza por el menor ingreso de la fruta al mercado.