Centenares de parejas, en su gran mayoría estudiantes, sumados a otro buen número de bailarines de agrupaciones tradicionalistas y miembros de organizaciones no gubernamentales, recrearon ayer por la tarde del baile El Pericón Nacional en la zona de la plaza San Martin y sobre avenida 25 de Mayo.
Un marco realmente imponente tuvo el céntrico circuito de la ciudad, con el atractivo colorido de las vestimentas tradicionalistas de los protagonistas la que fue presenciada por una verdadera multitud que adhirió a esta propuesta festiva con motivo de recordar el 197 aniversario de la independencia nacional.
La danza típicamente argentina que arranco alrededor de las 15, tuvo aditamentos especiales, como por ejemplo ver a parajes de adultos mayores o los niños discapacitados que en silla de ruedas armaron una de las aplaudidas coreografías.
Fue subrayado que "la sincronización del baile tan multitudinario puso de manifiesto no solamente la organización con qué se encararon las actividades celebratorias sino, sobre todo, la comprensión sobre la validez del fortalecimiento de la identidad en los tiempos que corren".
Frente a la coreográfica de los movimientos, se apreció una profunda comprensión de la verdadera proyección de este baile, ligado íntimamente a las gestas patrias y a los sentimientos de unidad que animan a los argentinos de los mismos albores de la nacionalidad y provocaron en los estudiantes.
También se hizo notar que el Pericón Nacional exalta el espíritu de argentinidad y a partir de él la búsqueda de nuevas modalidades de reacción ante los efectos no queridos de un proceso de globalización que aunque se visualizan en lo económico y financiero, causan daños sociales irreparables y avanzan en la pretensión de la vulnerabilidad de los costados culturales de los pueblos.
El Pericón Nacional se convirtió, pues no solamente en un atractivo para el paseo de la familia en la jornada patria sino en el reflejo de un estado de ánimo valioso entre los formoseños.
La danza típicamente argentina que arranco alrededor de las 15, tuvo aditamentos especiales, como por ejemplo ver a parajes de adultos mayores o los niños discapacitados que en silla de ruedas armaron una de las aplaudidas coreografías.
Fue subrayado que "la sincronización del baile tan multitudinario puso de manifiesto no solamente la organización con qué se encararon las actividades celebratorias sino, sobre todo, la comprensión sobre la validez del fortalecimiento de la identidad en los tiempos que corren".
Frente a la coreográfica de los movimientos, se apreció una profunda comprensión de la verdadera proyección de este baile, ligado íntimamente a las gestas patrias y a los sentimientos de unidad que animan a los argentinos de los mismos albores de la nacionalidad y provocaron en los estudiantes.
También se hizo notar que el Pericón Nacional exalta el espíritu de argentinidad y a partir de él la búsqueda de nuevas modalidades de reacción ante los efectos no queridos de un proceso de globalización que aunque se visualizan en lo económico y financiero, causan daños sociales irreparables y avanzan en la pretensión de la vulnerabilidad de los costados culturales de los pueblos.
El Pericón Nacional se convirtió, pues no solamente en un atractivo para el paseo de la familia en la jornada patria sino en el reflejo de un estado de ánimo valioso entre los formoseños.