En una cuasi cumbre del peronismo nacional celebrado ayer en Paraná, Entre Ríos, el gobernador Gildo Insfrán fue categórico al afirmar "sin temor a nada, que vamos a trabajar incansablemente para que la compañera presidenta Cristina Fernández de Kirchner siga conduciendo los destinos de la Nación".
Fue en el marco del encuentro nacional del Instituto de Formación Política del Partido Justicialista Gestar, donde el primer mandatario marco que se trataba de una reunión de "jóvenes que están en una etapa de formación de cuadros para el Movimiento Nacional Justicialista", de ahí que se dirigiera a estos afirmando: "Como peronista quiero en primer lugar decir que la formación encuadra, la formación da la forma de pesar y decidir ante determinado hecho, y esto nos permite la unidad de concepción. Unidad de concepción de peronistas fue la que en el año 2003 decidiera el peronismo de mi provincia acompañar al compañero Néstor Kirchner".
Expuso que "esta formación que también a él le permitió enfrentar los problemas de la Argentina es la que venimos hoy a reafirmar y a pedir a nuestros jóvenes, que abracen con la seguridad de que este es el camino para poder garantizar por los siglos de los siglos, transformación revolucionaria en la Argentina".
Aclaró Insfrán que "no hablo desde un lugar de sectarismo. Nos enseñaron que el peronismo no es sectario y excluyente. Y prueba de ello es lo que ha construido Néstor Kirchner, y en esta mesa está expresada", aunque si reafirmo categórico: "No puede haber movimiento nacional y popular en la Argentina si se pretende desconocer al Movimiento Nacional Justicialista como la fuerza rectora de ese movimiento".
Aquí advirtió Insfrán que exponía eso "porque en los últimos tiempos recibimos palos de los de adentro y de los de afuera. Y les digo a esos compañeros de ruta que entiendan: Nosotros no somos sus enemigos, sino compañeros con los mismos objetivos, y si ellos así lo entienden no tienen por qué utilizar ni un centímetro de su energía para pretender combatirnos a nosotros, pero si persisten en hacerlo, quiere decir que no tienen los mismos objetivos que nosotros".
Insfrán parafraseó a la enseñanza de Juan Domingo Perón acerca de que "la verdadera política es la política internacional. No podemos hablar solamente de lo que pasa en la Argentina, porque nadie se realiza en una nación que no se realiza".
"Perón nos enseñó que al nacionalismo le sucedería el continentalismo y luego el universalismo, y hoy estamos en esta última etapa, en la cual Néstor Kirchner puso a la Argentina nuevamente en el lugar que corresponde. Y la medida más trascendental que tomó el compañero Néstor para lograr este objetivo, fue la de haber pagado totalmente la deuda con el Fondo Monetario Internacional", enfatizó.
Abundó diciendo que "de esa manera nos sacamos a un socio molesto y recuperamos lo más importante, la soberanía política. Sin soberanía política no se puede construir justicia social, y sin esas dos cosas no hubiera sido posible llevar adelante esta transformación en la Argentina".
Expuso asimismo en esta gaceta de la política internacional afirmando que "esto también nos permitió mirar una integración diferente. Es que por ahí se nos ataca que estamos fuera del mundo. Pero resulta que cuando estábamos dentro éramos furgón de cola de los poderes centrales, y no nos fue bien a los argentinos, nos fue muy mal".
Sostuvo en este marco que "recién con esa visión latinoamericana en materia de política exterior, nos permitió a los argentinos y a los países de este continente empezar a trabajar y transitar caminos de inclusión y que nos llevan a la verdadera justicia social".
"Los peronistas nunca fuimos tibios, porque a los tibios los vomita Dios", enfatizó, para enfatizar que "en nombre de todos los formoseños, les digo a todos los compañeros y compañeras de todo el país, que estamos firmes y seguros para acompañar a la compañera Presidenta en todo lo que decida como conducción del Movimiento Nacional Justicialista, y también a decirle sin temor a nada, que vamos a trabajar incansablemente para que ella siga conduciendo los destinos de la Nación Argentina".
