El experto en energía nuclear, aseguró que el reactor Carem que se proyecta instalar en Formosa, tiene como aspecto distintivo que su diseño es catalogado seguro. "Cualquier falla que se pueda producir, el reactor está preparado para que la falla misma dispare el remedio".
Es un concepto avanzado de seguridad que poseen los reactores de última generación, son los de potencia mediana, como el reactor Carem" explicó.
"Están totalmente minimizados los dispositivos móviles en el reactor todos los motores, de manera que en caso de alguna falla, alguna detención imprevista del reactor, los sistemas funcionan en base a fenómenos físicos, no requieren de motores para bombear refrigerantes. Se detiene ante cualquier eventualidad y puede evolucionar hacia una parada en frío, en las siguientes 48 horas de producido el evento, sin intervención humana alguna", explicó el físico.
Recordó que Argentina hace más de 60 años genera energía nuclear para fines pacíficos, y que ni en Atucha ni en Embalse hubo riesgos.
Sobre los usos de la energía nuclear, recordó que " concentrándonos en la generación eléctrica, si uno observa en el mundo, el riesgo que tienen es de altísima seguridad. Hay que entender que el miedo que uno tiene por desconocimiento, lo tienen quienes están involucrados en transmitir la información, los medios. Ocurrió que con Fukushima en Japón, desde donde en algún momento recibimos titulares provenientes de agencias internacionales que eran de lo más alarmantes, diciendo prácticamente que se venía el Apocalispsis, y en realidad allí no murió nadie".
Defendió Granada a este tipo de tecnología, instando a no dar crédito a quienes "ven a esto como algo demoniaco. El uranio está en la tierra, no se fabrica en el infierno", ironizó. "Los países más cuidadosos en proteger su medio ambiente (Suiza, Suecia y Finlandia), lo vienen implementando de manera masiva a la núcleo-electricidad como matriz energética", ejemplificó.
"Están totalmente minimizados los dispositivos móviles en el reactor todos los motores, de manera que en caso de alguna falla, alguna detención imprevista del reactor, los sistemas funcionan en base a fenómenos físicos, no requieren de motores para bombear refrigerantes. Se detiene ante cualquier eventualidad y puede evolucionar hacia una parada en frío, en las siguientes 48 horas de producido el evento, sin intervención humana alguna", explicó el físico.
Recordó que Argentina hace más de 60 años genera energía nuclear para fines pacíficos, y que ni en Atucha ni en Embalse hubo riesgos.
Sobre los usos de la energía nuclear, recordó que " concentrándonos en la generación eléctrica, si uno observa en el mundo, el riesgo que tienen es de altísima seguridad. Hay que entender que el miedo que uno tiene por desconocimiento, lo tienen quienes están involucrados en transmitir la información, los medios. Ocurrió que con Fukushima en Japón, desde donde en algún momento recibimos titulares provenientes de agencias internacionales que eran de lo más alarmantes, diciendo prácticamente que se venía el Apocalispsis, y en realidad allí no murió nadie".
Defendió Granada a este tipo de tecnología, instando a no dar crédito a quienes "ven a esto como algo demoniaco. El uranio está en la tierra, no se fabrica en el infierno", ironizó. "Los países más cuidadosos en proteger su medio ambiente (Suiza, Suecia y Finlandia), lo vienen implementando de manera masiva a la núcleo-electricidad como matriz energética", ejemplificó.