Desde el ministerio de Desarrollo Humano se recomendó incorporar hábitos saludables en la vida diaria como mantener una alimentación sana, practicar actividades físicas y evitar el consumo de sustancias tóxicas como el tabaco o el alcohol.
Puntualmente estas exhortaciones estuvieron dada en torno al cáncer de mamas, una enfermedad causada por la multiplicación anormal de las células de la mama que forman un tumor maligno.
Las células normales crecen y se dividen para formar nuevas células a medida que el cuerpo las necesita. Algunas veces este proceso se descontrola formando una masa de tejido que es lo que se conoce como tumor. Este tumor se puede desarrollar en distintas partes del tejido mamario.
Se trata de una enfermedad que afecta mayoritariamente a mujeres de entre 45 y 70 años de edad, sobre la cual se desconocen cuáles son los causantes aunque se reconocen algunos factores que aumentan el riesgo de enfermar:
?Ser mayor de 50 años
?Antecedentes personales de cáncer de mama o de enfermedad benigna (no cancerosa) de mama.
?Antecedentes familiares de cáncer de mama.
?Tratamiento con radioterapia dirigida a la mama o el pecho.
?Tratamiento con hormonas, como estrógeno y progesterona.
?Menstruación a edad temprana.
?Edad avanzada en el momento del primer parto o nunca haber tenido hijos.
Otros factores que aumentan las posibilidades de tener cáncer de mama y sobre los cuales se puede intervenir son: el sobrepeso, el sedentarismo, el tabaquismo, el consumo de alcohol en exceso.
Como prevenir
Es importante que la mujer no se exponga a factores de riesgo, y para esto es muy importante no fumar, evitar el consumo de grasas, realizar actividad física, moderar el consumo de alcohol.
Por otra parte es sumamente importante la detección temprana del cáncer de mama. Lo cual puede realizarse por medio de la mamografía, que consiste en realizar una radiografía de las mamas. Con este estudio es posible detectar el cáncer de mama en su fase asintomática, cuando todavía la lesión no es palpable, o es mínimamente palpable, por lo cual, es posible recurrir a mejores posibilidades de cura, con tratamientos menos agresivos que los que se realizan cuando el cáncer está más avanzado.
Cuando el cáncer provoca síntomas y alteraciones de la mama detectables al examen físico, significa que estamos en presencia de un nódulo palpable. En un estado avanzado de la enfermedad se pueden observar variables manifestaciones como retracción del pezón, cambios en la textura y el color de la piel, prurito o lesiones descamativas en el pezón.
Por eso, la recomendación es que todas las mujeres de entre 50 a 70 años se realicen un estudio mamográfico cada dos años junto a un examen físico de las mamas por parte de un profesional de la salud. Por otra parte, tanto en las mujeres de entre 40 y 50 años como en las mayores de 70 la decisión de hacer o no una mamografía debe ser personalizada. La mujer debe hablarlo con su ginecólogo/a o con su médico/a de cabecera, y valorar los pros y los contras de hacer el estudio mamográfico.
Por otro lado, hay otros métodos diagnósticos por imágenes, como la ecografía, la cual se usa en forma complementaria a la mamografía y la resonancia magnética que se emplea fundamentalmente en mujeres con fuertes antecedentes familiares y mutaciones genéticas conocidas detectadas o altamente sospechadas y en situaciones puntuales cuando exista indicación (por ejemplo: algunas mujeres con mamas extremadamente densas o que tengan prótesis mamarias).
Las células normales crecen y se dividen para formar nuevas células a medida que el cuerpo las necesita. Algunas veces este proceso se descontrola formando una masa de tejido que es lo que se conoce como tumor. Este tumor se puede desarrollar en distintas partes del tejido mamario.
Se trata de una enfermedad que afecta mayoritariamente a mujeres de entre 45 y 70 años de edad, sobre la cual se desconocen cuáles son los causantes aunque se reconocen algunos factores que aumentan el riesgo de enfermar:
?Ser mayor de 50 años
?Antecedentes personales de cáncer de mama o de enfermedad benigna (no cancerosa) de mama.
?Antecedentes familiares de cáncer de mama.
?Tratamiento con radioterapia dirigida a la mama o el pecho.
?Tratamiento con hormonas, como estrógeno y progesterona.
?Menstruación a edad temprana.
?Edad avanzada en el momento del primer parto o nunca haber tenido hijos.
Otros factores que aumentan las posibilidades de tener cáncer de mama y sobre los cuales se puede intervenir son: el sobrepeso, el sedentarismo, el tabaquismo, el consumo de alcohol en exceso.
Como prevenir
Es importante que la mujer no se exponga a factores de riesgo, y para esto es muy importante no fumar, evitar el consumo de grasas, realizar actividad física, moderar el consumo de alcohol.
Por otra parte es sumamente importante la detección temprana del cáncer de mama. Lo cual puede realizarse por medio de la mamografía, que consiste en realizar una radiografía de las mamas. Con este estudio es posible detectar el cáncer de mama en su fase asintomática, cuando todavía la lesión no es palpable, o es mínimamente palpable, por lo cual, es posible recurrir a mejores posibilidades de cura, con tratamientos menos agresivos que los que se realizan cuando el cáncer está más avanzado.
Cuando el cáncer provoca síntomas y alteraciones de la mama detectables al examen físico, significa que estamos en presencia de un nódulo palpable. En un estado avanzado de la enfermedad se pueden observar variables manifestaciones como retracción del pezón, cambios en la textura y el color de la piel, prurito o lesiones descamativas en el pezón.
Por eso, la recomendación es que todas las mujeres de entre 50 a 70 años se realicen un estudio mamográfico cada dos años junto a un examen físico de las mamas por parte de un profesional de la salud. Por otra parte, tanto en las mujeres de entre 40 y 50 años como en las mayores de 70 la decisión de hacer o no una mamografía debe ser personalizada. La mujer debe hablarlo con su ginecólogo/a o con su médico/a de cabecera, y valorar los pros y los contras de hacer el estudio mamográfico.
Por otro lado, hay otros métodos diagnósticos por imágenes, como la ecografía, la cual se usa en forma complementaria a la mamografía y la resonancia magnética que se emplea fundamentalmente en mujeres con fuertes antecedentes familiares y mutaciones genéticas conocidas detectadas o altamente sospechadas y en situaciones puntuales cuando exista indicación (por ejemplo: algunas mujeres con mamas extremadamente densas o que tengan prótesis mamarias).