Sobre el final los exhortó a la "fe, esperanza y alegría", para aludir a Arturo Jauretche en su prédica de que "el arte de nuestro enemigo es desmoralizar a los pueblos, porque los pueblos tristes no vencen. Por eso venimos con alegría a decirles que Argentina va a vencer de la mano de Cristina", concluyó.
Expuso que "esta formación que también a él le permitió enfrentar los problemas de la Argentina es la que venimos hoy a reafirmar y a pedir a nuestros jóvenes, que abracen con la seguridad de que este es el camino para poder garantizar por los siglos de los siglos, transformación revolucionaria en la Argentina".
Aclaró Insfrán que "no hablo desde un lugar de sectarismo. Nos enseñaron que el peronismo no es sectario y excluyente. Y prueba de ello es lo que ha construido Néstor Kirchner, y en esta mesa está expresada", aunque si reafirmo categórico: "No puede haber movimiento nacional y popular en la Argentina si se pretende desconocer al Movimiento Nacional Justicialista como la fuerza rectora de ese movimiento".
Aquí advirtió Insfrán que exponía eso "porque en los últimos tiempos recibimos palos de los de adentro y de los de afuera. Y les digo a esos compañeros de ruta que entiendan: Nosotros no somos sus enemigos, sino compañeros con los mismos objetivos, y si ellos así lo entienden no tienen por qué utilizar ni un centímetro de su energía para pretender combatirnos a nosotros, pero si persisten en hacerlo, quiere decir que no tienen los mismos objetivos que nosotros".
Insfrán parafraseó a la enseñanza de Juan Domingo Perón acerca de que "la verdadera política es la política internacional. No podemos hablar solamente de lo que pasa en la Argentina, porque nadie se realiza en una nación que no se realiza".
"Perón nos enseñó que al nacionalismo le sucedería el continentalismo y luego el universalismo, y hoy estamos en esta última etapa, en la cual Néstor Kirchner puso a la Argentina nuevamente en el lugar que corresponde. Y la medida más trascendental que tomó el compañero Néstor para lograr este objetivo, fue la de haber pagado totalmente la deuda con el Fondo Monetario Internacional", enfatizó.
Abundó diciendo que "de esa manera nos sacamos a un socio molesto y recuperamos lo más importante, la soberanía política. Sin soberanía política no se puede construir justicia social, y sin esas dos cosas no hubiera sido posible llevar adelante esta transformación en la Argentina".
Expuso asimismo en esta gaceta de la política internacional afirmando que "esto también nos permitió mirar una integración diferente. Es que por ahí se nos ataca que estamos fuera del mundo. Pero resulta que cuando estábamos dentro éramos furgón de cola de los poderes centrales, y no nos fue bien a los argentinos, nos fue muy mal".
Sostuvo en este marco que "recién con esa visión latinoamericana en materia de política exterior, nos permitió a los argentinos y a los países de este continente empezar a trabajar y transitar caminos de inclusión y que nos llevan a la verdadera justicia social".
"Los peronistas nunca fuimos tibios, porque a los tibios los vomita Dios", enfatizó, para enfatizar que "en nombre de todos los formoseños, les digo a todos los compañeros y compañeras de todo el país, que estamos firmes y seguros para acompañar a la compañera Presidenta en todo lo que decida como conducción del Movimiento Nacional Justicialista, y también a decirle sin temor a nada, que vamos a trabajar incansablemente para que ella siga conduciendo los destinos de la Nación Argentina".
Sobre el final los exhortó a la "fe, esperanza y alegría", para aludir a Arturo Jauretche en su prédica de que "el arte de nuestro enemigo es desmoralizar a los pueblos, porque los pueblos tristes no vencen. Por eso venimos con alegría a decirles que Argentina va a vencer de la mano de Cristina", concluyó.